El albazo de Morena

Hugo Martoccia
Foto: Lópezobrador.org
La Jornada Maya

Lunes 8 de julio, 2019

La búsqueda de la novena diputación en Morena, que lograría si finalmente se le otorga la tercera plurinominal, propone una diversidad de buenas noticias para ese partido. Una, lógica, es la ampliación de su bancada y la consolidación de su poder político. Pero hay más opciones que esa básica.

En Morena saben que un aspecto fundamental para lograr esa consolidación como primer partido del estado requiere de tener el mayor control posible en la próxima Legislatura. Hasta ahora, el partido de AMLO aparece como la principal bancada, con 8 diputados, y tendría durante un año la presidencia de la Junta de Coordinación Política (Jucopo).

En el escenario que hay hoy, ese poder debe ser de alguna manera compartido con el PAN, que es la segunda bancada más grande, con 4 diputados. Los aliados del lopezobradorismo; el Verde y el PT, tienen tres diputados cada uno.

La reforma a la Ley Orgánica del Congreso, que eliminó la Gran Comisión, dice que las tres principales bancadas presidirán, una cada año, la Jucopo. Así, a Morena le correspondería un año (el que decida, porque es la mayor bancada) luego el PAN, y el tercer lugar le correspondería al Verde, porque si bien tiene el mismo número de diputados que el PT, tiene mayor porcentaje de votación.

Pero podría haber una opción para que el partido de AMLO y sus aliados se queden con el control total del Congreso. Sería sólo cuestión de devolver a algunos favores federales, y hacer que el Verde y el PT sean las otras dos bancadas dominantes.

Morenq debería hacer una suerte de sacrificio, darle diputados a esos partidos, y entre los tres quedarse con todo.

[b]Alquimia[/b]

La estrategia de Morena requiere, para ser perfecta, de que la justicia electoral le otorgue el tercer diputado plurinominal.

Si logra ese diputado en la instancias federales, Morena se quedaría con una bancada de nueve diputados. En esa situación, Morena podría repartir de tal modo los diputados, que el poder del Congreso quede solo de su lado.

[b]Veamos la situación de una manera numérica.[/b]

Morena podría hacer que cuatro de sus diputados se pasen al Verde y al PT, dos a cada partido. Así, cada uno de los tres partidos tendría una bancada de 5 diputados, y serían las tres principales fuerzas del Congreso, y las únicas con opción de coordinar la Jucopo.

Morena no perdería demasiado, porque si bien tendría el mismo número de diputados que sus aliados, al ser el partido con mayor votación, se mantendría como el principal bloque legislativo.

La única contra para Morena sería que perdería prerrogativas del Congreso, que ahora se reparten por fracción parlamentaria, pero de acuerdo al número de diputados. Sin embargo, podría ser un buen precio a pagar para controlar todo.

[b]La otra opción[/b]

Incluso,si Morena no lograra el noveno diputado, podría hacer lo mismo, aunque habría un riesgo mayor.

Podría darle dos diputados a cada uno de sus aliados, que quedarían con cinco diputado cada uno, pero Morena quedaría con 4, igual que el PAN. De todos modos, seria la tercera fracción más importante, y le correspondería coordinar la Jucopo un año, porque tiene más votos que el PAN.

Si bien así podría perder fuerza propia, también estaría en condiciones de pactar que uno de sus diputados que se una al PT sea el elegido de ese partido para coordinar la Jucopo un año, con lo que, a cambio de más prerrogativas y participación de la Jucopo para el PT, Morena se quedaría con el poder en la Junta, lo cual no sería nada extraño, de acuerdo al peso específico de cada partido.

Aquí el riesgo sería que el PAN le hiciera lo mismo, y buscara que un diputado de otro partido se le una. Pero no es tan fácil.

Por ejemplo, el PRD, que es su aliado, podría hacer que Pedro Pérez se pase al PAN, y haga que esa bancada blanquiazul quede de cinco integrantes, pero entonces el partido del Sol Azteca se quedaría sin voto dentro de la Jucopo, porque sólo tienen la posibilidad de votar los partidos que tengan al menos dos diputados.

Las otras opciones son aún más difíciles. El PRI tampoco le daría un diputado, porque quedaría en la misma situación que el PRD, y los demás partidos, MAS, MC y Confianza (si mantuviera su diputado) no podrían pasarse al PAN porque desaparecerían del Congreso.

[b]El antecedente [/b]

La pregunta que podría hacerse es: ¿por qué Morena haría algo así? La respuesta es simple: porque ya se hizo.

Cuando asumió la actual Legislatura federal, cinco diputados del Verde (entre ellos dos conocidos de los quintanarroenses; Ana Paty Peralta y Francisco Elizondo) se pasaron a la bancada de Morena.

Con ello, EL partido de AMLO logró la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, y así se quedó con el control de la Jucopo los tres años.

Copiar algo similar en Quintana Roo podría darle réditos políticos a los tres aliados.

[b]La contraofensiva[/b]

Una de los puntos débiles de esa estrategia es cuán fuerte es el bloque del lopezobradorismo. Aún al día de hoy, no se encuentra el camino para generar un coordinador de bancada, y hay serias dudas por la fortaleza del PT en mantenerse firme en la alianza.

Si alguno de esos diputados se quiebra (incluso alguno del propio morenismo, ya que todos vienen de orígenes políticos muy dispares) todo el plan se desbarataría. En el oficialismo estatal están confiados en que la operación política servirá para desarticular, en su momento, ese alianza heterogénea e inestable.

La alianza es tan poco sólida que en la letra chica de la impugnación de varias casillas del distrito 8 de Cancún y Puerto Morelos, que ganó el Verde Ecologista Gustavo Miranda, se lee que el propio Morena, su aliado, había pedido la anulación de la elección. ¿Por qué pudo suceder algo así? Porque el morenismo está aún a merced de muchas traiciones internas.

Ese no parece el escenario propicio para pensar en controlar el Congreso a voluntad, y mucho menos con opciones políticas tan complejas y arriesgadas como las que aquí se presentan.

Sin embargo, la posibilidad existe, el poder político para realizarla está, y puede ser mucho más que un simple problema de números y bancadas legislativas para el oficialismo estatal.



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