En su segundo informe de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador resaltó que la pandemia de COVID-19 no es un asunto político, sino de salud pública y ratificó que en noviembre se esperan resultados de la vacuna que desarrolla la Universidad de Oxford junto con la empresa británica AstraZeneca, y en cuya producción y distribución participarán Argentina y México
para aplicarla a más tardar a principios de año próximo de manera universal y gratuita.
Resaltó que la pandemia “no ha desembocado en hambruna ni en escasez de alimentos ni asaltos”.
Aseguró que ha confiado las decisiones en materia de salud a un equipo de profesionales con gran experiencia y capacidad.
“El coronavirus nos ha dado dolor, tristeza y penurias, pero ha fortalecido el amor de las familias, ha demostrado la entrega de los trabajadores de la salud, y es indudable que saldremos de la pandemia con mejor sistema de salud. Recibimos el gobierno con 401 hospitales abandonados, saqueados, y con un déficit de más de 200 mil profesionales de la medicina".
En pocos meses, dijo, hemos reconvertido, con el apoyo de gobiernos estatales, de la Secretaría de Marina y de la Defensa, 969 hospitales para atender pacientes con COVID-19; se han instalado más de 2 mil 203 camas y 10 mil 612 con ventiladores, así como se han contratado 47 mil médicos generales, especialistas, enfermeras y otros trabajadores de la salud.
Resaltó que los efectos en la pandemia son más graves por padecimientos como hipertensión, obesidad, diabetes, por lo que llamó a cuidar la alimentación, no consumir alimentos chatarra, practicar ejercicio y deporte.
Edición: Ana Ordaz
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La Jornada
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