Sobre los hombros de Colosio

Carlos Sobrino Argáez
Foto: Fabrizio León Diez / Archivo
La Jornada Maya

Viernes 24 de marzo, 2017


Son 23 años desde aquel día que cambió al PRI y a México; veintitrés años de distancia desde aquel fatídico veintitrés.

Sin embargo, Luis Donaldo Colosio está más presente, vigente y vivo que nunca.

Lo hemos extrañado, porque el destino de la Patria extraña a los grandes mexicanos; él está de regreso, por su esencia, su visión y su anhelo.

Está de regreso en todo México, pero especialmente en Yucatán, porque Luis Donaldo Colosio veía a un PRI construido sobre dos grandes columnas: la del territorio y la de las ideas.

Él veía a un PRI con proyecto y con estructura; ganando en el territorio y convenciendo con las ideas.

Él veía un PRI equilibrado, ordenado, de acción y de reflexión, como el que nos hemos propuesto junto con Rolando Zapata Bello.

Colosio veía un PRI con el oído bien pegado al suelo, escuchando a las estructuras, a los liderazgos reales, reunido en cada plaza y en cada parque con la comunidad.

Veía un PRI de proyecto, con ideas de desarrollo claras para el campo, la ciudad, para el hombre y para la mujer, para los jóvenes, los indígenas, para todos.

Un PRI con gobiernos de resultados, como el de Yucatán que está reindustrializando al estado, que está creando 56 mil empleos formales y ha entregado más de 57 mil computadoras a nuestros jóvenes estudiantes; un gobierno que ha tecnificado más de 40 mil hectáreas para abrir una nueva esperanza en el campo.

De eso se trata, así entiendo yo mi tarea, el reto es tener un partido idealista, pero no ingenuo; un partido con estructura eficaz, pero con la confianza absoluta de la ciudadanía.

Un partido de mucha política de micrófono abierto, y enemigo de la grilla de puerta cerrada.

Luis Donaldo creía en esos equilibrios; era un hombre que “veía a un México distinto”, pero no se quedaba en el ideal, él sabía cómo operar las cosas, y sabía que el movimiento del territorio era esencial; sabía que había que ser flexibles, pero nunca desordenados; sabía que era importante escuchar a todos, pero tomadas las decisiones, lo fundamental era actuar como una sola voz.

Ese es nuestro partido, con los pies bien puestos en el territorio; renovado, revitalizado y sereno. El partido que ve un Yucatán distinto, fuerte, orgulloso y con bienestar.

Colosio está presente, y el PRI de Yucatán está parado en sus hombros.