Corrupción en reciclaje

Joana Maldonado
Foto: Cuartoscuro
La Jornada Maya

Lunes 27 de febrero, 2017

Hasta ocho estados del país, replicaron un programa paternalista y electorero que abanderó la administración de Roberto Borge Angulo y que justificó el desvío de recursos públicos. [i]Reciclando Basura por Alimentos[/i], tenía un presupuesto de seis millones de pesos, sólo para el ramo de comunicación social que servía para exaltar la imagen del ex mandatario, cuya aspiración era ocupar un puesto dentro de la administración federal.

Dicho programa, tenía el doble propósito de contribuir a bajar los índices de desnutrición entre la población de escasos recursos, mientras que suponía una disminución en el impacto de la contaminación, a través de la recuperación de materiales reutilizables. Básicamente operaba con el intercambio de basura por algunos alimentos de la canasta básica.

Pero ni lo uno ni lo otro, pues este subprograma derivado de [i]Para una Mejor Alimentación[/i], que ejercía un presupuesto anual de 20 millones de pesos, la Secretaría de Desarrollo Social e Indígena (Sedesi), no cumplió con sus objetivos y se reforzaba en las épocas de elecciones, concentrándose en las zonas urbanas de Cancún y Playa del Carmen. En realidad, “era una regaladera de despensas, disfrazada de programa social”.

De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social (CONEVAL), el índice de carencia por acceso a la alimentación se incrementó en 4.6 por ciento, al pasar de 18.6 en 2012 a 23.2 en el 2014, que representa a más de 88 mil personas.

[i]Reciclando Basura por Alimentos[/i], además de no mejorar el índice de alimentación de las personas en situación de pobreza, según registros federales -porque careció de alguna herramienta cuantitativa a nivel local-, tampoco generó un programa de reciclaje o comercialización de los residuos sólidos. El destino de la basura recolectada, eran los vertederos municipales; es decir, se iban a la basura.
Según el titular de la Sedesi, Julián Ricalde Magaña, la secretaría de la Gestión Pública mantiene una investigación con relación a este programa y está citando a comparecer a los ex funcionarios encargados por la presunción de que existan irregularidades en su operación.

Del presupuesto total, el programa tenía una partida para su difusión de 6 millones de pesos anuales, pese a los millonarios contratos que el gobierno estatal ya ejercía con medios de comunicación, a través de la Unidad del Vocero y secretaría particular.

¿Por qué la basura no se reciclaba?, cuestiona Ricalde Magaña, al menos en los informes con que cuenta la Sedesi, la basura se disponía en los basureros municipales y en el caso de Benito Juárez, que está concesionado a una empresa particular, el gobierno del estado tenía que pagar por ello, lo cual generaba un gasto extra.

En suma, no existe un padrón de beneficiarios y no se pueden cuantificar los resultados obtenidos.

Como beneficio o que cumpliera con un indicador que determina la Sedesol, bajo la [i]Cruzada contra el Hambre, Reciclando Basura por Alimentos[/i], cuyas iniciales coincidían con las iniciales del ex gobernador, RBA, no existieron avances, sostiene el titular de la Secretaría de Desarrollo.

Junto con las Brigadas del Bienestar, no hay ningún indicador de desarrollo social como vivienda, salud, educación o alimentación en los que pudo haber impactado.

Según el quinto y último Informe de gobierno de Borge, dicho programa, había canjeado 23 mil 221 toneladas de desechos inorgánicos por productos alimenticios; lo que, según la fundación [i]Transforma Tu entorno[/i], se pudo haber traducido a cientos de millones diarios en todo el estado.

[i]Chetumal, Quintana Roo[/i]