La policía no interviene, pese a estar presente

Mirna Servín Vega
Foto: Tomada de un video proporcionado por los vecinos
La Jornada

18 de diciembre, 2015

El terror comenzó cuando las puertas de cada uno de los departamentos del edificio de Ámsterdam 25 comenzaron a caer a golpes y patadas. Los vecinos no entendían qué pasaba, parecía un asalto. Uno incluso pensó que venían a secuestrar o matar a alguien.

Eran alrededor de 30 hombres, algunos armados, que irrumpieron de manera violenta la noche del miércoles en el edificio ubicado en dicha calle, casi esquina con Cacahuamilpa, en la colonia Hipódromo Condesa.

Minutos antes de las 21 horas, un residente que paseaba a su perro se dio cuenta de que decenas de hombres vestidos de negro se reunían en esa esquina. Prefirió ingresar en su departamento y apagar la luz para observarlos desde la ventana. Miró a los hombres caminar hacia el edificio, pero sintió tranquilidad al ver que una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) se detenía justo en la entrada del inmueble.

Poco le duró el alivio. Por los ruidos y la vista de una ventana hacia el patio interior del edificio entendió que el grupo armado había entrado. Unos segundos después, los golpes contra las puertas y los gritos lo hicieron encerrarse en una habitación y tirarse en el suelo con el peor de los temores.

Abajo, una mujer, al parecer embarazada, con gorro invernal comandaba a los agresores y se ostentaba como la dueña del edificio frente a los policías que sólo miraban la escena, según narraron los denunciantes.

El dueño del lugar, quien habita uno de los departamentos y posee las escrituras de la propiedad, bajó a ver qué sucedía y en el camino se topó con un hombre que lo encañonó y le pidió a gritos que se hincara.

Me llevaron hasta la planta baja y ahí empecé a gritar a los policías que nos estaban sacando de nuestras casas; que nosotros eramos los legítimos propietarios, pero no obtuve respuesta. Fue hasta que pude marcar al número de un policía de la zona que tengo registrado en mi celular que empezaron a llegar más patrullas y comenzaron las detenciones, explicó el joven, quien presentó la denuncia correspondiente por estos hechos, la cual quedó asentada en la averiguación previa FCH/CUH-2/T2/02178/15-12.

Alertan por red social

Otros vecinos confirmaron que aunque los hombres que entraron por la fuerza a sus departamentos robaron dinero, joyas y laptops, entre otras pertenencias, la amenaza era “sacarlos del lugar con violencia y el mayor daño posible.

En la entrada pudieron pasar porque una señora iba saliendo y abrió la puerta. Aun así, el grupo rompió la chapa e hizo destrozos. También nos amenazaron que iban a volver para sacarnos, comentó una señora que habita en este inmueble.

De acuerdo con los testigos, durante el ataque cinco o seis personas fueron sacadas de sus departamentos –dos a punta de pistola–, mientras abajo la embarazada ordenaba que no dejaran pasar a ninguno de los otros inquilinos, quienes apresurados llegaban a su hogar tras ser avisados de la irrupción por medio de una red social que formaron para estar comunicados.

Al preguntarle sobre los hechos, la SSPDF informó en un boletín de prensa que se trató de un asalto en el que se detuvo a 10 personas por el delito de robo a casa-habitación.

De acuerdo con las autoridades, policías auxiliares que realizaban labores de vigilancia con la patrulla DF-050-Z1 fueron requeridos por una pareja en el cruce de las calles Ámsterdam y Cacahuamilpa, en la referida colonia.

“Los denunciantes señalaron que varios individuos ingresaron con lujo de violencia a su domicilio, de donde sustrajeron 12 mil pesos, diversas tarjetas bancarias con crédito de más de un millón de pesos y una tablet electrónica.”

Por esta acción se detuvo a nueve hombres, entre ellos un menor de edad, y una mujer.

Los sospechosos se identificaron como José Ángel C., de 24 años; Cristian Isaac O., de 26; Juan Agustín B. y Édgar Eduardo R., de 22; Juan Carlos S. y Octavio G., de 27; Alberto S. y Aarón O., de 25; así como José Guillermo T., de 17, y Kenda Lorena V., de 32 años.

Hasta ayer los afectados continuaban declarando en la coordinación territorial CUH2, donde el Ministerio Público en turno les pidió, delante de los 10 detenidos, que le señalaran directamente qué había hecho cada uno, para poder procesarlos.