Silencio, el efectivo está cerca

Texto y foto: Fabrizio León Diez
La Jornada Maya

Viernes 10 de noviembre, 2017

El silencio realmente no existe; así como la nada, siempre hay algo. Lo cercano al total silencio tal vez sea la interrupción de un sonido, como se emplea en la música, o la imagen de un rostro después de un alarido, como revela una fotografía.

Cuando no se quiere decir nada, simplemente no se comenta y mucho menos se publica, pero en la comunicación actual se actúa al revés; es decir, hay tanta información diaria, que creemos saber más y en esa proporción más buscamos. Creemos crecer, y cuando falta información o no la leemos toda, interpretamos y suponemos.

En unas semanas sabremos quiénes son los candidatos; ahora suponemos y descartamos, dependiendo del ruido y los silencios de los protagonistas y los periodistas.

Como realmente el único que sabe quiénes son los principales candidatos del PRI y del PAN es el presidente Enrique Peña Nieto, lo que ahora se diga es preferible jugarlo con apuesta, como se ha hecho en prácticamente toda nuestra vida política y financiera.

En este momento estamos en los silencios. Nadie quiere arriesgar nada y el espacio se llena con declaraciones de lugares comunes, como el refrán que siempre salva una situación que no entendemos.

En el marco de la ley y respetando los tiempos, buscando la unidad, en todo momento velando por la paz, sin distraernos de la encomienda como servidores, seres humanos y ciudadanos, nadie mueve presupuestos, dejan de pagar facturas, no contestan(mos) los teléfonos, no caemos en provocaciones y ofrecemos disculpas a la primera oportunidad o las exigimos sin alterarnos, porque el horno no está para bollos y no estamos para quedar mal con nadie; no vaya a ser que el candidato sea con quien uno tiene una disputa. Hay que esperar, sin arriesgar.

El gobierno de la República Mexicana no tiene fiscal general, electoral y anticorrupción, lo cual nos pinta perfecto como esos cuadros que tanto nos gusta ver sin criticar. No obstante, las instituciones marchan y están pendientes del proceso electoral, del que en un año saldrá un nuevo presidente electo, su gabinete, las cámaras renovadas y pactadas y, en el mejor de los casos, con una buena racha, que a tantos hace falta y a muy pocos les sobra; y a los que les sobra, ya se dieron cuenta que se puede terminar en la cárcel, a los menos, o en el olvido, a los más. Silencio otra vez.

[b]En Yucatán[/b]

Luego del golpe de campaña de Mauricio Sahuí, antes de la asamblea priísta encabezada por el gobernador Rolando Zapata, la autoridad electoral no encontró elementos para culparlo de violar la ley, y el encuentro de su partido lució como una postal de unidad: los aspirantes se presentaron casi uniformados, alzaron las manos como en rondalla, e hicieron votos de unidad y disciplina. De ahí y hasta ahora impera el silencio.

El señor Mauricio Sahuí no es un funcionario independiente del gobierno. Es empleado del gobernador y su subordinado directo al frente de la secretaría más importante en el sector social.

Cuando Sahuí causa malestar en la opinión pública, en realidad quien lo causa es el gobernador... salvo que el gobernador no gobierne sino medie entre fuerzas que pesan y reclaman espacios en su gabinete. Es decir, las tribus que operan calladas.

Este [i]affaire [/i]de octubre causó varias heridas políticas y de salud importantes en el primer equipo del gobernador, y si bien sólo uno de sus cercanos terminó en el hospital por una crisis de estrés, fueron más los que en silencio se preocuparon por haber perdido el control.

[b]Los rojos y colorados[/b]

¿Quiénes serán los próximos candidatos yucatecos a la gubernatura, de entre los que hasta en este momento figuran?

Por el PRI está el diputado Jorge Carlos Ramírez Marín, quien cuenta con una sólida relación con el presidente Peña Nieto, su gabinete, y todos los reflectores políticos que le ha dado su trabajo como líder de los diputados y su operación electoral en el Estado de México.

Por el mismo partido será quien decida el gobernador Rolando Zapata.

Su gestión al frente del gobierno de Yucatán lo mantiene con varios positivos. Por su carácter sobrio, y comparado con otros estados y colegas, su gobierno no tiene problemas graves ni agudos, salvo las heridas crónicas de pobreza, violencia intrafamiliar, salud y las opacidades propias del ejercicio presupuestal, que es un mal endémico de la Republica.

En esa lógica es posible, que a la hora de decidir, el presidente Peña Nieto le dé al gobernador el poder de decisión. Eso sólo él lo sabe.

Zapata Bello tiene tres disyuntivas. Si aplica la lógica de la confianza y de valorar cierto profesionalismo como factor, se inclinará por Víctor Caballero Durán, quien tiene las claves de operación e intereses del grupo político encabezado por su mejor amigo. Si toma la regla ortodoxa de alguien que pueda pactar, con grupos como el ivonnismo, entre otros, el sucesor tendría que ser Roberto Rodríguez Asaf. Pero si su sentimiento político se inclina por lo popular, su opción fresca y sin sombras de corrupción tendría que ser en Liborio Vidal; y si apuesta por el clásico priismo, Mauricio Sahui lo representa.

[b]Los Azules[/b]

Entre los panistas, es probable que sea Mauricio Vila quien encabece la frágil unidad del frente opositor, a menos que al saber a quién enfrentará por el PRI, repita en la alcaldía, lo cual es una salida fácil y honrosa.

El alcalde de Mérida es ahora la figura más profesional que tiene el PAN.

No ha tenido necesidad de invertir mucho en una campaña porque el trabajo del Ayuntamiento es el mejor escenario. Su incursión en el sur de Mérida, en la cultura y la cordial relación que tiene con los medios y mucha ciudadanía, lo hacen lucir como un político ideal, cuyos únicos negativos lon los que le endilgan sus propios compañeros de generación, convertidos en opositores, pues como presidente municipal carece de un discurso crítico hacia el gobierno.

También que ha descuidado la regulación en la vida cotidiana meridana, pues el tráfico vehicular, el incremento de la vida nocturna y los robos a casa habitación han incrementado en 25 por ciento en el último año, lo cual ya merecería no solo la creación de un manual cívico y una campaña de educación y prevención, sino una postura política ante el incremento de habitantes, inversiones y el espejismo de empleo; el cual se nota ya en varias esquinas de la ciudad que su gobierno puso de moda.

[b]El efectivo [/b]

El listado de opciones se reduce a la par que, en los silencios, se afina una maquinaria económica tan fuerte como los movimientos que hacen los bancos, las grandes empresas y gobiernos. Están en juego todos los negocios de que el país depende. En cuanto a Yucatán, tomado como modelo exitoso de un gobierno aparentemente equilibrado y en contubernio con todas las tribus locales, se extreman cuidados para que por ningún motivo político se envíe una mala señal a los inversionistas, que en estos momentos dudan que todo esté bajo control, es así como los silencios se interpretan.

En una mesa del restaurante La Hermana República, un tercio de necios compartíamos la terquedad de no abandonar la tertulia. Uno de ellos, tal vez el operador político que nadie quiere tener como enemigo, un hombre sin escrúpulos para pensar, argumentar y disculparse, nos contó el problema que ahora tienen los candidatos, partidos, gobiernos y empresarios, es qué hacer con el efectivo.

“¿Cómo vamos a usar tanto efectivo?”, nos preguntó, mientras pagaba la cuenta con su tarjeta de nómina.

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