Batazos y tacleadas

Antonio Bargas Cicero
Foto: Jorge Peña Acosta
La Jornada Maya

Viernes 10 de noviembre, 2017

La Liga Mexicana de Beisbol entra a territorio desconocido con dos torneos para 2018 que tienen el objetivo de generar más ganancias y atraer más interés y patrocinadores.

Lo que está claro hasta ahora con el anuncio de las fechas para los dos campeonatos es que la pretemporada será aún más importante y prácticamente no se podrá fallar con los refuerzos. Las temporadas de la pelota eran como un maratón, no una carrera. A partir del próximo año será al revés. Los peloteros tendrán que prepararse más para un sprint que para una carrera de resistencia. Arrancar en forma y bien será primordial. Elegir adecuadamente a los extranjeros será otra clave. No habrá mayor tiempo para esperar a que se adapten o tomen ritmo, como los Leones hicieron la pasada campaña con Juan Francisco y Ricky Álvarez. Los melenudos ya dieron un paso importante para armarse para este nuevo formato con el regreso de Jesús Valdez, quien conoce perfectamente el entorno. Otra ventaja para Yucatán: si mantiene un buen núcleo, como se espera lo haga, contará con grupo que ya se conoce y entiende. Varios llevan varios años jugando juntos.

La fase regular de cada uno de los torneos, que arrancarán el 22 de mazo y 3 de julio, constará de dos meses. Solamente habrá unos cuantos días entre el final de la primera Serie del Rey (finales de junio) y el comienzo del segundo campeonato (3 de julio).

Además de Cacao, deberían regresar Yoanner Negrín y Ronald Belisario. Se ve difícil que retorne Juan Francisco. Habrá que ver qué pasa con Yuniesky Betancourt, tercer bate y antesalista actualmente de Mexicali en la LMP. Valdez continúa con su campaña de MVP en Venezuela; anteayer bateó noveno jonrón y llegó a 31 impulsadas.

El regreso de los Diablos al Sur dará aún más interés a la nueva era. Yucatán y el México podrían reanudar rivalidad en playoffs (que fue espectacular de 2006 a 2008), pero antes los pingos deben clasificar de nuevo, lo que no hacen desde 2015.

Otra dolorosa pérdida para el beisbol. Roy Doc Halladay fue mucho más que uno de los derechos más grandes de la historia. Fue admirado, querido y respetado. Con recta, curva y cambio dominaba y era de esos pítchers que sabías que iba a lanzar y aún así no podías darle. Auténtico caballo como los que ya no hay en esta era de bulpéns profundos y especializados. ¿Consejo para enfrentarlo? “Buena suerte”, dijo una vez un scout.