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                                La Jornada
                                31/10/2025 | Ciudad de México
                                
                                  
                                         
                   
                   
          
Alma E. Muñoz y Alonso Urrutia
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo celebró que, por primera vez, una autoridad del gobierno de España —el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares— lamentara la injusticia cometida contra los pueblos indígenas durante su discurso de apertura de la exposición La mitad del mundo: La mujer en el México indígena, en los museos Arqueológico Nacional y Nacional Thyssen-Bornemisza, así como en el Instituto Cervantes, en Madrid.
“Enhorabuena por este primer paso del canciller”, expresó, al recordar la solicitud de perdón que tanto el expresidente Andrés Manuel López Obrador como ella han hecho a la Corona española por los agravios cometidos contra los pueblos indígenas durante la Conquista.
Señaló que lo dicho por el canciller español “es importante, habla de la importancia de lo que siempre hemos sostenido: el perdón engrandece a los gobiernos y a los pueblos. No es humillante, al contrario: reconocer los agravios, pedir perdón o lamentar es recuperar la historia como parte de nosotros”.
Agregó que ello “engrandece a los gobiernos y a los pueblos, así que enhorabuena por este primer paso del canciller del gobierno español en el reconocimiento, particularmente en este año de la mujer indígena”.
Afirmó que ha sido valioso mantener la insistencia en el perdón, así como llevar las grandes culturas mexicanas a España.
Durante la mañanera del pueblo se transmitió parte del discurso pronunciado hoy por el canciller español:
“...Como en toda la historia humana hay claroscuros, y también ha habido dolor e injusticia hacia los pueblos originarios a los que se dedica esta exposición. Hubo injusticia, justo es reconocerlo hoy y justo es lamentarlo, porque esa es también parte de nuestra historia compartida, y no podemos ni negarla ni olvidarla.”
La mandataria también dio lectura al prólogo que escribió para el libro que acompaña la exposición, texto que también abre la sección dedicada a las mujeres indígenas.
Entre otros fragmentos, se lee:
“La Conquista no fue un encuentro entre iguales; fue un proceso brutal de violencia, imposición y despojo. Se intentó destruir no solo el territorio, sino culturas enteras, saberes milenarios, lenguas y modos de vida."
“Las mujeres indígenas sufrieron especialmente el embate: fueron silenciadas, desplazadas, violentadas. Sin embargo, resistieron en silencio y en acción, en lo individual y en lo colectivo, en el telar y en la palabra, en el rito y en la comunidad."
“Hoy esas voces resurgen con fuerza. Las mujeres indígenas de México siguen creando, sanando, luchando, corriendo —diría yo— y enseñando."
“Esta exposición celebra su arte como forma de resistencia y de renacimiento, porque su creatividad no solo es herencia: también es presente y, orgullosamente, futuro."
“Honrar este legado implica reconocer los abusos del pasado y del presente. La discriminación, el racismo y el desprecio hacia los pueblos originarios aún persisten. Erradicarlos es un deber ético si aspiramos a un mundo verdaderamente justo, donde todas las culturas, todas las lenguas y todas las personas tengan el mismo valor.”
Edición: Emilio Gómez