La Rebelión de los Bárbaros

Óscar Rodríguez
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Martes 2 de abril, 2019

Hace unos cuantos meses, los dos aspirantes a dirigir al Partido Revolucionario Institucional (PRI) se imaginaban siquiera ser los protagonistas de una historia que tiene pendiendo a esa fuerza política de un hilo.

El próximo domingo podría triunfar lo que para muchos ha sido catalogado como “La Rebelión de los Bárbaros”, derivada de las malas decisiones de los liderazgos del tricolor coloquialmente llamada como “La Casta Divina”, que ante su inexperiencia en temas democráticos no saben cómo manejar una inédita elección donde 190 mil priístas decidirán quiénes serán sus dirigentes.

Como reguero de pólvora, se ha corrido la versión de que los “liderazgos” de lo que queda del PRI han buscado que la elección no se lleve a cabo por dos escenarios complicados que podrían poner al Revolucionario Institucional en estado de coma.

[b]Diego Lugo[/b]

Por un lado, Diego Lugo Interián, alcalde con licencia del municipio de Sucilá, tiene posibilidades reales de ser el nuevo dirigente del PRI debido al “levantamiento” de 50 alcaldes del tricolor que han decidido poner su corazoncito -junto con su capital político- a favor de su colega, sin embargo, el aspirante a reemplazar a Carlos Sobrino Argáez, actual líder del PRI, para muchos tiene la lengua larga, que poco le ayuda, además de que como edil, la Auditoría Superior del Estado de Yucatán (ASEY) lo tiene bajo la lupa, lo que política y jurídicamente lo hacen vulnerable.

En lo que respecta al 2016 sus cuentas aún presentan inconsistencias, mismas que se repitieron en el 2017, donde de acuerdo con documentos internos de la ASEY se calificó como negativa al ser observados más de 5 millones 9 mil pesos.

Su ego ha llegado a tal grado que desafió a la organización Antorcha Campesina, la cual le presentó un oficio al inicio de su presente administración como alcalde de Sucilá, el cual regresó al representante de esa agrupación bajo el argumento de que no necesitaba que nadie le dijera qué necesidades tiene su pueblo.

[b]Francisco Torres[/b]

Francisco Torres Rivas, el otro aspirante, sus decisiones del pasado lo tienen contra la pared, pues de acuerdo con la convocatoria, para competir se requieren más de siete años continuos de militancia en el PRI, sin embargo, su paso como legislador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) del 2015 al 2018 podría ser talón de Aquiles.

Desde el inicio de la contienda, sus oponentes, en especial Diego Lugo, interpusieron recursos para “tirar” la candidatura de Panchito Torres, sin embargo, hasta el momento no han prosperado.

[b]En riesgo la estabilidad política del PRI[/b]

Ante este panorama, la semana pasada “la Casta Divina del Revolucionario Institucional” sostuvo una serie de encuentros donde se buscaba detener la elección interna, pues cualquiera de los ganadores pondría en riesgo la de por si deteriorada estabilidad de esa fuerza política.

El temor por un lado se centra en que “La Rebelión de los Bárbaros” se pueda consumar y gane en las urnas Diego Lugo el proceso interno, lo cual podría terminar en un lío judicial, toda vez que el alcalde con licencia ha sido señalado por la ASEY como uno de los que presentan una cuenta pública catalogada como negativa.

Mientras, el paso como legislador del PVEM, producto de una alianza con el PRI en el 2015, podría dejar fuera de la contienda al ex secretario de Obras Públicas en el Gobierno de Ivonne Ortega Pacheco, lo que generaría una crisis ante una virtual sentencia en contra de su candidatura por parte de los tribunales electorales.

De igual forma, trascendió que los liderazgos de ese partido, que por años han tomado las decisiones, buscan que esa elección no se concrete, para que mediante una tercera vía, sea el consejo político estatal de ese instituto político quien nombre un dirigente, o bien el CEN del PRI nombre un delegado que haga las veces de presidente del partido.

[i]Mérida, Yucatán[/i]
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