79 Convención Bancaria

Alonso Urrutia, Julio Reyna y Roberto González Amador
Foto: Notimex
La Jornada Maya

Acapulco, Gro.
11 de marzo de 2016

A dos años de su aprobación, la reforma financiera no solamente ha permitido reducir las tasas de interés y ha expandido el financiamiento, sino que también ha repercutido en ampliar los niveles de crédito para pequeñas y medianas empresas y el sector rural, además que ha apuntalado programas sociales, sostuvo el presidente Enrique Peña Nieto.

Al inaugurar la 79 Convención Bancaria, el mandatario subrayó que ante la enorme volatilidad internacional, México se posiciona como una de las economías más atractivas porque adelantó la aplicación de las reformas estructurales. Sin embargo, la eficacia de estos cambios se ha sustentado en una de las prioridades de su administración: la estabilidad macroeconómica.

"México se distingue de otras economías porque cuenta con estabilidad macroeconómica y un sistema bancario robusto, así como una estrecha integración productiva con América del Norte, región que está teniendo crecimiento positivo. Integración, estabilidad y reformas posicionan a México como una de las economías más atractivas", sostuvo.

Ante integrantes de la Asociación de Bancos de México (ABM), Peña Nieto subrayó que en este contexto global, el Fondo Monetario Internacional ha recomendado a los países la adopción de reformas estructurales, que México ya puso en marcha.

Destacó la solidez de la banca en el país, la cual debe ser aprovechada como herramienta para el desarrollo, apuntó. "Es importante resaltar que este aumento de la oferta crediticia ha ido acompañado de mayor solidez del sistema bancario", dijo.

Mencionó algunas cifras que reflejan el efecto que ha tenido la reforma en el sector: el ahorro financiero pasó de representar 55.8 por ciento del PIB en 2012, a 69.3 por ciento en 2015, esto es, más 13.5 puntos porcentuales.

[h2]Trabajo de diversos sectores[/h2]

Asimismo, en 2012 el crédito otorgado por la banca en México representaba 25.7 por ciento del PIB, el cual pasó en 2015 a 30.9 por ciento, aunque instó a los banqueros a que represente 40 por ciento en 2018, conforme al objetivo de la reforma. El crédito a las empresas creció 15.6 por ciento, aunque en el caso de micros, pequeñas y medianas empresas supera 17.6 por ciento; los créditos personales, 19.4 por ciento, y los hipotecarios 9 por ciento.

"Estos indicadores confirman el impacto positivo que está teniendo esta reforma en el sector financiero, uno de los más importantes de nuestra economía", declaró.

No obstante, Peña Nieto se refirió a los efectos de la reforma financiera más allá de los directamente relacionados con el sector, pues el objetivo era la expansión del crédito hacia otros sectores, además de que fuera más barato y con tasas de interés reducidas. Esto ya ha repercutido en un incremento de 49 por ciento, en términos reales, del crédito al sector agropecuario, y de 39 por ciento en el sector de vivienda.

Peña Nieto sostuvo que los logros alcanzados no sólo en esta reforma, sino del conjunto de cambios estructurales que se han promovido, no sólo son atribuibles al esfuerzo gubernamental por generar las condiciones macroeconómicas, sino que se trata del resultado del trabajo de los diversos actores involucrados.

Sin embargo, consideró que es necesario tener claro de dónde viene el país, qué es lo que ha logrado y hacia dónde se pretende llegar. En este sentido, exhorto a los banqueros a mantener el ritmo del cambio e introducir nuevas tecnologías que permitan potencializar aún más el sector.