Los sindicatos y esas cosas

Jesús Hernández Martínez
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Chetumal, Quintana Roo
Martes 14 de febrero, 2017

El problema se presentaría en el corto o mediano plazo. Ya era bola cantada, como dicen los beisbolistas; con la reforma educativa desaparecerían los sindicatos de trabajadores de la educación, incluyendo los de profesores. Ese es el problema que enfrentan en la actualidad los empleados de las instituciones educativas de Quintana Roo, principalmente los de educación media superior.

La explicación se reduce a que, durante mucho tiempo, las instituciones educativas le pagaban su sueldo íntegro a los trabajadores que conformaban los sindicatos; es decir, cobraban sin trabajar bajo el esquema o etiquetados como “comisionados”. Desde antes de la reforma educativa, en varios estados la SEP dejó de pagarles el sueldo a los integrantes del SNTE pero, en las instituciones más pequeñas permaneció “la costumbre” que ahora ya se trata de desechar.

Aunque el asunto no es precisamente quintanarroense sino de todo el país, en esta entidad se ha intensificado la inconformidad en los últimos meses, pues las autoridades educativas han puesto en la mesa sus dos opciones: dejar sus labores sindicales y volver a las aulas, u olvidarse de sueldo.

Mientras, en algunas escuelas, los “comisionados” ya volvieron a las labores docentes y administrativas, en otras siguen las pláticas con las autoridades educativas, pues, según la mayoría de ellos, la medida desaparecerá los sindicatos magisteriales y la permanencia de los trabajadores en sus puestos será más frágil; se les daría de baja si hubiera necesidad de darle la plaza a algún recomendado.

Como otras prácticas ahora consideradas corruptas, durante mucho tiempo “se comisionó” a los integrantes de sindicatos de las instituciones educativas. Estos abandonaban las labores docentes y administrativas temporalmente, y seguían cobrando su mismo sueldo, cubierto por sus mismas escuelas, donde se contrataba mentores y personal administrativo para cubrir los puestos de los “comisionados”, por lo que el gasto era doble.

Los sindicatos aprovecharon la circunstancia y crearon varios puestos como “vocal A”, “vocal B”, y otros que permitían a quienes los ostentaban no hacer nada, ni siquiera presentarse a las oficinas de su respectivo sindicato, pues no tenían tareas específicas.

El acuerdo federal, ya anterior a la reforma educativa, se refiere a que todas las instituciones educativas deberían dejar de pagar a los “comisionados” de sus sindicatos. Las afiliadas al SNTE no lo resienten pues, por ser muchos, la suma de sus cuotas alcanza para pagar el sueldo de todos los miembros del sindicato que, por otra parte, ya disminuyó considerablemente su número. Sin embargo, las instituciones de educación media superior y superior temen que con la medida desaparezcan sus sindicatos.

El problema lo enfrentan en Quintana Roo los Cbetis, Cecyts, Colegio de Bachilleres, Conalep y otras instituciones, con sindicatos propios pero cuotas insuficientes para pagar los sueldos a los “comisionados”; de hecho desde este año, esos “comisionados” comenzaron a volver a sus puestos de trabajo, mientras continúan las pláticas.
Las autoridades han anticipado que su intención no es desaparecer los sindicatos sino acatar las indicaciones de la SEP y los cambios que propone la reforma educativa. Los trabajadores piensan lo contrario.

De acuerdo con las reuniones para analizar la situación, tal vez deban conformar el sindicato de cada institución sólo unas cinco personas, es decir, las más indispensables, pero la última palabra no se ha dicho.

Representantes de algunas de las instituciones afectadas creen que pueden llegar a la huelga para que sus sindicatos no desaparezcan, pero otros consideran que no es viable, las autoridades laborales no lo permitirían y será relativamente riesgoso, sobre todo por el proceso de cambio de las actividades escolares para la mejoría de la educación. Las pláticas continúan y no se ha dado un plazo para cerrar ese nuevo capítulo de la reforma educativa.

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