Javier Molina
Foto: Archivo La Jornada
La Jornada Maya
San Cristóbal de Las Casas, Chis.
12 de abril, 2016
El catorce de abril de 1976, hace 40 años, falleció el escritor José Revueltas. Antes que nada, se le rindió un homenaje en el auditorio Ché Guevara de la Facultad de Filosofía y Letras, en la que decidió participar como miembro del comité de lucha durante el movimiento estudiantil de 1968.
Allí pronunció unas palabras el legendario escritor Juan de la Cabada, quien recordó al autor de Los días terrenales participando en un mitin en la Plaza de Santo Domingo, a la edad de quince años. Platicó que cuando llegaron los granaderos a callar al orador en turno, el jovencito Revueltas le gritó: "¡No te bajes, Caps!"
Fue la primera vez que lo llevaron a la cárcel. "Estamos hablando de un hombre valiente -finalizó De la Cabada-, yo pido un aplauso para él".
El sepelio, realizado en el Panteón Francés de la Piedad el 15 de abril, resultó un espontáneo y singular acto político. La multitud impidió que hablara el enviado gubernamental Víctor Bravo Ahuja, entonces secretario de Educación Pública.
"¿No se da usted cuenta de que no queremos oírlo, señor?", lo increpó Martín Dosal, quien había sido compañero de celda de Revueltas en Lecumberri.
"¿Que siendo compañero de Revueltas en la Secretaría de Educación Pública y estando él preso nadie hizo nada por sacarlo? ¿No se da usted cuenta que José Revueltas muere sentenciado? ¿No le da a usted vergüenza de estar aquí con todo lo que ha hecho en Oaxaca, en la educación media al servicio de los caciques y los burgueses de Monterrey? ¡Debería de largarse rápidamente!"
Rosaura Revueltas, la actriz hermana del escritor, quiso matizar diciendo "aquí hemos venido nada más a despedir al entrañable hermano, al entrañable amigo y al hombre de valor...".
"Y al comunista", agregó otra voz. Entonces muchas personas entonaron La Internacional, y el ataúd fue cubierto de claveles rojos y de una bandera también roja con la hoz y el martillo.
El entonces reportero de Excélsior Rodolfo Rojas Zea publicó una crónica puntual del acontecimiento en la edición del 16 de abri de 1976l, con el siguiente encabezado: "El sepelio de Revueltas se volvió acto político".
El escritor José Agustín, por su parte, en un artículo publicado en la Revista de Bellas Artes, consideró que "la vida politica de Revueltas fue más allá de grillas, y resultó tan sincera y efectiva que ameritó varias estancias en las Islas Marías, en Lecumberri y otras cárceles. Estos aprisionamientos eran para el 'como una beca', en los que estudiaba y escribía profundamente. Tanto evitó componendas y rehuyó los medios oficiales, y fue tan auténtica y honesta su lucha política, que incluso su muerte sirvió parta que se llevara a cabo uno de los eventos políticos más justos, importantes y valientes, precisamente por su espontaneidad".
Yo recuerdo el viento suave de aquella tarde de abril, la multitud de amigas y amigos allí congregados. Desde los camaradas de los tiempos heroicos del Partido Comunista Mexicano hasta los jóventes del 68.
Un cuarteto de cámara (violines, viola y cello) interpretó el Duelo por García Lorca y el Andante de Cuauhnáhuac, de Silvestre Revueltas. En la tumba granítica quedaron inscritas para siempre las palabras de Goethe: "Gris es toda teoría, verde es el árbol de oro de la vida"
Hugo ''N'' fue imputado por atentar, junto con otro individuo, contra su ex pareja sentimental en 2015
La Jornada Maya
Salvador Pérez tuvo tres carreras impulsadas
Ap
Dirigió cintas como ‘50 Sombras de Grey’ o ‘Seduciendo a un extraño’
Europa Press