El pasado mexica es hilo del tejido identitario en todo el país

Diego Prieto*
Foto: INAH
La Jornada Maya

Miércoles 27 de diciembre, 2017

Los mexicas, imperio que se forjó por medio de alianzas y guerras, de conquistas y sangre; fue también un pueblo de unificación y diversificación, de mezclas y migraciones; temas contemporáneos que podemos ver desde nuestro pasado más remoto.

Comúnmente conocidos como aztecas, este pueblo, inicia su historia al peregrinar de la mítica isla de Aztlán “lugar de las garzas”, hacia su tierra prometida. Tras varios años de largo andar; y de apropiación, sometimiento, asentamiento y expulsión, logran fundar su ciudad capital, la Gran Tenochtitlán, que en náhuatl quiere decir “el pedregal donde abundan las tunas”, también llamada: México.

A partir de entonces, bajo el resguardo y protección de Huitzilopochtli, dios solar y de la guerra, que los guió a lo largo de su andar y les indicó la tierra donde habrían de asentarse; anduvieron incansablemente, trabajaron y sacrificaron, como un privilegio sagrado, para lograr vencer a la noche y a la oscuridad, y poder dar vida de nuevo a la tierra con cada amanecer.

Sus inicios, proezas, mitos, leyendas y modo de vida, fueron plasmados en los códices prehispánicos y en los textos y manuscritos de los cronistas y evangelizadores novohispanos, como fray Bernardino de Sahagún y fray Diego Durán. Estas invaluables fuentes, así como las piezas arqueológicas que se encuentran resguardadas en los acervos de museos y centros de investigación, son los datos de primera mano con los cuales se inicia el conocimiento de este imperio. Pero toda la información que hasta el presente está en nuestro alcance, no hubiera podido llegar hasta nosotros sin la labor de los investigadores y especialistas del INAH, que año tras año se han dedicado al estudio de esta cultura, su cosmogonía, organización social, pensamiento y relaciones. Gracias al descubrimiento no intencional de la escultura monumental de Coyolxauhqui el 21 de febrero de 1978, es que se tiene el día de hoy un importante y vasto acervo que nos permite continuar con el estudio, y así conocer “un nuevo rostro del mexica”, como atinadamente lo describió el profesor e investigador emérito de nuestro Instituto Eduardo Matos Moctezuma.

Por ello y en el marco de la celebración del 30 aniversario de la creación del Museo del Templo Mayor y los 40 años que lleva en ejecución continua el Proyecto de Templo Mayor, gracias a la incansable labor de Eduardo Matos Moctezuma, Leonardo López Luján y Raúl Barrera, entre muchos otros especialistas que se han sumado a este fructífero viaje, cerramos el año dando a conocer parte de su trabajo en un escenario lejano territorialmente, pero cercano en relación a la sólida labor arquoelógica y el vasto esfuerzo que se ha realizado por lograr comunicar y comprender el patrimonio: Yucatán.

Al inaugurar [i]Mexicas, elegidos del sol[/i], en el Museo Regional de Antropología Palacio Cantón, a través de 5 módulos temáticos y 118 piezas, entre esculturas, vasijas, relieves, lápidas y objetos rituales; muestra no sólo las características más relevantes del pueblo mexica, sino que también genera un diálogo entre éste y la cultura maya a través de parte de los acervos del propio museo. Este diálogo no es contemporáneo sino histórico, entre dos culturas que nunca se sometieron o lucharon, pero que influyeron en visiones y creencias; enriqueciendo así también sus objetos y representaciones plásticas.

Así, la exposición que hoy inauguramos, es también una muestra más del compromiso que desde el instituto hemos tenido para la presentación de exposiciones del más alto nivel en este espacio. En los últimos 4 años han sido 17 exposiciones temporales, que han permitido no sólo reactivar el museo e incrementar y diversificar notablemente sus públicos de cara al siglo XXI, sino también mostrar la riqueza del patrimonio nacional y lo relevante de la península en el mapa cultural contemporáneo. Con exposiciones locales, regionales, nacionales e internacionales; el Palacio Cantón se ha convertido en una plataforma expositiva fundamental en el sureste, que se complementa con el trabajo del INAH realizado en las zonas arqueológicas y los proyectos de investigación. Teniendo en el estado proyectos consolidados, como Chichén itzá, la segunda zona arqueológica más visitada del país; pero también nuevos proyectos, como el que atiende la zona arqueológica de Kulubá, cuyos terrenos se adquirieron para consolidar el proyecto turístico y cultural del oriente maya yucateco.

La riqueza patrimonial del estado y su capital, el compromiso de sus autoridades y sociedad por el rescate y conservación del patrimonio, marca también nuestra agenda de trabajo con el único camino de sustentabilidad para la proyección futura del patrimonio regional.

Hoy, podemos estar seguros de que esta labor continuará, pues nuestra historia se escribe en el futuro y esta exposición es una muestra de ello.

El pasado mexica, no es el del centro de México, sino el de todos los que habitamos el vasto territorio nacional, sus símbolos han servido como hilos en el tejido identitario de nuestra nación independiente y su cultura y hoy están al alcance de nuestros ojos en las salas de este también icónico palacio.

*[i]Discurso pronunciado el día de la inauguración de la exposición[/i] Mexicas, elegidos del sol.

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