Una nueva novela de Eduardo Antonio Parra, Laberinto (Penguin Random House, 2019), significa un nuevo corte, a mayor profundidad si esto es posible, en la realidad de un país como el nuestro tan infectado por el narco.
Con toda razón Michi Strausfed coloca a Parra dentro del apartado “La omnipotencia de la droga” en el cual señala cómo “numerosos escritores mexicanos se han ocupado de las diferentes formas de violencia generadas por la droga” y lo sitúa en el primer lugar de la lista. Tanto la tesis central de Strausfed, Mariposas amarillas y los señores dictadores (Penguin Random House, 2021), de que la narrativa latinoamericana ha llenado los espacios que la historia formal ha sido incapaz de afrontar, como la palabra “omnipotencia” referida a la droga en nuestra tierra vuelven terribles las novelas de Eduardo Antonio Parra y muestran este presente doloroso como la visión de un futuro aterrador y sin salida no sólo para el norte de nuestro país sino para México entero, para Latinoamérica entera.
Existe en Parra la conciencia de “un tiempo que se esfumó” en el cual cualquier recuerdo feliz es una “estampa que pertenece a otra vida, anterior a la nuestra” precisamente porque el tiempo se hizo humo “sin que nos diéramos cuenta”. La razón de la tragedia se proyecta múltiple en los cristales rotos y es imposible aprehenderla más allá de los relatos.
El viaje de los dos personajes que llevan la voz en Laberinto de Eduardo Antonio Parra ocurre durante una sola noche, “la noche de la destrucción de El Edén”. Ése es el nombre del pueblo y ése el recuerdo que creemos llevar todos, jóvenes y viejos, buenos y malos, en nuestra memoria colectiva, aunque ya no podemos afirmar que existió de verdad en algún sitio.
¿De verdad México fue alguna vez El Edén? ¿O siempre repetiremos, con nuestro máximo poeta, “Mejor será no regresar al pueblo, / al edén subvertido que se calla / en la mutilación de la metralla?” Sí, todo será el “Retorno maléfico” porque López Velarde, además de poeta, será siempre nuestro máximo profeta.
La historia que nos narra Eduardo Antonio Parra es la de un encuentro casual en una cantina entre dos seres quebrados, alcoholizados, que recuerdan una noche, esa noche. Son un maestro de escuela y un antiguo alumno. Los recuerdos de uno y del otro se van entretejiendo para llevarnos a la negrura que envolvió a El Edén cuando en una batalla sin ninguna tregua se enfrentó alguna pandilla de narcos con otra cualquiera de las que se disputan el territorio nacional y, con el sofisticado armamento que les llega de los Estados Unidos, se fueron matando y destruyendo a un pueblo inocente con su gente inocente hasta que quedó satisfecho el grupo vencedor y se largó a continuar con sus trabajos. Entonces volvió la luz y entró el ejército a contar muertos. Más o menos lo de siempre.
Pero entrar a las entrañas de lo de siempre, justo cuando está ocurriendo, gracias a una prosa tan potente como la de Eduardo Antonio Parra es una experiencia demoledora inclusive para un lector acostumbrado a leer los periódicos y a escuchar entrevistas de las autoridades que prometen, como siempre, que no habrá impunidad.
Si un encuentro de latinoamericanos en una cantina recuerda Conversación en la catedral, la pregunta surge: ¿Cuándo se jodió El Edén? ¿Desde que llegaron los malandros a cobrar derecho de piso a honrados habitantes? ¿Desde hace cinco siglos con los españoles? ¿O, antes, cuando los mexicas volvieron tributarios a los vencidos e instauraron su concepto de guerras floridas para saciar a un Huitzilopochtli hambriento de corazones y sediento de sangre fresca?
Edición: Ana Ordaz
Esta es la octava ocasión en la historia de la organización que se tiene una seguidilla con ese número de encuentros ganados
La Jornada
El mexicano se impuso por decisión unánime al cubano William Scull y recuperó el cinturón de la FIB
La Jornada
El grupo de participación estatal mayoritaria integra a los aeropuertos de Palenque, Chetumal y Tulum
Gustavo Castillo García
Los afectados presentaron sintomas de intoxicación por fármacos tras consumir alimentos contaminados
Efe