Otra vez y lo mismo

Jesús Hernández Martínez
Foto: Periódico Oficial de la Federación
La Jornada Maya

Jueves 12 de marzo, 2020

Otra vez la misma historia como hace 24 años; otra vez un supuesto enfrentamiento; otra vez que esto es tuyo y aquello mío, y otra vez galones de tinta y muchos kilómetros de papel, muchas horas-radio y muchas de televisión para abordar un problema: el lío limítrofe entre Yucatán, Campeche y Quintana Roo, que más bien parece un distractor pues, al parecer, no es problema, y si lo fuera, a nadie le interesa resolver y mejor adoptar la premisa del amparo provisional: “que se queden las cosas como están mientras se resuelve”.

El asunto no es nuevo. Surgió a finales de 1996 cuando el gobernador de Campeche, de común acuerdo con su Congreso, creó el municipio de Calakmul sobre un terreno que, supuestamente, es o era de Quintana Roo, pero estaba abandonado, y por lo que inició este último una Controversia Constitucional en la que Yucatán es el tercero perjudicado. Yucatán lleva más tiempo de decirse “invadido” por Quintana Roo, “pero no pasa nada”.

Haciendo historia, tal vez el lío surgió en 1902 cuando Porfirio Díaz ordenó la creación del territorio de Quintana Roo, antes repartido entre Yucatán y Campeche que ya eran estados. Quintana Roo se elevó a este rango en 1974, pero puede haber otro “consuelo”: varios estados (once en total) del país enfrentan problemas limítrofes y sus autoridades duermen tranquilas.

Según los datos históricos, cuando Quintana Roo se convirtió en territorio federal, se habría construido el Punto de Unión Territorial (PUT) que divide a los tres estados y que se agrega en todas las pruebas que se piden. Sin embargo, al parecer sin ningún fundamente, el Congreso de Quintana Roo creó en 1919, con todo y decreto, una extensión más amplia de la entidad, lo que molestó a las autoridades de los otros dos estados.

En la península de Yucatán, cuando alguna autoridad o un medio de comunicación toca el tema, como en la actualidad, las autoridades contestan cada vez con un lenguaje casi bélico; pareciera que todo el pueblo tomará las armas como hace muchos siglos para atacar a los demás a sabiendas que la federación no quiere resolver el problema como si de veras fuera un problema.

Con un poquito de inteligencia, todos saben que después de 24 años que inició la Controversia Constitucional que ya estuvo en el Tribunal Superior de Justicia de la Nación, en el Senado y quién sabe a dónde más, además de que el asunto en su época actual, ya es añejo y a nadie le interesa una supuesta sentencia o veredicto además de nadie va a desalojar a las familias que viven en las franjas supuestamente “invadidas”.

El país, como república y de acuerdo con la Constitución Política o Carta Magna, garantiza sin rodeos a las familias mexicanas que finquen su hogar en cualquier parte de la Nación por lo que no tendrán problemas las familias yucatecas, campechanas o quintanarroenses asentadas en una u otra entidad ni tampoco sus bienes serán afectados.

Por los pocos habitantes en esos tiempos (1974), para convertirse en estado, el gobernador del territorio quintanarroense invitó a familias del centro del país para que finquen sus hogares en predios que después se convirtieron en poblados agropecuarios ahora prósperos, cuyas familias no olvidan sus orígenes, como “Nuevo Veracruz”, “La Michoacana”, etcétera.

El “lío limítrofe” en realidad parece que no lo es, ni hay necesidad que las autoridades de los tres estados se rasguen las vestiduras y sacrifiquen hasta su vida por defender su territorio que ni es de ellos sino de la Nación; pero es un buen tema para seguir escribiendo. Esto sí vale la pena.

Por su condición opinativa este punto de vista puede tener otros diferentes a los que solo podemos decir: bienvenidos.

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