El paso de las Pascuas por el mundo

Kálmán Verebélyi
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Lunes 17 de abril, 2017

En más de 120 países del mundo el Lunes de Pascua es día festivo, en algunos es día de descanso obligatorio. La influencia de la cultura, de las tradiciones y las costumbres de los conquistadores holandeses, ingleses y franceses de antaño se plasma en esa celebración; en el continente americano de habla hispana sólo en tres países, Guatemala, Perú y Venezuela, se conmemora.

La palabra "Pascua" deriva de la palabra judía "pesaj", que significa "paso", y que supuestamente celebraba el pueblo judío para conmemorar su liberación de los egipcios y el paso por el mar Rojo relatado en el [i]Antiguo Testamento[/i]. A su vez, la festividad significa también el paso del invierno a la primavera y mantiene celebraciones paganas con tradiciones de hace siglos que todavía se mantienen vivas.

En México, todos los creyentes saben que ese lunes, es el primer día de la octava Pascua, que es la semana que sucede al Domingo de Resurrección. Es el comienzo del Tiempo Pascual, un periodo de 50 días en los que se conmemora la muerte y resurrección de Cristo y el tiempo que pasó después con los apóstoles. El Tiempo Pascual concluye con el domingo de Pentecostés.

La Pascua es el día en el que Cristo resucitó, y es la fiesta principal de la cristiandad. La iglesia católica la celebra el primer domingo, después de la luna llena tras el equinoccio de primavera, por lo que la fecha varía entre el 22 de marzo y el 25 de abril.

Esta fecha determina, también, otras fiestas del calendario, como la Ascensión de Cristo, a los 40 días, o el domingo de Pentecostés, 10 días después de la Ascensión, día en el que se celebra la venida del Espíritu Santo a los Apóstoles.

Es costumbre en España que el Domingo de Resurrección los padrinos de bautizo regalen a sus ahijados unos dulces llamados Monas de Pascua.

La tradición marca que se reúna la familia y haga una salida al campo para comer estos dulces, junto con otras viandas como chuletas de cordero, paella y vino. En Cataluña, Valencia, Murcia o Aragón es una tradición comer la Mona de Pascua en estos días: una torta dulce en forma de corona que simboliza que la Cuaresma y sus abstinencias han terminado. En el caso de la comunidad catalana y valenciana, además de la Mona, se come chocolate y también se elaboran los Huevos de Pascua que suelen pintarse.

En Francia, por estas fechas, existe una tradición similar: los [i]Oeufs de Pâqueso[/i] los huevos de Pascua. Estos huevos se decoran, pintan y se esconden en los jardines de las casas o en el campo para que el domingo previo al lunes, los pequeños de la casa salgan a buscarlos. Así se celebra la Resurrección de Cristo, en familia, con huevos pintados y, en muchas ocasiones, de chocolate.

La celebración en Inglaterra comenzó mucho antes de la llegada del cristianismo. En la era pre-cristiana, el festival se observó en honor de la diosa anglosajona Eostre. Hoy en día, en Inglaterra, la fiesta de la Pascua comienza con la Cuaresma, que se celebra el Miércoles de Ceniza, y tiene una duración de 40 días.

La Pascua es una fiesta muy especial en Hungría. Varias tradiciones bastante curiosas siguen practicándose al día de hoy. Esta tradición no sólo se practica en Hungría, sino también en Polonia, República Checa y Eslovaquia. Otra opción más "light" y agradable es, sin duda, regalar un perfume. De sus orígenes paganos, los húngaros, un pueblo proveniente del área de los Urales, se convierten al cristianismo hace ya más de un milenio cuando en el año 1000 fue coronado su rey Esteban.

Desde entonces, y con una que otra vicisitud, el cristianismo ha estado siempre presente en la historia de este pueblo que habita en la Cuenca de los Cárpatos. De allí que la Semana Santa sea una de las conmemoraciones religiosas que gozan de mayor prestigio. Como en la mayoría de los casos, en las generaciones más viejas se siente la devoción, mientras que en las más jóvenes, la tradición.

