Código de convivencia social

Virgilio Gómez
Foto: AP
La Jornada Maya

Viernes 3 de febrero, 2017


Cada segmento de turismo representa una oportunidad y un reto, así como los [i]springbrakers [/i]tienen características particulares, el turismo de jóvenes que buscan música electrónica, y fiesta también las tiene. Se trata de un grupo que, aparentemente, pasa más tiempo en la ciudad, que no se aísla en el hotel todo incluido, quiere conocer gente, consume en restaurantes locales y su derrama económica pudiera ser importante.

La discusión sobre el tipo de turismo que le conviene al destino la deben tener los actores económicos y los tres órdenes de gobierno, que deberían de contar con diagnósticos después de 10 años del festival BPM. Esperamos estén haciendo un análisis profundo de cómo aprovechar este nicho específico del mercado, para que sume al éxito del destino y no genere más riesgos que beneficios, lo cual será posible si se hace un análisis adecuado para que en su caso, si se considera positivo, se realice en el lugar adecuado, en la fecha apropiada y en la forma que se garantice seguridad para los habitantes y los turistas.

Los acontecimientos recientemente sucedidos en el Blue Parrot nos dan también una oportunidad para analizar cómo se está comunicando a los turistas las reglas de convivencia social.

Si recordamos que tan solo el 11 por ciento de los habitantes de Quintana Roo son originarios del estado, y que del total de habitantes en los centros turísticos contamos con varios decenas de miles de extranjeros que viven en Cancun, Playa del Carmen y Tulum, nos encontramos con que la esencia de este estado es la cultura maya ancestral como poderoso referente que está vivo. Sin embargo, su principal característica actual es la diversidad, por lo que es conveniente difundir las reglas de convivencia social a locales y visitantes, que permita conocer lo que se puede, lo que no y dónde.

El tema es que si se decide que seremos un lugar con fiesta, pues hay que dar la mejor, la más segura y hacer sentir a los turistas en su casa, para lo cual deben de conocer ciertas reglas que parecieran muy simples pero que son el marco que puede permitir ordenar la fiesta.

Algunos de los temas a comunicar son la prohibición del consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, así como de la venta y consumo de sustancias sicoactivas; no se debe conducir vehículos en estado de ebriedad; en caso de las reuniones y fiestas en casas y departamentos, éstas deben de respetar las libertades y el descanso de los vecinos.

El código de convivencia debe de hacer hincapié en que Solidaridad busca un ambiente de armonía social y de respeto a las diferencias, y que se debe de evitar cualquier tipo de discriminación en cualquier lugar y servicio. El código de convivencia social hacia los locales debe establecer como deseable que los habitantes de la ciudad limpien el frente de su casa, saluden a sus vecinos, busquen reunirse para saber cómo está la comunidad y en que se puedan apoyar, para mejorar la convivencia y la vida en comunidad

El código puede presentar al municipio como un asesor y facilitador del interés de la gente, e invitar a preguntar, ser atendido; puede dar a conocer servicios de apoyo al turista y orientarlo para que vea en el gobierno a un ente que busca que se la pase bien y en forma segura.

Los locales también nos merecemos seguridad y un lugar seguro para nuestros hijos, ya que decenas de miles de personas llegan en temporada alta a buscar la mayor diversión posible. Playa del Carmen no es una urbe común y corriente, ya que se llena de personas que no conocen los riesgos de la carretera, en ocasiones manejan habiendo consumido alcohol generando riesgos para los locales.

El código de convivencia debería entregarse a los turistas a su llegada al aeropuerto y a los centros de hospedaje, junto con el mapa de los destinos turísticos.

En estas reglas de convivencia debemos de colaborar todos, así es que los prestadores de servicios turísticos, transportistas y demás comerciantes deben mostrar en sus establecimientos las reglas para la convivencia social, logrando así posicionar con claridad que: “Turista eres bienvenido a este lugar que es uno de los mejores del mundo, buscaremos que te lleves la mejor experiencia posible y para lograrlo te invitamos a seguir estas reglas. También te ofrecemos apoyo ante diferentes circunstancias, por lo cual establecemos una comunicación directa contigo”.

Finalmente, dejamos una pregunta para la reflexión posterior: la 5ta Avenida sigue creciendo y esperamos lo siga haciendo; la oferta de servicios de diversión seguirá ampliándose. ¿Qué será preferible para el destino? ¿Pensar que no pasa nada y dejar las cosas como están?, o analizar la posibilidad de que determinados eventos y servicios que la gente demanda pero que pueden generar riesgos se encuentren en una zona exclusiva donde el visitante pueda acceder a ciertas actividades, en lugar ampliar los riesgos al turismo en general y a la población local, como lo pueden ser los table dance, eventos masivos musicales, entre otros.

[i]Playa del Carmen, Quintana Roo[/i]
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