El PRI se dio un balazo en las siglas

¿Quieres saber quien te traicionó?, busca la ruta del nombre detrás del que te sustituye. 

El candidato del PRI a la alcaldía de Mérida Jorge Carlos Ramírez Marín es un viejo lobo curtido en hacer política y, sin embargo, admite que su partido lo ha traicionado, justo al primer minuto de haber arrancado su campaña. 

Lo han dejado solo frente al enorme reto que significa mover conciencias y votos a su favor, lo dejaron solo para lidiar con los gastos que implica este proceso. Él sabía que esto podría pasar. Con lo que no contaba es que también le quitaran a su gente: el PRI le bajó a sus gallos, Gabriel Barragán del séptimo distrito y a Luis Borjas Romero -uno de los más votados-,  quien había solicitado licencia para relegirse en el treceavo; en su lugar, el partido mandó a Elizabeth Gamboa, gente muy cercana a Rolando Zapata Bello.

Al parecer hay un claro interés por debilitarlo desde ese bando que ya sentó sus reales en Morena, con Verónica Camino. Huelga decir que hay quienes insisten en que detrás de Francisco Torres Rivas, presidente del PRI, sigue mandando la jefa Ivonne Ortega Pacheco. Es difícil pensar que la ex gobernadora quiera debilitar a Jorge Carlos Ramírez Marín, pues eso significa hacer crecer a Morena en Mérida. La cuestión, entonces, es: si Rolando Zapata está detrás de Verónica Camino, ¿a quién respondería Panchito?

El primer gran golpe a Ramírez Marín llegó días antes con las diputaciones federales, al “gordo”, le bajaron de la quinta posición plurinominal a la empresaria Gabriela Cejudo que hoy se mira cabizbaja compitiendo a medio gas en el cuarto distrito federal. 

Toda esta gente a la que Jorge Carlos había convencido de inscribirse bajo los acuerdos de hacerla llegar en lista preferente, generó gran sorpresa; tampoco allí le cumplieron. En su lugar entró a esta lista privilegiada Gladys Pinto, quien ha hecho un buen trabajo con migrantes, pero a la que nadie había registrado en su radar. Supongo que bajo la mesa están los acuerdos más importantes ligados al financiamiento de la campaña que tampoco está saliendo como se habían planeado. 

El sábado, en la radio, platicamos con Jorge Carlos Ramirez y a pregunta expresa de cómo afectan estas traiciones la campaña, justo en el arranque, comentó que ha hecho equipo con los candidatos de su partido para salir juntos y bien librados; es decir, no contarán con la directiva del PRI que ha quedado maltrecha ante estas caídas. 

Siempre pensé que si alguien conocía los entretelones del partido, amarres políticos y demás teje maneje del PRI era, justamente, Ramírez Marín. Hoy, me doy cuenta de que fue traicionado al empezar el primer tiempo, justo en el no retorno. Es un hecho que allá en la Casa del Pueblo ya no hay interlocutores y, tal vez,  nunca los hubo. 

Ante el desastre del PRI, el aspirante del PAN, Renán Barrera, anda preocupado. Es lógico, la debacle del revolucionario sólo favorece el crecimiento de Morena y su candidata Verónica Camino; ello, a pesar de que Morena es una bolsa de gatos, tiene todavía muy altos números electorales, con estos previos y, si no hay orden, el PRI se iría a un tercer lugar, aunque sabemos que Jorge Carlos está sellando los huecos y procura contener la caída con ánimos y espíritu de combate; además, tiene carácter y fuerza. Al PAN le conviene que no caiga.

Telón de fondo 

Hay caballeros oscuros que mueven hilos invisibles a su antojo, lo hacen desde las sombras, desde una zapata tiran de esos hilos y mueven al títere a su antojo, tumban acuerdos, se van rolando la broma; al parecer buscan revancha o de plano ser los menos  votados es su búsqueda. Algo así como “prefiero que estos lo hagan peor que nosotros”. Luego intentarán levantar de las ruinas al partido que alguna vez los encumbró.

Edición: Laura Espejo