Sin embargo, y a pesar del origen común de esta festividad religiosa, en Hungría hay unas particularidades, por razones propias o resultado de su mestizaje cultural. Por ejemplo, en Hungría la Semana Santa no es santa, sino “grande o mayor”. En húngaro, la Semana Santa (del latín [i]Septimana Sancta[/i]) pasó a ser [i]Nagyhét[/i] (también del latín [i]Septimana Maior[/i]). El Viernes Santo de recogimiento, en Hungría el Viernes Mayor, no es un día laboral; los días verdaderamente festivos son el Domingo de Pascua y el siguiente lunes.

Ese lunes es cuando tiene lugar una de las tradiciones populares húngaras de la Semana Mayor: la tradición de la "[i]locsolás[/i]", que consiste en echar agua a las chicas y los chicos dedicándoles un verso. Según la leyenda, los judíos o los soldados que cuidaban la tumba de Cristo querían hacer callar a la mujeres que pregonaban su resurrección arrojándoles agua. La otra explicación a tal tradición, más antropológica, es la del carácter de procreación y fertilidad que encierra tal acto.

En su origen, estas costumbres se relacionaban con los días próximos al equinoccio de primavera. La costumbre más particular es el «rocío de las mujeres y las chicas. Las regamos con agua, comparándolas con nuestras flores más hermosas y las mojamos para que no se marchiten». Los hombres van a casa para regar a las mujeres con agua, como si fuesen flores, para que luzcan guapas durante todo el año. Antes, en los pueblos, el riego se practicaba con agua de pozo y en secreto. Hoy en día, se realiza de manera simbólica, con algunas gotas de agua de Colonia. El viernes santo se celebra en ayuno. El sábado, una vez finalizado el ayuno se puede empezar a comer el popular jamón de pascua. Es un jamón ahumado que necesita varias horas de cocción, lo acompañaremos con huevos cocidos, pan dulce, mostaza y rábano rallado.

La Pascua ortodoxa es una de las festividades más importantes del año en Grecia, donde se celebra la resurrección de Cristo y la llegada de la primavera con tradiciones pintorescas que recorren el país a partir de hoy y hasta el lunes.

Una de las fiestas que más llama la atención es la que tiene lugar en la isla de Quíos, en el Dodecaneso, que consiste en una batalla de cohetes entre dos parroquias de la aldea de Vrondados (en griego significa “el lugar donde truena”). En el siglo XIX, bajo la dominación otomana, la comunidad griega ortodoxa local no tenía acceso a las armas, pero durante la Pascua las autoridades cedían un cañón a cada una de las dos parroquias para que pudieran conmemorar esta fecha tan señalada. Hasta hoy, la batalla tiene lugar el Sábado Santo y se inicia por la tarde (17.30 horas), cuando unos 150 jóvenes de las dos iglesias empiezan a lanzar cohetes de fabricación casera y lo hacen sin interrupción hasta las diez y media de la noche, cuando se hace una pausa de media hora para permitir a los creyentes ir a la misa de resurrección.

El espectáculo de fuego cruzado dura hasta la medianoche, y se calcula que para entonces se han disparado entre 80 mil y 120 mil cohetes con el objetivo de alcanzar la parroquia contraria por parte de cada uno de los bandos. En Rusia, se celebra cada año la Pascua Ortodoxa. Al igual que la Navidad, la Pascua Ortodoxa se rige por el calendario juliano. No obstante, hay que tener en cuenta que la celebración se basa en la primera luna llena después del equinoccio de primavera.

Por ello, la coincidencia de fechas entre ambas religiones se da una vez cada 3 o 4 años. Las restantes se separan una, cuatro o cinco semanas. En el año 2017 la pascua católica y la ortodoxa coinciden (igual que ocurrió en 2014). No obstante, en Rusia, la Pascua ortodoxa no tiene días festivos. Tanto el Jueves Santo como el Viernes Santo o el Lunes de Pascua son días laborales, pero los fieles rusos los celebran activamente.

[i]San Francisco Campeche[/i]