Marybel ya piensa en 2022, ¿y Mara?

Hugo Martoccia
Foto: Raúl Angulo Hernández
La Jornada Maya

Lunes 11 de junio, 2018

Las encuestas comienzan a mostrar una realidad que parece difícil de modificar. El cada vez más probable triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República tiene su correlato en Quintana Roo. En Morena nadie duda de que van a ser la principal fuerza política del estado después del 1 de julio. Y esa situación comienza a delinear el futuro de algunos actores.

La candidata al Senado por Juntos Haremos Historia, Marybel Villegas, es la que ha arrancado en punta a la hora de pensar más allá de la elección inminente.

La ex priísta será senadora, porque tiene un espacio privilegiado en la lista plurinominal de Morena. Pero además confía en un triunfo arrollador en la elección. Las encuestas de Morena la sitúan por encima del 40 por ciento de la intención de voto.

No se trata de datos sin sustento. La proyección de www.oraculus.mx, que [i]La Opinión[/i] presentó días atrás, dice que AMLO lograría alrededor de un 55 por ciento de los votos en Quintana Roo. Los números surgen del análisis de los datos de 8 casas encuestadoras diferentes.

El tabasqueño nunca traslada todos sus votos a los candidatos de su partido, pero lo cierto es que la elección del 1 de julio se parecen cada vez más a un fenómeno electoral. De allí que en Morena ven que sus candidatos mejoran en las encuestas cada semana.

Con esos números, que la realidad deberá ratificar, Marybel ya tiene trazado un plan político para el escenario post 1 de julio.

[b]Caminar y confrontar[/b]

Los próximos 4 años, Marybel Villegas dividirá su agenda entre la Ciudad de México y Quintana Roo. Cumplirá con su trabajo de senadora, pero recorrerá todas las semanas las comunidades del estado, para mantener un contacto directo con los votantes.

No estará inventando nada. Fue el propio AMLO el que reconstruyó, con ese esquema, su movimiento político luego de la polémica derrota electoral que sufrió en 2006 ante Felipe Calderón.

Marybel tiene muy claro que en Morena el trabajo político debe estar acompañado de encuestas sólidas. Para ser candidata a gobernadora en 2022, que es su objetivo, tiene que estar primera en todas las encuestas. Por eso, quiere estar en las calles y en las comunidades hablando con la gente.

El otro aspecto de esa campaña de largo plazo es el contenido político. En las últimas semanas, llamó la atención el giro de su discurso electoral, que ahora parece ir en busca de otros adversarios.

Empezó con un ataque directo hacia la familia Joaquín. Mediante un video muy difundido a través de las redes sociales, la candidata de Morena se refirió al ex gobernador y secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell; al actual mandatario, Carlos Joaquín González, y también las críticas llegaron hasta el candidato a la alcaldía de Cozumel, Pedro Joaquín Delbouis.

Acusó a la familia cozumeleña de sentirse los dueños de la isla, y de pensar que “Quintana Roo les pertenece”.

La elección de esos enemigos no es gratuita. Supone una pelea directamente con los que están en el vértice del poder, poniéndose a su altura, y además le hace un guiño a AMLO, que tiene un enfrentamiento desde hace años con ellos.

No se trata de una apuesta menor. Es una decisión que parece lógica, pero implica confrontar con una familia histórica en el estado. Esa historia política de Quintana Roo dice que este tipo de pleitos siempre han tenido el mismo ganador.

Por otra parte, la ex priísta ya trabaja para quedarse con el partido, algo que no debería serle muy difícil. Morena es una estructura dispersa que nunca tuvo un liderazgo claro en el estado.
La pregunta que se hacen alrededor de la candidata es si ya son los tiempos de pensar en un proyecto de largo plazo. La mayoría responde que sí.

Con AMLO presidente, el camino de Morena en el estado es muy claro: ganar las diputaciones locales de 2019, las federales de 2021, y llegar como la principal fuerza política a la sucesión gubernamental de 2022.

Ese es el proyecto, después están las personas. Marybel Villegas ha hecho en la política, quizá, más enemigos que amigos. Y los enemigos siempre vuelven a cobrar las afrentas.

Quienes conocen a la candidata dicen que tiene una gran virtud y un gran defecto. Su gran virtud es la ambición y voluntad de poder que tiene. Su gran defecto es, también, la ambición y voluntad de poder que tiene.

Eso significa, digamos, que la virtud desaparece cuando los límites de ese empuje primario se hacen difusos.

[b]Mara, el otro proyecto[/b]

La situación de Mara Lezama es diferente, pero el objetivo quizá sea el mismo. Al día de hoy, sólo una catástrofe electoral podría quitarle el triunfo en Cancún. Y con ese triunfo, su camino natural sería pensar en la gubernatura.

Con respecto al próximo 1 de julio hay que tener algo claro: en una elección puede pasar cualquier cosa; pero es difícil que algo extraordinario suceda cuando los demás no tienen ni siquiera candidatos competitivos.

Mara será presidente municipal de Cancún, entre otras cosas, porque las dos principales fuerzas políticas que deberían haber peleado la elección, la coalición PVEM-PRI-Panal, y la del PRD-PAN-MC, se quedaron sin sus candidatos.

El problema de Mara es que su día después será muy diferente al de Marybel. El 2 de julio, el enorme peso de los problemas sociales de Cancún comenzarán a mudar de Remberto Estrada hacia la presidente municipal electa.

Mara lidiará con problemas casi insolubles cada día. Sin embargo, quienes apuestan a su proyecto, dicen que la base electoral de ella no es prestada, o directamente ajena, como la de Marybel: ganará la elección de manera sólida, y esos votos serán suyos y de nadie más.

Hasta ahora, nadie ha oído a Mara Lezama hablar de un proyecto político que vaya más allá de Cancún. Pero en la política hay que cosas que ni siquiera deben decirse ni pensarse para que sucedan.

Su triunfo electoral inminente es el de un proyecto que la tiene como su cabeza visible. Ese triunfo movilizará todas las ambiciones que contiene cualquier proyecto similar.

La sucesión gubernamental, entonces, ya tiene dos nombres casi seguros. En los otros frentes la situación es confusa; deben aún pasar el duro filtro del 1 de julio. En este momento, la mayoría de esos actores políticos sólo espera que las malas noticias de hoy, no se conviertan en realidades aún peores el día de la elección.

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