Un diario de provincia con tinte nacional

Kálmán Verebélyi
Foto: Fabrizio León
La Jornada Maya

Jueves 6 de julio, 2017

Llenamos nuestros pulmones con aire hasta no poder más, lo retenemos, nos dejamos emborrachar con el baile de las diminutas llamas y soplamos. Nosotros mientras escuchamos Las mañanitas pensamos en un deseo: que sean muchos años más después de estos dos que llevamos en la península con el afán de informar sobre los hechos más relevantes, atendiendo a los principios periodísticos: veracidad, objetividad e independencia.

Las opiniones sobre nuestra labor, naturalmente, divergen. Sin embargo, llama la atención que muchos consideran a [i]La Jornada Maya[/i] un diario de provincia con tinte de nacional. Ello porque, siendo hija de La Jornada, se apoya de plumas de alto nivel, cuyas palabras penetran en la sociedad para transformarla.

El equipo de [i]La Jornada Maya[/i] en Campeche no podría ser más pequeño, de serlo sería inexistente. Darle seguimiento a la información es una obligación del periodista, en este sentido se está cumpliendo con los requisitos más indispensables. El tema de los transgénicos es el mejor ejemplo de ello.

En Campeche los políticos sufren de [i]declaratitis[/i], una enfermedad que, según ellos, ayuda a medir el grado de aceptación o rechazo. Aunque por todos es sabido que la balanza puede fortalecer el lado de su aceptación, ya que en el ámbito periodístico existe una complicidad entre comunicadores y los que ansían expresar sus virtudes.

[i]La Jornada Maya[/i], pese a la tentación intenta mantener su independencia, pero hace falta saber que para tener notas exclusivas el reportero tiene que cultivar sus relaciones con los emisores de dicha información; para los lectores que sólo ven la superficie, sin analizar a fondo lo sucedido, pueden tener una impresión de “entreguismo” a la información. Dichos lectores podrían dejar de tener “fe” al diario.

Sintetizar en 4 o 5 notas diarias el acontecer campechano es una tarea difícil. Para poder hacerlo hace falta discernir entre la importancia de las fuentes, además del peso específico que cada una representa, ello para no ser comparsa de políticos atacados por declaratitis.

El nivel de aceptación de [i]La Jornada Maya[/i] es favorable, ya que es considerado un diario veraz. Para Carlos Martínez Aké, de Morena, la fuerza del diario es su objetividad, su afán de buscar las razones detrás de los acontecimientos. En tanto, Manuel Ortega Lliteras, del Verde Ecologista, emite la misma opinión.

Sabemos que cuando los políticos te ensalzan, mejor te pones en guardia, porque quieren acorralarte, condicionarte en las notas del futuro. Leer el mensaje emitido por el político es la tarea más difícil. Si no se conoce el trasfondo, el periodista se va “con la finta”, se convierte en lacayo de intereses ajenos. [i]La Jornada Maya[/i] ha sabido “torear” esto.

Hay que decir que hay gente que la ignora, pese a figurar en el mercado desde hace dos años. Sólo en los últimos meses se ve reflejado una mejora en la distribución del periódico, su penetración ha sido lenta, pero siempre en ascenso. La competencia es fuerte, no en calidad, sino por la traición del lector de leer siempre los mismos diarios.

La balanza de estos dos años es positiva, ya que no se han tenido tropiezos que hubieran peligrado el futuro del diario, pues está siendo tomado en cuenta. Hablando del deseo mientras se apagaba la vela: lograr la presencia en los municipios para dar a conocer sus demandas, describir las condiciones de vida que les toca por estar en Campeche.