Ciudades alegres

José Luis Preciado
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Lunes 30 de abril, 2018

“La vida es eso que pasa mientras esperas que avance el tráfico”. Esa sería la máxima planteada por John Lennon para estos tiempos de atascos y atorones viales de Mérida, la ciudad de un millón de habitantes que hoy cuenta con un parque vehicular que ronda el medio millón, sólo en este municipio; habrá que incluir el que circula en el interior del estado.

El problema se agravó cuando se dejó a la ciudad que se desbordara por sus cuatro costados. Nada menos hace dos días abrió sus puertas Plaza La Isla y allí se concentró todo el caos que ya se había previsto, toda vez que esa zona sólo tiene una vía de acceso que sirve para varios fraccionamientos. Además, esa vialidad es angosta y de suyo conglomerada. Otras avenidas de la ciudad, como la García Lavín, Canek, Itzaes, Aviación y la calle 60, reciben pronóstico de semáforo rojo por la complicación a todas horas. En Sao Paulo, Brasil, los taxis tienen televisión para mirar el fútbol; allí los vendedores ambulantes ya aceptan tarjeta de crédito en las transacciones. Moscú, Los Ángeles, Ciudad de México y otras más nos dan cuenta de que la vida transcurre entre cláxones y asfalto.

Si no hacemos algo, muy pronto estaremos mirando la placa del auto de adelante tanto tiempo que la vamos a memorizar.

[b]Transporte público, en manos de políticos[/b]

La Dirección de Transporte ya no debe quedar en manos de políticos, sino con un experto y sensible personaje que pueda ir resolviendo algunos problemas que de suyo se resuelven con pura voluntad política, aunque suene contradictorio el que no sea político. Hace poco me impactó el testimonio de Juana María, una mujer que trabaja en un restaurante de Mérida y vive en el fraccionamiento Flamboyanes, del municipio de Progreso. Bueno, pues doña Juana se levanta a las 3:30 de la mañana, prepara el desayuno de sus hijos, luego corre a tomar una combi de Flamboyanes hasta Progreso y desde Progreso 40 minutos regresa por la misma autopista, pasa frente a Flamboyanes y llega a Mérida al filo de las siete de la mañana.

Toda esa vuelta inútil se la podría ahorrar si existiera una autoridad en transporte que les permitiera a los concesionarios hacer ruta completa y pasar cerca de su fraccionamiento y así podríamos multiplicar los casos y testimonios de cada persona que padece cada día y cada noche y en cada jornada este problema, al que los actuales candidatos denominan movilidad, que va más allá del término transporte. Amén de que eso sea cierto, hacen falta buenos oficios y sensibilidad para calzar los zapatos del ciudadano que mira de lejos las campañas políticas y casi siempre concluye con un lacónico “todos son iguales”.

[b]Los parques alegres[/b]

Mérida fue de las ciudades más verdes de América. Hace veinte años contaba con 30 metros verdes y arbolados por cada habitante, hoy caímos a siete; ello debido al cemento, acero, el asfalto y la ambición constructora. Sin embargo, hay buenas noticias: podemos recuperar la conciencia y ponernos otra vez en verde. Quedan varios espacios públicos como La Plancha, los más de 500 parques públicos que tiene la ciudad, áreas de monte abandonadas y mejorar las reglas de construcción y convencer de que, siendo generosos con la ciudad seremos generosos con nosotros mismos.

El Primer Congreso Internacional de Parques fue acogido con entusiasmo.

El nuevo Centro Internacional de Congresos se inaugura con la presencia de unos mil 500 profesionales de parques urbanos y espacios públicos de 20 países invitados. El evento se realizó del 25 al 27 de este mes de abril. Invitados los expertos en temas verdes, desarrolladores, constructoras, grupos vecinales y servidores públicos.

[b]Conclusiones del congreso[/b]

El mundo vive un momento emocionante donde los términos sostenible y sustentable cobran nuevo sentido y ya se sabe mucho más. La gente abrió su mente de manera positiva, sabe que aún estamos a tiempo de lograr recuperar esos enormes depósitos de oxígeno que nos sirven para vivir en comunidad saludable.

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