El sueño del desarrollo sustentable

Salomón Bazbaz Lapidus
Foto: Gerar Jaso
La Jornada Maya

Viernes 27 de abril, 2018

En un esfuerzo colectivo, representantes de más de 20 organizaciones civiles dedicadas a la protección ambiental en México y en el extranjero se reunieron en Bacalar, Quintana Roo, a principios de abril de 2018 para establecer compromisos enfocados a la conservación de esta zona de diversidad biocultural excepcional.

Bacalar es un Pueblo Mágico situado al sur de Chetumal, la capital de Quintana Roo, en México. Es también importante por estar a la vera de una laguna que lleva su nombre, conocida como La de los siete colores, cuya belleza natural refleja distintas tonalidades de azul por la combinación de las características particulares del agua de este sistema lagunar, la específica biodiversidad que ahí habita y la refracción de la luz del sol en las diferentes profundidades del cuerpo acuático.

Este invaluable tesoro del sur de Quintana Roo conforma un sistema lagunar que conecta diversos cuerpos de agua, como las lagunas Chile Verde, Guerrero y Mariscal, que pasando por el estero de Chac desemboca en el Rio Hondo antes de llegar a la bahía de Chetumal. De esta manera, este macro ecosistema es un corredor biológico que conecta al acuífero quintanarroense con el Sistema Arrecifal Mesoamericano, el segundo más grande del mundo. Por sus características, es considerado como un patrimonio acuífero de la humanidad, en tanto incluye ecosistemas de humedales, pastizales, cenotes y manglares donde habita una enorme diversidad de flora y fauna marina. Esta visión ecosistémica es llamada el Gran Corredor transversal Costero.

Sin embargo, la Laguna de Bacalar y todo el sistema lagunar se encuentra en riesgo por los asentamientos humanos y la falta de medidas que garanticen su cuidado. Ante esta realidad, un grupo de Organizaciones No Gubernamentales de todo México se han unido para emprender acciones dirigidas a la conservación de la zona. Mediante el trabajo colectivo y la participación comunitaria, los activistas buscan impulsar la transición de la región hacia prácticas sustentables que aseguren el funcionamiento de los ecosistemas en el largo plazo.

De acuerdo con el Consejo de Visiones Guardianes de la Tierra, en su reporte El llamado del Agua (2017), la amenaza al ecosistema tiene tres factores principales: 1) la falta de un programa de ordenamiento ecológico local en congruencia con la vocación de suelo y las características biológicas presentes; 2) la ausencia de un manejo adecuado de los residuos sólidos y las aguas residuales aguas residuales; 3) la falta de un plan estratégico de desarrollo sustentable para el centro urbano y la región.

En el encuentro, ambientalistas de Agua Clara Bacalar, Organi-K, Consejo de Visiones Guardianes de la Tierra, Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, Akalki, Selva y Laguna Bacalar A.C., Centinelas del Agua A.C., Río Secreto, Cuatro al Cubo, Centro de las Artes Indígenas, Casa Lamat, Pucté, Naturalia A.C., Red de Acción del Agua, giz, Mundo Sustentable A.C., Vegetalis, Cetlalli Nanotec, Cumbre Tajín, HabitasTulum, Razonatura A.C., ccmss, pva, Ahau Tulum, The Esperanza Project y ECOSUR, entre otros, conformaron un acuerdo de colaboración y un manifiesto para la protección y salvaguardia del sistema lagunar de Bacalar. El encuentro culminó en una seriede compromisos dirigidos a cubrir cinco aspectos: 1) la organización de un foro regional sobre agua; 2) el fortalecimiento de acciones en red nacional que colaboren con el propósito; 3) la implementación de un programa de ordenamiento ecológico local acorde con la vocación del suelo; 4) la implementación de un plan para la protección del agua que incluya un plan de incidencia en las políticas públicas, y 5) el establecimiento de alianzas locales, regionales, nacionales e internacionales que provean una plataforma sólida para asegurar la operación de los proyectos que deberán implementarse.

En cuanto al manifiesto, sus autores consideran que “esta maravilla natural cada día es más reconocida y la proyección apunta a que la laguna y su entorno pronto se convertirán en un centro de desarrollo turístico y demográfico. Estamos a tiempo para crear las bases que permitan un desarrollo ordenado y sustentable, partiendo del hecho que el sistema hídrico es una joya que hay que cuidar”.

Algunos de los puntos del manifiesto señalan la relevancia por “hacer conciencia entre la comunidad y los visitantes de la importancia del agua como base de la vida y el desarrollo, un patrimonio natural con alta fragilidad ante la amenaza de la contaminación; y promover prácticas sustentables que van desde el uso y aprovechamiento sostenible del recurso, hasta el adecuado tratamiento de las aguas residuales, completando el ciclo del uso del agua de los centros poblacionales. El planteamiento es impulsar un modelo de desarrollo urbano hacia una ciudad sensible al agua. Se tiene que fomentar e incentivar la investigación científica para entender cada vez mejor los distintos procesos hidrológicos, geológicos y biológicos que ocurren en los distintos ecosistemas vinculados a la laguna. Bacalar puede convertirse en un modelo de desarrollo sustentable y proporcionar calidad de vida para todos los habitantes, así como seguir maravillando a los visitantes de todos los rincones del planeta. Para lograr el sueño de una comunidad ideal se tiene que contar con la participación de gobierno, academia, empresas, instituciones y sociedad civil en un esfuerzo conjunto y coordinado, a través de una visión compartida que proponemos en el presente manifiesto”.

Otros de los señalamientos tiene que ver con considerar al sistema acuífero como prioridad del gobierno, la academia y la sociedad civil, y con vigilar los sistemas de tratamiento de agua en la zona, de manera particular alrededor de la laguna y en los corredores de recarga.

La Laguna de Bacalar es un santuario que requiere la participación activa y estratégica de la sociedad para lograr que su resguardo sea ejemplo de voluntad y de planeación participativa estratégica y sustentable. Sin duda, urge detener su deterioro y mantener su equilibrio natural en el largo plazo.

[i]Mérida, Yucatán[/i]
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