El arte genera ciudadanía en Mérida y Chetumal

Luis Antonio Blanco Cebada
Foto: Facebook @CulturaQuintanaRoo
La Jornada Maya

Viernes 23 de febrero, 2018

En Yucatán y Quintana Roo las dependencias encargadas de la gestión y promoción de las artes y la cultura popular promueven políticas públicas elitistas, centralizadas y territoriales.

Elitistas porque ciñen sus principales actividades a una visión de la cultura ligada al desarrollo de las bellas artes, y para ello crean y financian compañías, orquestas y coros que favorecen la generación del ideal estético e ilustrado de la cultura. Centralizadas, porque dependen de la visión del gobierno federal, encaminada estratégicamente a solventar la necesidad de la inclusión acrítica del arte y la cultura en sus respectivos planes de desarrollo, pues así lo recomiendan los organismos internacionales: es decir, para cumplir con lo pactado. Y territoriales, porque los espacios públicos donde efectúan sus actividades se localizan en el centro de las ciudades, habiendo nulas o escasas posibilidades de acceder a los talleres y/o espectáculos en las zonas periféricas; salvo en celebraciones especiales como el Mérida Fest o el Caribe Fest, cada año.

¿Cuáles son las dependencias que en Mérida (Yucatán) y en Chetumal (Quintana Roo), se dedican a ello?

- Instituto de la Cultura y las Artes, ligada a la Secretaría de Educación de Quintana Roo.
- Dirección de Educación y Cultura, del Ayuntamiento de Othón P. Blanco.
- Dirección de Desarrollo Cultural y Artístico, de la Secretaría de la Cultura y las Artes del gobierno de Yucatán.
- Secretaría de la Juventud del gobierno de Yucatán.
- Unidad Regional de Culturas Populares e Indígenas, Yucatán.
- Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Mérida.

¿En qué coinciden estas instituciones en su miramiento del arte y la cultura? En lo dicho: sus políticas son elitistas, centralizadas y territoriales. Al no reconocer en su planeación estratégica la necesidad de descentralizar los espacios de fomento al arte y la cultura, diseñar objetivos particulares de acuerdo a las demandas específicas de cada zona, promover la apertura de las bellas artes y el dinamismo de “la tradición” (y por el contrario, asignándole un valor museográfico y/o de celebración anual), las dependencias evidencian el carácter violento que a nivel simbólico detentan quienes son responsables de coordinarlas.

Pero las colonias se imponen, haciendo de la calle una escuela. Para el caso de Mérida se observa al grupo Curioso Circo abriendo espacios escénicos desde el margen y con recursos escasos en Chuburná de Hidalgo; al Colectivo Santiaguero trabajando por años en los barrios y los sábados en el parque Mejorada, ahí mismo también hay clases de danza K-Pop los fines de semana; el Colectivo Bazar, fomentando espacios de consumo sostenible y música alternativa por la ciudad; capoeira para todas las edades en Caucel; zumba con electrónica en Chenkú; muestra y preparación de alimentos orgánicos, y uso de material reciclable, en los pasillos del antiguo cine Colón; debates y presentaciones musicales en la Gran Plaza; muestras de arte callejero en el parque “Las Américas”; emergentes espacios artísticos que en forma de bares pululan en el centro; etcétera. Y para el caso Chetumal, llama la atención el Festival Internacional de la Canción de Autor, organizado por el cantautor Rony Rosado, a celebrarse del 15 al 18 de marzo próximo, y para el cual contribuyen en su gestión solidaria más de treinta músicos de siete nacionalidades, ocupando los espacios públicos de la ciudad.

No existe “comunidad” si no hay un proyecto común que se trabaje de manera continua, y en apropiación del territorio. Por ello, cuando se conjunta arte y organización en pro de la comunidad, algo de ciudadanía nueva y revolucionaria se gesta. Las agrupaciones mencionadas, y los esfuerzos de particulares, merecen un reconocimiento especial pues fomentan la creación y la difusión de producciones artísticas originales, y generan prácticas ciudadanas más allá de los tiempos electorales, aún a pesar de los gobiernos en turno.

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