El sistema educativo nacional en medio de la pandemia

Óscar Muñoz
Foto: Cuartoscuro
La Jornada Maya

Lunes 29 de junio, 2020

A tres meses de suspendidas las clases escolares en todo el territorio nacional, casi 25 y medio millones de alumnos de educación básica se han quedado en casa y, desde ahí, han intentado continuar sus clases a distancia a través de los medios de comunicación, tanto convencionales (la televisión) como electrónicos (Internet). Además de las clases virtuales, la Secretaría de Educación Pública (SEP) elaboró cuadernillos de trabajo escolar, aunque su producción apresurada generó varios errores en su diseño.

Si bien cerca de 200 mil escuelas públicas de México han continuado la acción educativa a distancia, los procesos de aprendizaje no han sido los mejores, ya que están ocurriendo bajo una diversidad de condiciones adversas a las formas ideales de llevar a cabo tales procesos. No ha quedado otra opción más que intentar que los alumnos logren los objetivos de aprendizaje contenidos en los planes de estudio y los programas correspondientes lo más posible y de la forma que sea.

Acerca de los cuadernillos que la SEP diseñó para complementar la educación de los alumnos, además de varios errores de carácter editorial y pedagógico y hasta de lenguaje, los docentes no tuvieron oportunidad de ser capacitados para su manejo, además de que tuvieron encima la responsabilidad de hacerlos llegar a sus alumnos. Sin embargo, por los riesgos de contagiarse del coronavirus, así como la imposibilidad de llegar a los domicilios de todos los alumnos, los cuadernillos no llegaron a todos los estudiantes.

Otros de los aspectos que han dificultado el logro de los objetivos de aprendizaje ha sido la ausencia de computadoras en muchos hogares y, en otros casos, la falta de señal de Internet. Y todo ello, a pesar de que el titular de la SEP declaró que, con las medidas implementadas, como las ya mencionadas, se cumpliría con los compromisos acordados con las autoridades de todo el país.

Por lo regular, los niños pasan hasta ocho horas viendo las clases por televisión o Internet, realizando ejercicios y resolviendo tareas, por lo que terminan absolutamente saturados. Además, la diversidad de horarios contribuye aún más a dificultar el logro de los objetivos educativos, ya que en todo el territorio nacional hay tres diferentes horarios. En ocasiones, debido a esta circunstancia, en algunas regiones del país, los más pequeños del sistema escolar comienzan sus clases virtuales a la 6 de la mañana.

En muchas situaciones, los hogares carecen de televisión de paga, que es donde más seguro los alumnos podrían ver el programa [i]Aprende en casa[/i], de la SEP. Por ello, muchos estudiantes no han logrado participar en las clases virtuales, y, si nunca les llegó el cuadernillo de tareas y ejercicios, mucho menos habrán logrado alcanzar los objetivos de aprendizaje.

Han sido muchas las dificultades para sustituir el sistema escolar presencial por uno virtual capaz de conseguir que los estudiantes logren los objetivos de aprendizaje. Lo más probable es que muchos alumnos no estén en condiciones de aprobar sus cursos escolares. Así que el sistema nacional de educación tendrá que hacer los ajustes en su programación para que, una vez que sean recuperadas las clases presenciales, que de seguro será hasta el nuevo ciclo escolar, los maestros refuercen la formación de sus alumnos.

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Edición: Ana Ordaz