Chechén

La Jornada Maya
Foto: Comunicación Ayuntamiento

Lunes 27 de febrero, 2017

La presencia de Beatriz Paredes en la escena priísta es una señal que impacta en la península de Yucatán. En lo inmediato, visitó a su gran amigo, el gobernador de Campeche Alejandro Moreno, días antes del Consejo Nacional del PRI.

Mientras disfrutaban en la comida las famosas manos de cangrejo, que le gusta desmenuzar en el plato de sus invitados al gobernador, en La Pigua, les dio tiempo de ponerse al día y fraguar las alianzas que se avecinan dentro del partido, para usar la fuerza que ha adquirido [i]Alito[/i] en la Canago, con los otros gobernadores.

La conocida cercanía de Beatriz Paredes con Jorge Carlos Ramírez Marín ha hecho, también, que la especulación sobre las candidaturas a gobernador de Yucatán, fortalezcan la idea de que el diputado pueda ser el designado por el PRI nacional, como el gallo que disputará las elecciones en 2018, siempre y cuando el Estado de México quede en manos de Alfredo del Mazo, ya que si ganan, se comprobará que sirve más la fórmula de la designación, que la competencia interna.

Lo cual no tiene del todo cómoda a los priístas yucatecos, que esperarán la competencia interna, en cuanto Zapata Bello les de la señal en abril próximo, pues el gobierno que encabeza tiene sus cuadros y estrategias para colocar a sus entenados principales, Víctor Caballero Durán y Roberto Rodríguez Asaf, quienes suben puntos en las encuestas internas y en lo privado afinan su equipo de precampaña, incluyendo al joven Pablo Gamboa, con quien de ser designado como candidato, representaría al cambio generacional yucateco y, al mismo tiempo, sería el viejo icono de la política tradicional priísta: el caballo negro.

Tratar de recuperar Mérida, es el otro gran pendiente que se ve duró de lograr y más cuando el carisma de Mauricio Vila crece día a día, tanto como los miles de asistentes al Carnaval que lo saludaron y se fotografiaron con él y su familia.

[b]Los movimientos de Beatriz[/b]

Muchas son las elucubraciones sobre los movimientos que realiza Beatriz Paredes. Hace año y medio, cuando se agitaban las aguas por el liderazgo del PRI y poco antes de la selección de candidatos, su nombre rebotó entre pasillos y columnas, incluso tuvo visitas furtivas, pero entonces se dijo que la regresaron de Brasil para que cerrar sus tareas diplomáticas formales, como fue monitorear de cerca el proceso jurídico, político y parlamentario que llevaría a la remoción del poder de la presidente Dilma Rousseff.

Resurge su nombre y las especulaciones también. Siempre que se juegan cartas de cambio en el gabinete o en el propio PRI, la embajadora Paredes cobra valor de prensa. ¿Hay algo en puerta? Sí, porque el contexto nacional e internacional del país se ha complicado y activos como ella pueden jugar relevo y hacer equipo para alguna instrucción del primer círculo.

Haría falta sopesar su pretensión de apostar por una posición en el Senado, con miras a conducir al rebaño tricolor, una vez resueltas las elecciones presidenciales. Lo importante es que justo en esa misma lectura se ubican los movimientos de Manlio Fabio Beltrones.

Vista así la cosa, se puede uno imaginar que en el PRI no todo se agita por la candidatura -aunque claro que esto seguirá siendo eje duro-, sino que va más allá y juega con escenarios post elección, cuando ya las cosas se hayan resuelto y eventualmente se tenga que jugar ya se en el Congreso o para presidente del mismo partido; o bien forjar alianzas y hacer contrapeso negociador con un primer mandatario surgido de otra fuerza política.

Es probable entonces que Paredes y Manlio estén en ese tablero. Se trata de una elucubración. ¿a quién ve usted encabezando a los tricolores senatoriales del 2018? ¿A Paredes, que dirigió las huestes de San Lázaro en el 2000 o a Beltrones que lo hizo en 2006, después de bajarse de la contienda con EPN?

[b]*Chechen.[/b] Es una planta altamente venenosa propia de la Península de Yucatán. Genera un rocío que se mezcla con el polvo que se va asentando sobre el árbol y al rozarla o pasar bajo la planta, se adhiere a la piel y la quema, causa fuerte comezón, ampollas dolorosas, hinchazón del cuerpo y hasta calentura. El remedio inmediato para contrarrestar su insoportable ardor es hervir hojas del árbol llamado chacá y mojar la piel dañada con el agua; otros aseguran que volviendo a pasar bajo la sombra del árbol el efecto del veneno se neutraliza.

[b]Esta columna está redactada por los reporteros, colaboradores, espías y gargantas profundas, amigos de La Jornada Maya.[/b]

[i]Mérida, Yucatán[/i]

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