Gabinete fantasma

José Luis Preciado
Foto: Twitter @MauVila
La Jornada Maya

Martes 16 de junio, 2020

¿Dónde están los secretarios de estado mexicano?

El campo de Yucatán reclama la presencia del secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos; de Educación, Esteban Moctezuma; se reportan más de 300 escuelas que quedaron inundadas, muchas de éstas no podrán abrir ni en septiembre; extrañamos a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; la hemos visto una o dos veces en Yucatán, pero nadie la conoce; la secretaria del Bienestar, María Luisa Albores, de Hacienda… bueno ya al menos y de perdida que se aparezca el “súper delegado” Joaquín Díaz Mena, pero no apareció, sino mucho tiempo después, cuando el agua ya no le ahogaba su estatura social y política.

Dejaron solo al gobernador Vila, como si Yucatán no fuera parte de una federación; nos dejaron solos también los diputados del Congreso estatal, quienes jugaron al futurismo político en medio de la precariedad social. Es bueno recordarles una cosa: la gente ya tomó nota de quiénes acudieron al llamado y quiénes ni siquiera apoyaron con petición de recursos. Aquí, en medio de la tragedia, hacían falta manos, recursos, voces, colectividad, y muchos fallaron.

Vila y sus secretarios, junto con alcaldes, fueron a cada rincón, se metieron al agua, algunos exageraron la foto, pero allí estaban llevando algo de lo poco que hoy tiene Yucatán. La gente los obligó a arremangarse la camisa y remojar sus pantalones en las inundaciones causadas por [i]Cristóbal[/i]. La ruralidad es muy exigente cuando ya no tiene nada que perder, es clara; te dice “acompáñeme hasta allá detrás de la Laguna, allí estaba mi cultivo, quiero que lo vea con sus propios ojos; no vaya a pensar que le miento”. Eso le dijeron a Mauricio Vila: “Si viene a visitarnos, tiene que meterse dentro del agua”. Vila lo hizo, formalizó un reporte completo que abarca unos 75 municipios afectados, el gobierno federal reconoce 64, los daños se estiman en más de cinco mil millones de pesos debido a la pérdida de 90 mil hectáreas de cultivos.

[b]De pena ajena[/b]

Decía Vila que al no ser huracán, [i]Cristóbal[/i] no tuvo la cobertura mediática que les encanta a los del centro; por ello no consideran a Yucatán como zona de emergencia y desastre. ¡Qué poca!... funcionalidad de ese gabinete federal. Sabemos que existen los recursos del estado para brindar ese apoyo, sabemos que es cosa de voluntad política, no se trata de un favor, ni de limosnas, es por justicia social, así que no se vale escatimar, regatear lo que corresponde y se reclama en medio de la tragedia; sin embargo, aquellos no se mueven un ápice, ellos junto con el presidente López esperan que el Tren Maya resuelva todo el rezago social del sur del país, mientras tanto el hambre y la precariedad nos alejan de esa torpe idea.

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Edición: Elsa Torres