Espejos del reformismo social

Mario Trujillo Bolio
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Jueves 23 de mayo, 2019

Varios estudiosos del régimen de Lázaro Cárdenas del Río coinciden en que su sexenio (1934-1940) alcanzó significativos cambios que fortalecieron las estructuras del Estado mexicano posrevolucionario. Los análisis advierten que cumplió con creces su Plan Sexenal de gobierno y que las reformas cardenistas se concretaron por el apoyo que tuvo de la movilización de masas y el poder político que desarrolló el oficialista Partido de la Revolución Mexicana con sus corporaciones CTM, CNC, e incluso con la base laboral de la CROM y la CGT (Javier Mac Gregor Campuzano, “El nuevo presidencialismo”: El Cardenismo 1932-1940).

Cárdenas no dejó de reivindicar la conciliación de las clases, las reformas sociales, un gobierno austero, una dedicación al trabajo, el igualitarismo, el contacto directo con trabajadores y campesinos, y buscar la presencia del Estado en la economía mexicana (Arturo Anguiano, El Estado y la política obrera del cardenismo). Una primera acción gubernamental de Cárdenas fue que el Congreso mexicano modificara el 19 de octubre 1934 el artículo tercero Constitucional para impulsar la educación socialista. Los logros alcanzados -algunos de los cuales aún persisten pese a las privatizaciones-, fueron significativos pues, simplemente el reparto agrario cardenista cubrió 18 millones 400 mil hectáreas.

Las dotaciones de tierras se dieron en el Valle de Mexicali, en el sector henequenero de Yucatán y en el Valle de Yaqui (Alicia Hernández Chávez, La mecánica cardenista). Se promulgaron leyes como la de Bienes Nacionales y del Crédito Agrícola, y surgieron instituciones bancarias como Nacional Financiera, Banco de Crédito Ejidal, Banco Nacional Obrero de Fomento Industrial y Banco de Comercio Exterior. Asimismo, surgió la Comisión Federal de Electricidad y se expropiaron los ferrocarriles y empresas petroleras que llevaron a la creación de Pemex (Arnaldo Córdova, La política de masas en el cardenismo). Además, se creó el departamento de Asuntos Indígenas, el Instituto Nacional de Bellas Artes, el Instituto Nacional Indigenista, el Instituto Politécnico Nacional y la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Sin embargo, el gobierno de Cárdenas, pese a que favoreció las obras de infraestructura con obras de irrigación, redistribuyó el ingreso a los sectores desfavorecidos y el gasto social tuvo un incremento significativo, tuvo en cambio, un presupuesto deficitario, un proceso inflacionario y una notable fuga de capitales al exterior. También en el gobierno de Cárdenas se vivió la violencia agraria y fueron varios los conflictos que enfrentó con los empresarios, los sectores medios anticardenistas, además de asonadas con cristeros, sinarquistas, almazanistas y nazis, y un distanciamiento con intelectuales (Raquel Sosa Elízaga, Los Códigos ocultos del Cardenismo).

[b]La Cuarta Transformación[/b]

Actualmente México vive la propuesta política conocida como la Cuarta Transformación planteada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, apareciendo la misma con rasgos parecidos al régimen cardenista. AMLO llegó al poder presidencial a partir de un amplio apoyo sectores sociales tanto en las ciudades como en el campo, con un discurso de conciliación de clases y con el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que, en tres años mantendrá la mayoría en el poder legislativo y, en menos de seis meses de su gestión ya se ha logrado reformar leyes en los ámbitos laboral y educativo.

Otra semejanza con el cardenismo son los programas de gobierno de AMLO orientados a rescatar el Estado de bienestar que deterioraron las políticas neoliberales que redujeron la presencia estatal en la economía. Desde una centralización del poder ejecutivo, AMLO busca rescatar las instituciones gubernamentales que vivieron procesos de corrupción, endeudamiento y presencia en la vida social y económica del país. Esto se advierte en rescate de la operatividad del Issste, Seguro Social y las paraestatales Comisión Federal de Electricidad y Pemex. Con su política de austeridad presupuestaria, anticorrupción y contrarrestar al crimen organizado, trata de rescatar la política de bienestar y la paz social.

Con sus reformas, AMLO pretente contrarrestar la violencia social y el crimen organizado con una profesional Guardia Nacional; con programas sociales basados en el aumento al doble de la pensión de los adultos mayores; impulsar el desarrollo urbano en colonias marginadas en municipios mexiquenses; incidir en las pensiones para personas discapacitadas; dar becas para jóvenes en preparatorias y universidades; la apertura de cien universidades y edificación de caminos rurales. No obstante, el gran reto de la gestión de AMLO para hacer posibles sus reformas sociales y económicas está en sus distintos y complicados programas que en el transcurso de su sexenio tendrían que hacerse realidad y que, en su concreción, no estarán ausentes dificultades para implementarse. Aquí nos referimos a obras de infraestructura como el desarrollo de la región del Istmo, el Tren Maya, el fortalecimiento de Pemex y real funcionamiento de refinerías, así como fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad.

También en el contexto de la Cuarta Transformación estarán presente la emergencia de movimientos sociales, el cuestionamiento al gobierno de AMLO por parte de la derecha y los partidos de oposición, así como las variables que no hay que hacer a un lado y que se aparecen en un panorama económico nada halagador -con la recesión en sector industrial mexicano- y la desaceleración internacional con una guerra comercial globalizada.

[i]Mérida, Yucatán[/i]
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