Cantemos al oro, rey del mundo…

Normando Medina Castro
Foto: Captura de Video
La Jornada Maya

Jueves 7 de marzo, 2019

La economía globalizada convirtió el mundo en una verdadera jungla donde siempre se imponen los intereses de los más fuertes, que son quienes guían el rumbo y son el fiel de la balanza para determinar lo que es bueno y lo que es malo, de acuerdo a sus intereses particulares, fuera de todo código moral.

El orden mundial gira en torno al dinero que se constituyó en el amo del mundo. Viene a la mente aquel canto cruel y dantesco del hombre descrito por el inmortal Rubén Darío en la Canción del Oro, “un harapiento, por las trazas un mendigo, tal vez un peregrino, quizá un poeta”, que inspirado en la contemplación de la insultante opulencia de unos cuantos gritó: “cantemos al oro, rey del mundo, que lleva dicha y luz por donde va, como los fragmentos de un sol despedazado… Cantemos el oro, porque el da los palacios y los carruajes, los vestidos y la moda, y los frescos senos de las mujeres garridas, y las genuflexiones de espinazos aduladores y las muecas de los labios eternamente sonrientes”.

No es extraño que gobiernos que saquean el patrimonio de sus países, pero que no tienen escrúpulos para compartirlo con los dueños de la economía global cediendo incluso la soberanía nacional, reciban “buenas notas” de las calificadoras financieras y que los gobiernos nacionalistas honestos sean calificados con notas negativas.

No es un asunto de saberes como pretenden infructuosamente hacer creer los beneficiarios de la oligarquía mexicana desplazada del gobierno por el voto masivo que llevó a la presidencia de México a Andrés Manuel López Obrador. Si así fuera entonces no hubieran dejado un país a punto del colapso económico y social, con deuda exorbitante, pobreza y desigualdad, corrupción e impunidad, inseguridad y violencia, en niveles extremos.

La crisis moral, política, económica y social, dejada como herencia por los gobiernos neoliberales del PRI y el PAN sólo podrá superarse con la participación ciudadana. Sólo así podrán recuperarse las instituciones y se podrá establecer un auténtico estado de derecho. De allí la importancia de que, lejos de la confrontación con el gobierno actual, privilegiada por su antecesor cercano a Peña Nieto, Pablo Castañón , el nuevo presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelín, en su toma de protesta manifestó ánimo de colaboración con López Obrador en la lucha para la construcción de un mejor país.

La disputan al interior del Partido del Trabajo (PT) por la candidatura a la diputación local en el distrito 15 se ha convertido en una arrebatinga sin cuartel. Cuando parecía perfilarse como candidato el polémico empresario Sergio Zapata Vales, quien ocupa la coordinación política municipal del PT en Othón P. Blanco, saltó la liebre al solicitar licencia de la décima regiduría del Ayuntamiento capitalino, Manuel Valencia Cardín con la pretensión de abanderar al mismo partido en ese mismo distrito 15. Plan con maña, ya que el suplente de Valencia Cardín en la regiduría es precisamente Zapata Vales, quien de inmediato publicó una carta en la que manifiesta que no acudirá a rendir protesta como regidor. Ambos fueron cercanos al ex gobernador González Canto, uno en el ámbito político y el otro en el empresarial. Valencia Cardín ya fue diputado local y presidió la legislatura durante el primer trienio del gobierno de González Canto, ocupando posteriormente la titularidad de la secretaría de cultura para pasar después a la secretaría particular del jefe del ejecutivo durante todo el infausto periodo de Borge.

Por su parte, el empresario Zapata Vales, vinculado al exclusivo fraccionamiento Andara junto con el actual director general de administración de la oficialía mayor de gobierno José González, entre sus clientes preferenciales tiene a Félix González y varios de sus ex colaboradores. De trato ríspido, Zapata Vales, lo mismo corre de Andara a verificadores de Cofepris que demanda a funcionarios estatales de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado, al igual que a funcionarios municipales de Othón P. Blanco. Precisamente por esas demandas, argumenta en parte, su negativa a ocupar la regiduría que dejó vacante Valencia Cardín, quien por su parte no tiene empacho en abandonar el cargo municipal del que presumía un gran compromiso.

La definición de candidaturas a las 15 diputaciones locales por mayoría relativa, más 10 de representación proporcional, se han convertido en un ejercicio complicado por las circunstancias actuales en las que los partido políticos han perdido fuerza, y la hegemonía de Morena estará a prueba debido a que arrasó en el proceso electoral del primero de julio de 2018 por López Obrador como candidato presidencial. Morena, con su inexperiencia y permeabilidad a personajes cuya ideología no es precisamente lopezobradorista, tendrá una dura prueba en Quintana Roo. No es producto del azar que la Comisión de Elecciones de Morena en el estado para este proceso, la encabece el cercano aliado del gobernador Carlos Joaquín, el diputado federal Jesús Pool Moo. Tampoco que Roger Cáceres, pareja política de Jesús Pool desde sus mocedades, fuera designado por los tomadores de decisiones como presidente del partido local Confianza, plenamente identificado con el gobernador. Los amarres para una elección gatopardista en la que gane quien gane se imponga el gobernador, sus sesudos asesores y estrategas, creen que ya es cosa dada. Ojalá no sean los mismos que aconsejaron al mandatario a no acudir a la importante reunión con el gabinete federal de seguridad, a pesar de que la inseguridad y la violencia constituyen el problema más grave de la entidad. En fin, son cosas que pasan en nuestro país y en nuestro caribeño estado.

¡Hasta la próxima!

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