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La Jornada
21/07/2025 | Ciudad de México
Braulio Carbajal
México, uno de los principales productores de alimentos a nivel mundial, enfrenta una paradoja al cierre del primer semestre de 2025: la falta de autosuficiencia en dos pilares de la dieta nacional, el maíz y la carne, productos consumidos por más de 80 por ciento de la población, lo que se ha traducido en importaciones históricas.
Datos de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) indican que luego de años de superávit en el comercio exterior pecuario, nuestro país cerró el semestre con un déficit sin precedente en importaciones de carne; en tanto, las compras de maíz se mantienen en niveles no vistos, con aumentos exponenciales en maíz blanco.
La información recopilada por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) destaca que, en el primer semestre de 2025, México importó 12.3 millones de toneladas de maíz, un récord para un periodo similar, que además significó un aumento de 1.8 por ciento frente a igual lapso del año pasado.
De esta forma, nuestro país compra, sobre todo a Estados Unidos, alrededor de la mitad de todo el maíz que demandan las familias y las empresas, grano que es en su totalidad genéticamente modificado, es decir, transgénico.
Históricamente, casi la totalidad del grano que importa México es amarillo; sin embargo, en 2025 se han incrementado de manera importante las compras de maíz blanco, el utilizado en la elaboración de masa y tortillas.
En lo que va del año, México ha comprado a Estados Unidos 586 mil toneladas de maíz blanco, una marca histórica que es 253 por ciento superior a lo reportado en el mismo periodo de 2024.
Edición: Ana Ordaz