Los libros son indispensables

Ericka Montaño Garfias
Foto: Alfredo Domínguez
La Jornada Maya

31 de agosto, 2015

Ya pasó más de la mitad del año y es el momento en el que muchos recuerdan que el pasado 31 de diciembre hicieron una bonita lista de propósitos para año nuevo y comienzan a tachar lo que de plano no pudieron hacer. Bueno, pues una de las cosas que no hay que tachar es comer bien y hacer ejercicio (nunca es tarde).

Si como yo, de un día para otro cambió toda su forma de alimentación (de megacarnívora a vegetariana) los libros se convierten en una guía indispensable para aprender, y esto va no sólo para quienes cambiamos de alimentación, vale para todos, sean vegetarianos, veganos o carnívoros, porque una de las cosas básicas es saber sobre el cuerpo, cómo alimentarlo y tener recetas fáciles y ricas a la mano para no aburrirse.

La que viene a continuación es una combinación de libros que tienen de todo y para todos, para los que comen carne, para quienes la dejaron, para aquellos que no entienden ni papa de los superalimentos o dietas alcalinas (tan de moda ahora con los detox), o quienes tienen niños y les gusta hacer comida para ellos pero con ellos, y para hacer ejercicio una guía para aprender a correr, tanto si va a correr un kilómetro, un maratón, un ultra o detrás del carrito de los tamales. El chiste es moverse.

Aquí van (no están en orden de importancia).

1. Ama tu cuerpo: el poder, la fortaleza y la ciencia para lograr un cuerpo sano y maravilloso. Escrito por Cameron Diaz (sí, la actriz) en colaboración con Sandra Bark. El libro es una clase básica del funcionamiento del cuerpo, escrito con peras y manzanas. Cameron Diaz no es vegetariana, pero todo lo que ofrece en este título, publicado por Aguilar, se aplica a cualquier persona en cualquier momento.

Está dividido en tres partes: Nutrición, Ejercicio y Mente. Va desde Eres lo que comes (que es el primer capítulo) hasta qué son las proteínas, las grasas, la digestión, los carbohidratos complejos, el movimiento, los huesos, los músculos, los básicos del entrenamiento, el sueño, descifrar el apetito moderno, planear la nutrición y encontrar al atleta que todos llevamos dentro (en algún lugar remotamente escondido, pero lo tenemos).

2 y 3. Mayim’s vegan table y Make your own rules diet. Estos los pusimos juntos por dos cosas: están en inglés y no se encuentran en las librerías mexicanas (editoriales, pónganse las pilas), así que hay que pedirlos a alguna librería en línea y esperar pacientemente a que lleguen o en alguna tienda de e-books.

Mayim’s vegan table está escrito por Maxim Bialik (otra actriz, que además estudió neurociencias) en colaboración con el doctor Jay Gordon y son recetas exclusivamente veganas, es decir, cero productos derivados de animales: no queso, no huevo, no leche, no miel, y las recetas son muy fá- ciles (una vez que se traducen) y deliciosas.

El otro es de la yogui Tara Stiles cuya alimentación es vegetariana (se permite un poco de pizza con queso de vez en cuando, por ejemplo) y lo mismo: las recetas son riquí- simas, cero complicadas, pero no sólo son las recetas: su libro ayuda a hacer menos caótico el mundo actual, encontrar el balance dentro del caos, cómo meditar y rutinas completas de yoga, sin caer en los libros de superación personal.

4 y 5. Estos dos van juntos porque son de una misma serie: El chef medicinal. Ambos escritos por Dale Pinnock. El primer libro lleva el subtítulo Recetas para una vida sana, y el segundo Recetas saludables para cada día.

La gracia de estos dos títulos, publicados por Planeta, es que cada receta sirve para determinados padecimientos: piel, articulaciones y huesos, sistema respiratorio, sistema inmune, sistema metabólico, salud mental y sistema nervioso, corazón y circulación, sistema digestivo, y sistemas reproductivo y urinario. Cada receta sirve para más de un problema y son para omnívoros aunque fácilmente adaptables a vegetarianos.

6. Las recetas de @saschafitness. La autora es la venezolana Sascha Barboza, quien hizo una revolución en las redes sociales por ofrecer tips de entrenamiento y de alimentación, con recetas fáciles para los omnívoros, pero lo mismo, fácilmente adaptables a vegetarianos.

El libro lo publica Planeta y también habla del cuerpo, la alimentación y el ejercicio para después pasar a la parte sabrosa de las recetas: desayunos, platos salados y meriendas y postres, así como una lista del mercado y la forma de entender las tablas nutrimentales de los productos.

7. Superalimentos: los alimentos más saludables del planeta, de Tonia Reinhard, publicado por Altea. Quien no haya escuchado hablar de los superalimentos es que ha estado viviendo en una caverna.

Un superalimento, explica la autora, es un alimento que contiene un alto nivel de nutrientes esenciales y otros compuestos que pueden beneficiar tu salud.

Espárragos, acelga, col rizada (kale o berza), hongos, cúrcuma, canela, quinoa, frijoles, crustáceos y sardinas son algunos de los 200 superalimentos detallados aquí, con tips de preparación incluidos.

8. La dieta alcalina: el plan de alimentación que revolucionará tu vida, de Natasha Corret y Vicki Edgson, está publicado por Larousse. En el mundo actual se consumen demasiados alimentos ácidos: todas las carnes, lácteos, panadería y repostería industrializada que generan numerosos problemas de salud (entre ellos la diabetes y el sobrepeso).

La idea aquí es consumir la mayoría de productos alcalinos, es decir, consumir alimentos frescos de la manera más natural posible, dicen las autoras.

9 y 10. Cocina con Dora y Diego y Cocina con los superhéroes, editados por Megaediciones y distribuidos por Larousse, son recetas para preparar con los hijos, sobrinos, nietos, que se manchen y se chupen los dedos pero, sobre todo, que se vuelvan menos remilgosos (que sé de dos que tres padres y madres que ganas les dan de darle un zape a sus hijos cuando no quieren comer).

Y el extra de hoy es Guía total para aprender a correr (Larousse) que ya puestos a comer bien, hay que darle movimiento al cuerpo.

Dicen por ahí que un cuerpo sano es 70 por ciento alimentación y 30 por ciento ejercicio. Así que… ¡A darle!