Mundo surrealista

Normando Medina Castro
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Jueves 24 de mayo, 2018

Quien desconoce o ignora la historia, carece de rumbo y construye sin cimientos sólidos, además de no poder transmitir certidumbre ni fortaleza. Es muy complicado que a alguien que no conoce ni valora los hechos, un partido político lo abandere y pretenda liderarlo. Durante el segundo debate presidencial, el candidato de la alianza Todos por México formada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI)-Partido Verde Ecologista Mexicano (PVEM) y el Partido Nueva Alianza (Panal), José Antonio Meade Kuribreña, dejó claro que en su visión la mejor época de nuestro país inició a partir de 1988, sí, precisamente con el modelo económico neoliberal.

El candidato presidencial priísta afirmó que antes de 1988 México vivía períodos de escasez de diferentes productos y un atraso en muchos aspectos, lo cual en su opinión cambió favorablemente con la inversión y el comercio de una economía abierta. Más adelante en el mismo debate aseguró que “en esta elección hay mucho en juego” con si queremos un cambio hacia delante o hacia atrás “y lo que vemos en Andrés Manuel es una añoranza por un México en el que nos fue mal, un México cerrado en el que el gobierno decidía por ti y en vez de preguntarle a las familias les decía qué hacer”.

Seguramente los más de 60 millones de pobres opinan que estamos muy bien actualmente. El poder adquisitivo de los trabajadores seguramente es mayor en el mundo surrealista que vive Meade. Allí en ese lugar la gasolina es más barata, la canasta básica también y, por supuesto, el acceso a los satisfactores para una vida digna es para todos y no sólo para unos cuantos. El dólar, allí está casi a la par del peso mexicano y, claro, tampoco hay corrupción, violencia, inseguridad, impunidad ni las desigualdades cada vez mayores que el común de los mortales percibimos en este México.

En su afán de defender a ultranza los intereses del régimen agonizante, que no es otra cosa que los privilegios de los más ricos y poderosos de México, omite que el hoy satanizado PRI que abandera como candidato a la presidencia, como cualquier institución humana tiene claroscuros y en su momento fue el partido de Lázaro Cárdenas y de otros presidentes que contribuyeron para acabar con las asonadas de la época de caudillos y de guerras intestinas. El PRI gobernó también en la etapa conocida como El milagro mexicano de 1940 a 1970 cuando nuestra economía crecía a niveles que provocaban envidia y recelo de nuestros vecinos norteamericanos.

No se puede soslayar que nuestros vecinos del Norte siempre han querido y propiciado el divisionismo de los mexicanos para beneficiarse.

El presidente de México, luego de una elección fraudulenta, a partir de 1988 fue precisamente Carlos Salinas de Gortari. El mismo que desterró del ideario del PRI los valores de la Revolución Mexicana, privatizó el ejido y la banca, y además vendió a precio de ganga a sus amigos y cómplices la mayoría de las empresas propiedad de la nación.

No hay que perder de vista que el PRI seleccionó como su candidato presidencial para suceder a Salinas de Gortari a Luis Donaldo Colosio, quien unificó a las bases de su partido, no así a las cúpulas. Finalmente fue asesinado y reemplazado por Ernesto Zedillo, quien al concluir su gobierno abrió la puerta a la derrota del PRI para dar paso al Partido Acción Nacional (PAN) en una alternancia caricaturizada del modelo gringo que, en los hechos, es más de lo mismo.

A pesar de defender lo indefendible en el segundo debate presidencial, José Antonio Meade estuvo por encima del candidato de la alianza encabezada por el PAN, Ricardo Anaya. Ahora los jilgueros de los ricos y poderosos ya se dividieron y creen varios que Anaya debe declinar por Meade para evitar el cambio de dirección en el rumbo del país. Hágame el c… favor.

En Quintana Roo el factor Gregorio Sánchez y el Partido Encuentro Social (PES) que dirige, ha creado confusión entre el electorado y un divisionismo en las filas lópezobradoristas al explotar la imagen del político tabasqueño con los candidatos que designó en los municipios de la entidad. En Benito Juárez –Cancún-la candidata a la presidencia municipal, su esposa cubano mexicana, Niurka Sáliva, pretende colgarse del arrastre electoral de Andrés Manuel para meterse en el ánimo de los votantes aún por encima de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), precisamente el partido de AMLO, cuya candidata es Mara Lezama. En el municipio capitalino, Othón P. Blanco, el PES de Gregorio Sánchez designó como su candidato a Manuel Valencia Cardín, ex diputado local por Convergencia, aquel partido que pertenecía a Dante Delgado, y a la postre aprovechó las circunstancias y contrapesos para liderar el Congreso del Estado operando la aprobación de las iniciativas del gobernador de ese entonces, Félix González Canto, en cuyo gobierno Valencia Cardín propuso la creación de la Secretaría de Cultura para ocupar la titularidad al concluir su periodo legislativo. Posteriormente fue secretario particular del ex gobernador Roberto Borge. En su modalidad de candidato del PES a la alcaldía othonense, ha tocado fibras sensibles de la población que se siente marginada y decepcionada del actual gobierno. En entrevistas y reuniones, Valencia Cardín dice sin eufemismos que en el gobierno del estado hay “advenedizos poblanos” que sin capacidad ni mérito alguno, han venido a desplazar a la gente local. La visión localista, sobre todo en Chetumal, es acendrada. El candidato de Morena, el caballeroso Hernán Pastrana, desborda energía a pesar de los años y en una campaña a ras de suelo recorre colonias y comunidades sin aspavientos y con su humildad por delante. La candidata de la alianza del PRI, María Hadad, aprovechó la inocultable desatención de las calles y provocó escozor al subir un vídeo tapando con sus seguidores un enorme bache. El candidato de la alianza del PAN, Fernando Zelaya, tiene que remar contra corriente y no pretender negar lo inocultable, que mucha gente de Chetumal no está satisfecha con el actual gobierno. En fin, son cosas que pasan en nuestro país y en nuestro caribeño estado.

¡Hasta la próxima!

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