Precisiones que benefician

Cliserio E. Cedillo
Foto: Cuartoscuro
La Jornada Maya

Jueves 11 de enero, 2018

Los hoteleros de Quintana Roo deben de estar celebrando que el Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica haya emitido una nueva metodología para las advertencias de viaje a sus conciudadanos, ya que en una calificación del uno al cuatro, nuestro estado queda libre, prácticamente, de restricciones para vacacionar en nuestras incomparables costas y sus múltiples atractivos turísticos.

La nueva metodología, con innegable influencia del gobernador Carlos Joaquín, por sus gestiones y el seguimiento y continuidad de Marisol Vanegas Pérez, secretaria de Turismo del gobierno del estado, contribuyeron a esta reflexión del gobierno estadounidense que permite una mayor claridad al precisar, con toda exactitud, el tipo de recomendaciones a los viajeros según el grado de peligrosidad en los diferentes destinos turísticos del mundo.

Es así que, de acuerdo a la información difundida por el Consulado estadounidense, la nueva clasificación queda de esta forma: El nivel 1 se emite para que los ciudadanos norteamericanos “tomen precauciones normales”, un nivel que se entiende como obligado, como cuando los padres de familia despiden a los hijos en cualquier tipo de viaje, para que tomen las precauciones necesarias para evitar contratiempos.

El nivel 2, en el que queda Quintana Roo, se formula como recomendación “tomar mayores precauciones, al considerar la existencia de mayores riesgos para la seguridad y protección”. Es de destacar que este tipo de riesgos, como lo dicen “mayores”, se manifiestan en todas las ciudades del mundo, sobre todo por hechos fortuitos peligrosos.

Sin duda esos “riesgos mayores” se dan más en el propio Estados Unidos, donde se ha llegado al grado de los asesinatos masivos de turistas, como lo ocurrido en las Vegas Nevada, el 2 de octubre pasado, con saldo de 58 personas muertas, la mayoría turistas.

Claro que nosotros, Quintana Roo y todo México, no estamos en ese caso, pero esa “clasificación dos” deja claro que viajar a México es como hacerlo hacia cualquier otro país de Latinoamérica, Inglaterra o Francia, porque, ante todo, los turistas siempre han estado a salvo, en tanto que las muertes que se registran, cuyo número, hay que decirlo es preocupante, se han dado en círculos cerrados del crimen organizado ligado al narcotráfico.

En cuanto al nivel tres, el Departamento de estado pide a los viajeros y no necesariamente turistas, “reconsiderar su viaje” debido a los graves riesgos para la seguridad y protección. Volvemos a insistir, en diferentes ciudades de la Unión Americana los crímenes masivos efectuados por desquiciados mentales o asesinos congénitos ponen en peligro latente a cualquier persona, no solo al turismo que en este caso nos ocupa.

Y en el nivel cuatro, la recomendación tajante es “no viajar” ante la posibilidad de perder la vida. Es decir, el Departamento de Estado aconseja a los ciudadanos estadounidenses que no viajen al país o que se vayan de allí tan pronto como sea seguro.

De acuerdo a la Secretaria de Turismo, el nivel dos en el que quedó nuestro país, deja a Quintana Roo sin ninguna restricción. Es decir, la nueva metodología beneficia sin duda al estado, al solo exigir tomar precauciones mayores, las que en todo el mundo son normales, como líneas atrás lo exponemos. Esto, como lo explica Marisol Vanegas, brinda mayor precisión y claridad al turismo estadounidense y consecuentemente beneficia a la entidad, al sacarla de una clasificación general y ambigua que, de acuerdo a algunos hoteleros y sus mismos dirigentes, si nos estaba afectando.

Lo anterior significa que los paradisiacos destinos turísticos de las costas quintanarroenses, quedan a salvo de las confusiones que pudieran haberse presentado con los warnings, como el emitido el 22 de agosto del año pasado, cuando el Departamento de Estado incluyó a Quintana Roo y a Baja California Sur. Esa recomendación se entendió, como una “advertencia de peligro”, confusa e imprecisa, que quiérase o no si causó algún efecto en la decisión de los paseantes.

Sin embargo, hay que reiterarlo, las gestiones del gobernador Carlos Joaquín y la insistencia de la secretaria de turismo, Marisol Vanegas, lograron que con esta nueva reclasificación, Quintana Roo quede fuera del otro “peligroso y desalentador [i]warning[/i]” y no solo eso, sino que aún en pleno proceso con la anterior advertencia, se logró que el turismo estadounidense se incrementara 7 por ciento con relación al año anterior.

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