¿Molesta la autonomía a la 4T?

Rubén Torres Martínez*
Foto: captura de video
La Jornada Maya

Martes 7 de mayo, 2019

Valen tres ejemplos que por separado parecieran casualidades de cómo la 4T se compromete con las instituciones de educación superior. Al reunir esos ejemplos a manera de rompecabezas el cuadro que se forma nos dice mucho sobre lo que concibe en el imaginario del gobierno de AMLO respecto a las instancias universitarias.

Uno. La omisión de la fracción VII del artículo tercero constitucional donde se establece la autonomía de las universidades públicas. Desde diciembre pasado el gobierno en turno reconoció la errata y se comprometió a corregirla. Sin embargo tuvieron que pasar casi cinco meses para que la corrección fuese realizada en comisión, y falta aún que se apruebe en el pleno del Congreso. Vale la pena preguntarse ¿Por qué toma tanto tiempo realizar una simple errata? Que no por simple significa que sea insignificante sino todo lo contrario.

Dos. Fueron más de tres meses de huelga en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la resolución final parece un triunfo total del sindicato (SITUAM), quienes se impusieron a las autoridades en turno. Lo anterior no es extraño si pensamos que el SITUAM se encuentra envalentonado dado que su principal abogado es Arturo Alcalde, padre de la actual Secretaria del Trabajo del gobierno federal, María Luisa Alcalde. Federico Novelo, profesor fundador de la UAM, en entrevista radiofónica indicó que en un inicio la comunidad UAM vio con buenos ojos la llegada de AMLO y su equipo al gobierno, dadas las promesas de campañas realizadas. Sin embargo con el alargamiento del conflicto, los académicos comenzaron a hacerse preguntas. Y es que muy pocos se pueden creer el cuento de que los Alcalde, hija y padre, no intercambian información privilegiada. En el ámbito de la mera especulación algunos profesores cercanos al que suscribe estas líneas señalaron su temor porque el conflicto escalara hasta poner en juego la autonomía de la institución universitaria.

La hipótesis es creíble si consideramos que el actual subsecretario de educación, Luciano Concheiro, aspiró en diciembre pasado a ser el rector general de la UAM, pero en el camino fue eliminado. Sabido es que Concheiro se jacta de ser amiguísimo del presidente AMLO. Para varios académicos, Arturo Alcalde y Luciano Concheiro son la mano que mece la cuna detrás del conflicto, con el acuerdo implícito del gobierno federal, pura especulación.

Lo cierto es también que el actual rector general de la UAM, Eduardo Peñalosa, fue de los contados funcionarios universitarios que hicieron caso omiso a la disminución de salarios que marca la política de austeridad puesta en marcha, lo cual fue aprovechado por los ultras del SITUAM para no ceder en sus peticiones y presentar como pocos sensibles y alejados de la realidad a las autoridades en turno.

Tres. Lo sucedido en CCH Oriente y la lamentable muerte de Aidée Mendoza, estudiante de apenas 18 años que vio truncada su vida, puso en evidencia el problema de seguridad que se vive en la CDMX y que impacta a todos los sectores de la sociedad capitalina por igual. Los servicios periciales de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, tratan con al menos tres hipótesis: a) bala perdida, b) objetivo erróneo, y c) atentado directo, está última prácticamente descartada. Lo preocupante es que las instancias judiciales han reportado encontrar hasta 13 casquillos y ojivas de distintos calibres al interior del CCH Oriente, lo cual hablaría de que la presencia de armas al interior de los recintos universitarios sería mucho mayor a lo que se cree.

Evidentemente se trata de un desafortunado evento fortuito, en el cual autoridades y comunidad universitarias reaccionaron de manera adecuada, sorprendidos pero rechazando y condenando todo tipo de violencia, el protocolo de atención de casos de violencia de género se activó de inmediato; el mismo Dr. Graue canceló su asistencia al segundo encuentro InterENES, que tuvo lugar en la sede de Morelia. Sin embargo aparecieron oportunistas que de inmediato exigieron las renuncias del director del plantel, Víctor Peralta, del director general de los CCH, Benjamín Barajas Celis, y del Rector Graue. Esos mismos grupos parecen haber olvidado a las autoridades de la CDMX y su papel en todo este entremarañado caso; ni Jesús Orta, Secretario de Seguridad Pública local, ni la gobernadora Claudia Sheibaum, han sido cuestionados o llamados a presentar resultados de la investigación.

Los CCH siguen estando en gran medida secuestrados por grupos porriles, cercanos a partidos políticos (PRD, MORENA y en menor medida el PRI) en contubernio con el crimen organizado y con la mirada cómplice de autoridades municipales, capitalinas y del EdoMex, y ante la impotencia de la comunidad universitaria.

Si observamos cada uno de estos casos en particular, parecerían estar desconectados y no tener nada en común. La realidad es que se tratan de distintos conflictos, en distintas modalidades (errata constitucional, conflicto laboral, problema de seguridad), en distintos niveles (federal, estatal y municipal), en distintas instancias (universidades públicas, UAM, CCH), pero que guardan en común el dato de que se trata de instancias universitarias públicas, que si bien dependen y responden al gobierno federal, guardan autonomía propia. Es quizás este último concepto, el de autonomía, el que tanto incomoda a la 4T.

Zoom anatómico. De vergüenza para todos los involucrados lo que sucede en Venezuela.

*Profesor del CEPHCIS-UNAM.

[i]Mérida, Yucatán[/i]
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