Hablar de Mario

Jesús Hernández Martínez
Foto: Especial
La Jornada Maya

Martes 12 de junio, 2018

Para quienes escribimos pareciera obligatorio abordar el tema del retorno del ex gobernador, Mario Villanueva Madrid, a Chetumal, a su tierra de la que tanto se enorgullece, pero la posición tal vez no sea del todo cierta. Lo cierto es que muchas personas ya han expresado que, “a fin de cuentas comienza a hacérsele justicia” y que Villanueva Madrid debiera pasar los últimos años de su condena en el domicilio de su propiedad, el rancho El Mostrenco, a la vera de la carretera Chetumal-Calderitas, y no en el Centro de Reinserción Social de Chetumal.

Con todas sus penurias a cuestas, dicen los pocos que le vieron descender del avión que el miércoles pasado lo trajo de la ciudad de México a Chetumal, Villanueva Madrid esbozaba una sonrisa, muestra de su alegría de retornar después de 17 años, a Chetumal, en donde pasó su infancia y adolescencia antes de trasladarse de joven al norte del país para estudiar para Ingeniero Agrónomo.

Algunos de sus allegados creen que, en cuanto se permita, se formarán largas filas frente al Cereso de Chetumal para saludarle, pues ya se multiplican en las redes sociales los mensajes de bienvenida y los saludos. Trascendió que en el Cereso fue bien recibido y entre aplausos, agentes policiales y varios reos, le estrecharon la mano.

Aunque habrá quienes no lo quieren pues “gobernó con mano dura” y envió durante su gestión a varios de sus colaboradores a la cárcel por diversos delitos, la mayoría de la población mantiene buenos recuerdos de uno de los gobernadores más polémicos, tal vez más odiados por algunos, pero el más querido por la población en general. Fue, según se dice, “muy bueno para muchos y muy malo para pocos”.

Según algunos, ya comienzan a organizarse sus seguidores para iniciar movimientos de apoyo al ex gobernador para pedirles a las autoridades que le permitan cumplir su sentencia en su domicilio. “Así como la profesora, Elba Esther Gordillo”.

De entrada, como publicó La Jornada Maya, el jueves pasado unas 200 personas acompañadas de un mariachi fueron a cantarle desde el exterior del penal, a manera de serenata, varias canciones que son del gusto del ex gobernador aunque él no salió.

Pero en los cafés, los corrillos políticos y las pláticas de banqueta, se dice que el retorno de Villanueva Madrid a Chetumal, después de los 17 años que pasó en varios penales incluso de los Estados Unidos, tiene varias lecturas; la más importante, la cercanía de las elecciones. El hijo del ex gobernador, Carlos Mario Villanueva Tenorio, ha dicho en varias ocasiones que su papá es “un botín político”.

Algunos de los pocos que han platicado con él dicen que “está muy contento” y, en el plano de salud, “le hará mucho bien el clima local ya que sufre una afectación pulmonar.

Apenas lleva pocas noches de dormir en el Cereso de Chetumal, sus amigos seguirán encontrándole virtudes y sus enemigos defectos. Las semanas y los meses, por las labores de sus abogados, irán definiendo su situación legal. Mientras tanto, ya se convirtió en pocos días en otro punto de atención de muchos quintanarroenses.

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