45 mil mastografías anuales

Ángeles Cruz Martínez
Foto: José Antonio López
La Jornada

Ciudad de México
Jueves 20 de octubre, 2016

Entre la realización de la prueba de detección de cáncer de mama, el diagnóstico y el inicio del tratamiento médico para una paciente, pueden pasar seis meses o más en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Es un tiempo muy largo que disminuye las posibilidades de sobrevivencia de las afectadas, reconoció el director del organismo, Mikel Arriola, al inaugurar la primera clínica donde se ofrecerá una atención médica integral de este padecimiento.

En el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, y como parte de las actividades del mes para sensibilizar a la sociedad respecto de este mal, el funcionario subrayó la necesidad de fortalecer la prevención de esta y otras enfermedades crónico degenerativas.

Ahora las personas viven más tiempo, pero con afecciones durante los últimos 30 años de su vida. La buena noticia, dijo, es que se pueden evitar con hábitos saludables de alimentación y actividad física, así como con un servicio médico que logre prevenir, anticiparse a la aparición de los padecimientos o, al menos, detectarlos a tiempo para que las personas conserven su salud.

En el IMSS cuatro enfermedades representan la mayor carga por los años de vida saludable perdidos. Éstas afectan a 20 por ciento de los derechohabientes, pero absorben entre 60 y 70 por ciento de los recursos del instituto para enfermedades y maternidad. Son los padecimientos cardiovasculares, diabetes, cáncer de mama y de próstata.

Por eso, insistió Arriola, hay que virar hacia la prevención y fortalecer el primer nivel de atención a fin de que aumente su capacidad resolutiva. De otra manera, el gasto del IMSS en la atención de estos males pasará de 80 mil millones de pesos en la actualidad, a 350 mil millones de pesos en 2050.

La nueva Clínica de Mama se ubica en la delegación sur del instituto en la ciudad de México y es la primera del modelo de atención que el Seguro Social pondrá en marcha en el primer trimestre de 2017.

Las mujeres de 40 a 69 años de edad serán referidas de su Unidad de Medicina Familiar (UMF). En la Clínica de Mama se les realizará la mastografía y ahí mismo se instaló un centro de interpretación de resultados, con lo que en sólo ocho días se podrá hacer el diagnóstico y, de ser el caso, enviar a la paciente al Hospital de Ginecología número 4, de alta especialidad, o al Hospital de Oncología en el Centro Médico Nacional Siglo XXI.

Es relevante, explicó el funcionario, porque el camino tradicional es que las pacientes pasan de la UMF a un hospital general, donde se realiza el estudio clínico y en otro sitio se hace la interpretación. Al final, después de varios meses, son referidas a la unidad de alta especialidad.

En la ceremonia de inauguración de la clínica, el director del IMSS estuvo acompañado por su homólogo del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), José Reyes Baeza Terrazas, con quien coincidió en que el sector salud es uno solo y todas las instituciones que lo integran trabajan juntas en beneficio de los mexicanos.

Respecto de los servicios que ofrecerá la Clínica de Mama, Arriola explicó que en la delegación sur de la Ciudad de México están adscritas 1.1 millones de mujeres, de las que 600 mil tienen entre 40 y 69 años de edad. A éstas se ofrecerá la prueba de detección del tumor y se les dará seguimiento, incluso se les buscará si no acuden a sus citas o si aún no se han realizado el estudio. Esto nunca se ha hecho en el IMSS, pero la idea es sacar el máximo provecho de las UMF, de las mil 500 con que cuenta el organismo, porque el esquema que ayer se puso en marcha se va a replicar en todo el país con el nuevo modelo de atención, indicó el director.

La Clínica de Mama realizará 45 mil mastografías al año. Empezará a operar la próxima semana en forma progresiva: en un inicio con las derechohabientes de cuatro UMF y para enero de 2017 estarán incorporadas las 24 clínicas familiares que forman parte de la delegación sur.

Arriola comentó que la inversión en este caso ascendió a 33 millones de pesos. Este monto es la mitad de lo que cuesta instalar una clínica familiar, y representa “una fracción muy pequeña” del gasto en hospitalización por cáncer de mama. Subrayó que es una buena inversión y en el futuro contribuirá a liberar recursos económicos en el Seguro Social, por una menor cantidad de enfermas de cáncer.

La clínica se ubica en la colonia Condesa, a un lado de un centro de canje de vales de medicamentos. Cuenta con cuatro mastógrafos, dos equipos para realizar biopsias (toma de muestras del tumor para su análisis) y un centro de interpretación.