de

del

Óscar Muñoz
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Martes 16 de abril, 2019

Para algunos, la literatura infantil es cosa de niños, es decir, es considerada una sub literatura, literatura de segunda o literatura que no es tan literatura y que es hecha con facilidad. Para otros, la literatura para niños debe ser cosa de adultos, pero adultos que recuerdan su infancia o que la han conservado desde entonces. Por lo general, estos adultos con alma de niños reviven momentos o situaciones de su pasado para liberar sensaciones y pensamientos infantiles.

Por otra parte, la literatura infantil es un asunto tan importante en la vida de las personas que llega a marcar sus vidas, es decir, tiene la posibilidad de nutrir profundamente el espíritu de la gente y tiene la potencia de trasformar a los niños en seres humanos más íntegros. Sin embargo, hay que aclarar que esta literatura es efímera, es decir, mientras las personas sean niños, ésta es disfrutada ampliamente.

Después, cuando los niños crecen y se hacen adultos, muchos se olvidan de ella y vuelven a ésta hasta que tienen enfrente a otros menores, que bien podrían ser sus hijos, sus alumnos o sus nietos.

Lo que más importa de la literatura infantil es su aporte enriquecedor en lenguaje e imaginación. Esta literatura favorece que los niños desarrollen desde temprana edad su lenguaje en diversos aspectos; por ejemplo, permiten el desarrollo de un vocabulario amplio y un manejo adecuado de la sintaxis. Los lectoresjóvenes enfrentan las palabras que conocen pero en contextos diferentes y, de esta manera, amplían su léxico con nuevas significaciones al imaginar lo que el narrador cuenta. Es una forma de desarrollar también la imaginación, la cual siempre está presente en los niños, principalmente los más pequeños.

Además, la literatura infantil prepara a los lectores para la expresión escrita al acercar a los niños no sólo a las historias, sino también a las ilustraciones de los relatos y al diseño gráfico en que son presentados en las narraciones, incluso las formas tipográficas de los textos. Todo ello contribuye en el gusto por leer y el aprecio por los libros y, al mismo tiempo, fomenta el entusiasmo por adquirir experiencia en la lectura e impulsar una actitud positiva ante el acto de leer.

Tanto la narración de cuentos como la lectura de relatos para niños desarrollan significativamente el pensamiento de los pequeños. Ya sean los relatos orales o los cuentos escritos permiten la evolución de diversas capacidades infantiles, como predecir o anticipar acontecimientos, analizar algunos hechos, crear hipótesis acerca de las posibles causas de los sucesos y hasta sintetizar las historias, entre otras.

También favorecen las habilidades del pensamiento creativo al construir significados acerca de lo que conoce y desconoce.

Otro aspecto importante de la literatura infantil es que fomentan el desarrollo de la conducta social y afectiva. A través de algunos relatos, los niños pueden modificar la percepción que tienen de las personas y comprender mejor las situaciones y las acciones de éstas. Por lo mismo, si esta literatura desarrolla ciertas habilidades mentales, sociales y afectivas desde temprana edad, en consecuencia, fomenta el placer y la recreación, que son aspectos necesarios en el desarrollo integral del ser humano.

Sin la literatura infantil, resultaría más difícil y complejo ampliar el pensamiento de modo significativo, fomentar el gusto por la literatura y aumentar la capacidad de imaginación y creación. Habrá, entonces, que acercar a los niños a la lectura para entender lo que se quiere decir en un cuento más allá de las ilustraciones, con el propósito de desarrollar la capacidad de comprensión y los comportamientos sociales y afectivos para favorecer la integridad del ser humano y el futuro ciudadano. De esta forma, las personas serán conocedoras del mundo de la realidad a través de la ficción, serán cultas en el sentido más amplio y profundo del término y serán mejores individuos tanto en lo individual como en lo social.

Ante todo lo anterior, será fundamental que todos los gobiernos (federal, estatal y municipal) aseguren los objetivos culturales y educativos implicados en la promoción de la literatura infantil y el fomento de la lectura a través de programas concisos destinados a la población infantil desde los sistemas públicos y privados de la cultura y la educación escolarizada. Aunque habrá que evitar la simulación en el diseño de los programas sugeridos y su operación, como ha sucedido en el país durante los últimos tiempos.

[b][email protected][/b]


Lo más reciente

Tribunal de Nueva York anula la condena contra Harvey Weinstein

Apelan por errores en el proceso judicial por casos de abusos sexuales en 2020

Efe

Tribunal de Nueva York anula la condena contra Harvey Weinstein

Amnistía y amparo: hacia la justicia

Editorial

La Jornada

Amnistía y amparo: hacia la justicia

Acelerón judicial de AMLO

Astillero

Julio Hernández López

Acelerón judicial de AMLO

¿Corren riesgos las candidatas?

Dinero

Enrique Galván Ochoa

¿Corren riesgos las candidatas?