La insensibilidad del Star Médica

Paul Antoine Matos
Foto: Raúl Angulo Hernández
La Jornada Maya

Martes 12 de septiembre, 2017

El hospital Star Médica está indefenso. La muerte del bebé Fabrizio Sosa Ávila en la clínica, tras una serie de desatenciones y negligencias –como afirman los padres- generaron en la sociedad de Mérida un descontento que se reflejó en la protesta de más de 300 personas el domingo, en el Monumento a la Patria.

Pero el Star Médica, su director Hugo Boehm Calero y los doctores que atendieron al menor, W.C.G. y F.G.M. (aunque sus nombres están en las redes sociales), decidieron callar ante las acusaciones de negligencia.

El silencio se hizo oficial el sábado cuando, después de la rueda de prensa ofrecida por los padres de Fabrizio, los medios de comunicación solicitaron la versión del caso al Star Médica. Encerrado en su oficina, Boehm Calero no atendió a los reporteros. A su equipo de seguridad se le ofrecieron los números telefónicos para que convoque a los medios y hacer válido su derecho de réplica, pero los rechazaron.

El colaborador de La Jornada Maya y experto en estrategias de crisis, Eduardo del Buey, señala que cuando una empresa tiene un conflicto de imagen, la mejor manera de atenderlo es dar la cara. El canadiense reconoce que se tiene que comunicar a la prensa y la sociedad lo que ocurrió, aceptar los errores y mostrar empatía con los afectados.

Star Médica no ha sido empático para con la familia Sosa Ávila, ni aceptó los posibles errores, pero tampoco da la cara. Así, la clínica privada aviva las llamas de la crítica y permite que su credibilidad se debilite.

El nosocomio también ha mostrado su cara insensible hacia sus pacientes. Por horas, Mónica Ávila Rodríguez, la madre de Fabrizio, estuvo solicitando atención médica urgente para su hijo, sin que las enfermeras o galenos la tomaran en cuenta.

La desidia del personal médico y la falta de una razón clara de qué le sucedía al bebé –pasaron horas sin que encontraran una respuesta, la cual aún exigen - son un elemento que un enfermo tomará en cuenta a la hora de elegir el hospital para consultar, en especial ahora que está cerca de terminarse uno privado en la zona norte de Mérida.

Más allá del factor económico –que al parecer es el que le interesa a la clínica - está el factor humano.

¿Por qué el Star Médica no contaba con el personal adecuado para atender una situación de urgencia en un menor? ¿Dónde quedó la formación ética de los doctores y enfermeras que atendieron a Fabrizio? ¿Por qué no aceptaron su error y le dijeron a los padres la verdad sobre lo que ocurría?

No es la primera vez que el Star Médica es acusado por una situación similar. En marzo, una joven (V.B.G.) interpuso ante la Fiscalía una denuncia por un presunto abuso sexual por parte de un médico perteneciente a ese hospital, con el número 72/2017 en la Agencia Especial de Delitos Sexuales 1, pero la institución se desligó del caso.

En el caso Fabrizio, uno de los doctores responsabilizó a los padres del bebé. “Es una bacteria que contrajo en su casa”, les expresó, según dijo la madre del infante. Pero nunca les indicó qué bacteria era, ni se confirmó su teoría, porque la familia carece del expediente médico, que ha sido guardado con secrecía el Star Médica.

El certificado de defunción indica que la causa fue “un choque séptico de cuatro horas y una gastroenteritis de 24 horas”.

También, la Fiscalía General del Estado llevó a Boehm Calero a declarar ayer, tras la denuncia interpuesta por los padres de Fabrizio.

La razón del silencio aún se desconoce. Quizá era por temor a una demanda por parte de los padres o el miedo a perder la credibilidad. Eso ya sucedió. La demanda está y desde que el caso llegó a las redes sociales, así como una protesta, Star Médica seguramente perderá pacientes.

[b]¿Y las autoridades?[/b]

En el caso Fabrizio también está el silencio de las autoridades yucatecas. Como representante, el gobernador Rolando Zapata Bello, a través de la Secretaría de Salud estatal, podría solicitar al gobierno federal y las instancias médicas el esclarecimiento del caso. Pero, fiel a su costumbre en temas espinosos, el mandatario también calla.

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