Blanca Juárez
Foto: Francisco Olvera
La Jornada Maya
Viernes 26 de agosto, 2016
Para el gobierno federal, hay un indicador ‘‘bastante objetivo, bastante más terreno’’ para saber si la pobreza ha disminuido: la lavadora de ropa. Ayer el titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), José Antonio Meade Kuribreña, afirmó que poseer ese electrodoméstico significa que se tiene agua en casa, electricidad, ingreso y acceso a un crédito.
Citó el caso de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, las tres entidades más marginadas. En 2000 ‘‘menos de dos de cada 10 viviendas tenían una’’. Ahora, cuatro de cada 10 cuentan con una lavadora. ‘‘El avance es dramático’’, consideró, aunque el reto es importante, ponderó en la firma de un convenio con la Cámara Internacional de Comercio (ICC, por sus siglas en inglés) sección México.
Al referirse a la polémica entre el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), a raíz de los criterios que introdujo recientemente el Inegi para reportar el ingreso de los hogares, Meade señaló que el nuevo indicador ‘‘aterriza más el panorama.
‘‘Habrán sido testigos de los pleitos entre el Inegi y el Coneval’’, indicó en su intervención. Más adelante, al responder preguntas de los asistentes, expresó que, por ejemplo, algunos ciudadanos con seguridad social no saben que tienen cobertura por incapacidad. Entonces, le dicen a los encuestadores del Inegi que no cuentan con ese derecho.
Para el Coneval, apuntó, no acceder a todos los beneficios no cuenta como tener seguridad social. Hay dos formas de enfrentar ‘‘ese dilema’’, continuó. Una es ‘‘decir que es una barbaridad la forma en que mide el Coneval’’. La segunda, y es por la que opta la Sedesol, aseveró, es ‘‘tomar en serio lo que dice’’ ese organismo.
La seguridad social es uno de los seis derechos para estimar el grado de carencia de los habitantes. La educación, salud, alimentación, vivienda y servicios básicos son los otros cinco que, sumados a los ingresos, dan por resultado el nivel de pobreza, explicó.
Desde 2008, que se ocupa esa fórmula, la pobreza extrema se redujo, manifestó. Pero la moderada se elevó debido al ‘‘incremento de precios por encima de los ingresos’’. Entre 6 y 7 millones de mexicanos ‘‘no tienen acceso a prácticamente ninguno de los bienes y servicios’’, dijo citando estimaciones del Banco Mundial.
Asimismo, informó que el rezago educativo es de 18.6 por ciento. ‘‘Es en el que menos hemos avanzado’’, reconoció. Quien termina la secundaria gana el doble que quien sólo tiene certificado de primaria, y quien termina la preparatoria ‘‘vive cuatro años más que quien no’’. Y quienes se gradúan de la universidad ganan 75 por ciento más que aquellos que se quedan en nivel bachillerato.
Al término del acto Meade exhortó a los maestros en paro de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación a no interrumpir las clases. Reiteró que el abasto de alimentos en las tiendas Diconsa está garantizado a pesar de los bloqueos carreteros de los profesores que exigen abrogar la reforma educativa.
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