Reporte 8 AM

Pablo A. Cicero Alonzo
Foto: DGCS
La Jornada Maya

Martes 10 de enero, 2017

[b]Periodista: [/b][i]Señor presidente, ¿ha sido una buena visita?[/i]

[b]Presidente de los Estados Unidos:[/b] [i]Sí, muy satisfactoria. Hemos conseguido lo que veníamos a buscar y nuestra especial relación sigue siendo muy especial.[/i]

[b]Primer Ministro de Gran Bretaña:[/b] [i]Me encanta la palabra relación. Abarca todo tipo de pecados. Me temo que esta se ha convertido en una mala relación. Una relación basada en que el presidente se lleve todo lo que él quiere y desoiga tranquilamente todo lo que realmente importa a la... Gran Bretaña. Puede que seamos un país pequeño, pero somos un gran país. El país de Shakespeare, Churchill, los Beatles, Sean Connery, Harry Potter... del pie derecho de Beckham y, ya puestos, también del izquierdo. Y un amigo que abusa de nosotros ya no es un amigo. Y puesto que quienes abusan sólo reaccionan ante la fuerza, a partir de ahora estaré dispuesto a ser mucho más fuerte. Y el presidente deberá estar preparado.[/i]

De la película [i]Love Actually[/i] (2003). Escena protagonizada por Billy Bob Thornton, como el presidente de Estados Unidos, y Hugh Grant, como el primer ministro inglés.


Ayer llegó a Mérida Roberta Jacobson, secretaria de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental estadounidense. En una visita de dos días, esta alta funcionaria conoció lo que se está haciendo el Yucatán en materia turística y cultural y a conocer el Parque Científico y Tecnológico. Lo hizo de la mano de su anfitrión, el gobernador Rolando Zapata Bello. Hoy se reunirá, además, con el alcalde de la ciudad, Mauricio Vila Dosal.

Miss Jacobson llega durante la cuenta regresiva para que Donald Trump se convierta en presidente de su nación: exactamente dentro de diez días, el veinte de enero, se hará realidad lo inimaginable. La nueva era, sin embargo, ya comenzó y México ya resiente los efectos de la nueva política aislacionista y proteccionista del magnate.

Ford ya dio marcha atrás a una millonaria inversión en San Luis Potosí, tras las amenazas de quien será sucesor de Barack Obama. Asimismo, Toyota resistió el embate del mamut, a quien le bastaron ciento cuarenta caracteres —vía Twitter— para advertir a la compañía japonesa de que los automóviles que fabrique en nuestro país pagarán un alto arancel al cruzar la frontera.

En esta coyuntura, hay que destacar que gran parte del capital que ha llegado a Yucatán viene de diversos países. La principal inversión anunciada corresponde a una compañía belga, la Anheuser-Busch InBev, propietaria del Grupo Modelo. El gobierno del estado igual ha procurado atraer otros capitales europeos y asiáticos, que se suman a las apuestas de grupos nacionales, como Kekén, lo que podría calificarse como una ventaja en la incertidumbre que comienza.

Sin embargo, y tal como amenazó a los japoneses, la verborrea tuitera de quien será el presidente de Estados Unidos puede fácilmente alcanzar a los belgas —por mucho que éstos lo sean. «Una budweiser fabricada en México ¡Ni pensarlo! InBev pagará caro su osadía…» es un molotov que bien podría tener el magnate listo para arrojar. El miedo mueve muchas cosas, entre ellas al mercado. Al desenterrar el hacha de guerra contra Toyota, Trump ocasionó que las acciones del gigante nipón cayeran.

Miss Jacobson llega, entonces, en un momento delicado, en lo que se vislumbra como el inicio de una relación ríspida. El papel de Luis Videgaray, tal vez la única certeza que se tiene hasta el momento, es hacerla más tersa. Al fin y al cabo, él le apostó al ganador. La secretaria de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental está en un estado que optó por diversificar su inversión, lo que lo hace menos propenso al huracán que se pronostica, aunque eso no garantiza que saldrá indemne.

Los gobernantes y empresarios yucatecos, desde esa posición privilegiada, pueden dialogar con la funcionaria estadounidense, exponerle sus esperanzas y temores, que son muchos. Aquí fue y será bien recibida, algo que no podría asegurarse si pisara, por ejemplo, San Luis.

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El título de esta columna, "Bienvenida, miss Jacobson", es un guiño a la película [i]Bienvenido, Mister Marshall[/i], dirigida por Luis García Berlanga y con José Isbert, Manolo Morán y Lolita Sevilla, como actores principales. Este filme fue estrenado en 1953 y hace referencia al millonario plan de reconstrucción estadounidense para la arruinada Europa de la posguerra.

En estos días, en que arde la hoguera de la indignación —inflamada con chisguetes y torrentes—, vale la pena recordar que los estados de México recibieron de 2006 a 2008 excedentes por la venta de petróleo de 2.5 billones de pesos, mientras que las transferencias del Plan Marshall a países de Europa (1948-1951), luego de la Segunda Guerra Mundial, fueron de 1.6 billones de pesos (trasladados a 2009).

Por una ocasión, Enrique Peña Nieto tuvo razón al señalar que en el pasado se dilapidaron los recursos provenientes del petróleo. Lo que omitió es que él, como gobernador del Estado de México, fue partícipe de esa orgía de pesos, como muchos otros de sus colegas priistas. Asimismo, tampoco admitió que muchos de los cerebros económicos del país que expidieron esos cheques en blanco a los mandatarios aún toman decisiones. Por ejemplo, José Antonio Meade Kuribreña.

[i]Mérida, Yucatán[/i]
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