Yesid Contreras Beltrán
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya
Viernes 22 de febrero, 2019
El caudal político del partido Morena en el ámbito nacional se refleja con matices en cada estado. En Quintana Roo el fenómeno de ascenso morenista, como reflejo del tsunami AMLO, será puesto a prueba en las elecciones del próximo 2 de junio. Entonces se comprobará si la inercia de su impulso es similar a la de julio del año pasado cuando posicionó a senadores y diputados federales de rancia procedencia.
A unos días del inicio de la campaña electoral para renovar las 25 bancas del Congreso estatal, el hervidero político en torno a Morena acerca a personajes de todo origen, máxime cuando el partido abrió las puertas a la inscripción de candidatos diversos, sin que fuese requisito la afiliación o militancia.
Al igual que en otros puntos de la geografía nacional, políticos del naciente régimen, sobre todo del PRI, cambian su camiseta ante la crisis del otrora partido poderoso.
Ex militantes del tricolor, sin pena ni vergüenza alguna, sin empacho camuflado, asumen las riendas morenistas y trasladan sus maquinarias al que se perfila como partido del futuro: el ex rector de la Universidad de Quintana Roo, José Luis Pech, candidato a gobernador en 2016, desde julio pasado funge como senador.
En el mismo tenor aparece como líder tras bambalinas, el doctor Manuel Aguilar, ex presidente de la Gran Comisión en la anterior Legislatura controlada por el PRI. Y qué decir de Maribel Villegas, que ha transitado por todos los partidos.
La inscripción de más de 300 candidatos de Morena el martes 18 de febrero mostró con vigor este fenómeno, hasta el punto que un militante, desesperado ante la demora del trámite y la gran cantidad de aspirantes, exclamó en las afueras de la sede cancunense de Morena: “seguro se demoran mucho porque instalaron un polígrafo y casi ningún inscrito pasa la prueba”.
De cara a las elecciones legislativas estatales, la capital quintanarroense se avizora como la prueba de fuego para Morena, en alianza con los partidos del Trabajo y Verde. En los distritos 14 y 15 el morenismo se juega su continuidad, dado que muestra los signos visibles de la pugna por los dulces cargos de la piñata electoral, que se disputan con ardor candidatos invitados y militantes sumidos en la sombra por experimentados políticos y maquinarias del viejo estilo.
El desfile de “suspirantes” (mujeres en más de la mitad) llegó a 37 inscritos por el 13, una treintena por el 14 y más de una docena por el 15. Muchos advenedizos aterrizaron en Morena con singular alegría y entusiasmo, pese a que representan más de lo mismo en cuanto a sus orígenes políticos anclados en el PRI y partidos rémora.
Veteranos militantes morenos esperan ser legisladores, aunque las tienen duras con la avalancha de externos, apadrinados por experimentados operadores del pasado.
Pocos independientes representan a organizaciones de la sociedad civil del sur, salvo excepciones como las defensoras de los derechos de la mujer Mayusa González (distrito 12) y Gabriela Rojo (distrito 14).
La visita de AMLO, agendada para el domingo 24 de febrero, podría remover a Morena en sus bases, porque además de responder a las expectativas sobre los planes para capital, deberá bendecir a los postulados de su partido, aunque provengan de otras filas y hayan salido premiados con una dulce inscripción en la piñata morenista.
Periodista y escritor
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