Los ojos de la bestia

Manuel Alejandro Escoffié
Foto tomada de http://pennqueerfemfilm.wordpress.com/
La Jornada Maya

Viernes 8 de septiembre, 2017

El pasado lunes de esta misma semana, en mi capacidad como Coordinador de Promoción y Difusión Cultural Cinematográfica en la Universidad Autónoma de Yucatán, participé en la rueda de prensa llevada a cabo para dar a conocer a los medios locales la programación de las 1ERAS JORNADAS ACADÉMICAS DE CINE EN MÉRIDA, próximas a realizarse durante los días 21, 22 y 23 de septiembre en el Centro Cultural Universitario de dicha institución. Estas jornadas, las primeras de su tipo a llevarse a cabo tanto en la ciudad como en el estado, estarán conformadas por trece ponencias con análisis de películas desde puntos de vista más allá del cinematográfico (psicoanalítico, histórico, sociológico, psicoanalítico, etc.). De hecho, quien escribe tendrá el honor de formar parte de la lista de ponentes. Será la primera vez en que el público yucateco tendrá oportunidad de empaparse de algo que escasea a grados alarmantes entre muchos de quienes cargan con la responsabilidad de producir, distribuir y exhibir contenido fílmico: la invaluable importancia de entender cómo es que funcionan las películas. Lo cual, en la humilde perspectiva de un servidor, puede igualmente traducirse a otra carencia no menos imperdonable: la de estar dispuestos a entender cómo funcionan lo suficiente como para tener por ellas el respeto que les corresponde.

En muchas profesiones se sobre-entiende que cualquiera con aspiraciones serias a formar parte de ellas necesita estar familiarizado con los principios de su materia prima. Muy pocos dudarían que la responsabilidad de un estudiante de medicina incluiría no solo memorizar órganos y huesos, sino también comprender sus funciones, complejidades e implicaciones; conceptualizando el conocimiento de manera que forme parte de su proceso cotidiano de toma de decisiones. En otras palabras, conocerlo lo suficiente para respetarlo lo suficiente. Lo mismo se puede decir de un carpintero con la madera, un cocinero con los utensilios o un electricista con los cables. El respeto a sus materiales deriva del conocimiento y actitud con que los usan. En el caso de las películas, prevalece una muy triste excepción. ¿Cuántos estudiantes de producción cinematográfica no asumen erróneamente que por saber mover una cámara tienen idea de lo que es una puesta en escena? ¿O que con tan solo pegar un plano con otro conocen el significado de la palabra “montaje”? ¿Cuándo no hemos visto a organizadores de Festivales que no han manejado algo más complicado que un horno de micro-ondas caer en la falacia de que una proyección consiste en llegar a la hora justa de la misma, introducir el DVD o Blu Ray en el reproductor y oprimir “play”? ¿O programadores culturales cuyos pobres puntos de referencia los hace entender por “espacio alternativo” el armado de ciclos de cine centrados en un actor o director con una filmografía al alcance de todo el que posea una cuenta en Neftlix? En ese sentido, el cine suele hallarse en manos de gente que no lo comprende y que, por lo tanto, no lo respeta ni mucho menos lo merece.

Las razones son variadas. A falta de enumerar todas por limitaciones de espacio, me tomaré la libertad de señalar una: la trágicamente cimentada y nociva actitud de que las películas existen para nosotros y no al revés. De insistir en considerarlas meras unidades desechables de ocio de las que tenemos derecho a esperar todo y a no deberles nada. Pero, sobre todo, de la ignominiosa apatía cuando se trata de llevar a cabo el más mínimo esfuerzo por entrar en contacto lo que hay que en su interior y que se supone que tanta “cinefilia” por ellas nos inspira. No pretendo afirmar que estas jornadas académicas vayan a lograr mágicamente el efecto contrario. Pero me quito el sombrero ante su existencia y las celebro como el primer paso en el largo camino para la construcción de un futuro donde la frase “más cine, por favor” sea reemplazada por una demanda de más respeto hacía lo que el cine representa.

[b][email protected][/b]