Dos años de ciencia en La Jornada Maya

Javier Flores
Foto: Fabrizio León Diez
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán

Hace pocos días la portada de este diario publicó una imponente fotografía del Planeta Rojo, la cual ocupó casi la mitad de la primera plana. Su cabeza, invitó a los lectores a conocer la participación del astrobiólogo mexicano Rafael Navarro en la búsqueda de vida en Marte. Fue una primera plana espectacular.

No es frecuente que un periódico mexicano dedique su portada a algún tema científico, [i]La Jornada Maya[/i] lo ha hecho en varias ocasiones. Uno se pregunta ¿por qué? La explicación tiene orígenes remotos, la cultura maya es cuna de la astronomía mesoamericana, donde se origina la gran tradición con la que cuenta nuestro país en la observación del cielo. Además de los observadores mayas, en la península han nacido algunos de los más importantes astrónomos contemporáneos que han dado fama a México mundialmente.

El interés del diario no se limita a un solo campo del conocimiento. Basta con mirar los ejemplares para darse cuenta de la riqueza de los contenidos científicos del diario que dirige Fabrizio León Diez. Hay una preocupación por temas de educación y ciencia, que incluyen los proyectos que realizan universidades y centros de investigación locales para el avance del conocimiento y solución de problemas que enfrenta la región, y para que la población sea parte activa de la generación de conocimientos.

Además, existe un interés recurrente en torno a temas medioambientales. En un momento en que el presidente de Estados Unidos da la espalda al Acuerdo de París sobre el cambio climático, [i]La Jornada Maya[/i] se ha dirigido a temas que van desde la protección del medio ambiente, de las especies amenazadas, hasta el empleo de estufas ecológicas en las regiones rurales. Esta mirada se extiende a nivel nacional, como en el caso de la amenaza para cientos de especies animales que representa la construcción de un muro en la frontera entre México y Estados Unidos.

Estas páginas constituyen también un espacio para debates científicos, como en el caso de los posibles efectos adversos hacia el medio ambiente y la salud humana de los organismos genéticamente modificados, lo cual ha dado lugar a la publicación de las posturas de algunos investigadores de El Colegio de la Frontera Sur, quienes han enviado cartas a [i]La Jornada Maya[/i]. Lo anterior, ha enriquecido esta discusión además de revelar que la comunidad científica de la región ha incorporado entre sus preferencias a este diario.

La atención que brinda [i]La Jornada Maya[/i] a los temas científicos, no es producto de un capricho, pues detrás de todo esto hay una convicción. Por un lado, la certeza de que todas las fuentes tienen un claro componente científico-técnico, lo que pone a [i]La Jornada Maya[/i] en la vanguardia mirando hacia el futuro. Por otra parte, hay una idea muy clara en el director y su equipo de colaboradores, pues proporcionar información basada en el conocimiento se convierte en una de las mejores armas con las que cuenta una sociedad para la toma de decisiones racionales y objetivas, al margen de prejuicios y dogmas.

Felicidades a todos y todas las que hacen posible este notable esfuerzo periodístico. ¡Larga vida a [i]La Jornada Maya[/i]!