Difícil decisión

Cada vez hay menos posibilidades de elegir buenos gobernantes, en gran parte debido a que los intereses creados se imponen en la designación de quienes ocupan las candidaturas de los partidos políticos, la falta de valores en la actividad política mexicana y el encarecimiento de los procesos electorales al privilegiarse la mercadotecnia y el marketing para ganarse el voto, aún sin merecimientos personales.

En México ya es prácticamente imposible acceder al poder sin padrinos políticos y económicos, lo cual es una práctica indignante que solo tiene cabida en personas sin valores éticos ni principios morales.

Desafortunadamente la sociedad actual se ha forjado en la incoherencia, hipocresía, mercantilismo, utilitarismo, clasismo, amoralidad y el individualismo inculcado por una falsa doctrina de la competitividad alejada de todo humanismo. Los que se presentan como la “gente bien” desdeñan lo que se considera éticamente  bueno.

Las élites no respetan la historia y le restan importancia al hecho de que los procesos de decadencia, aún de los imperios más poderosos, ocurren al ritmo de la degradación moral.

El imperio neoliberal del mundo ha llegado a un nivel de hartazgo por sus abusos ilimitados, con la doctrina del “divide y vencerás” quitando a las sociedades todos los valores que las unen y fortaleciendo, y adoctrinando en el libertinaje de las pasiones, aún de las más bajunas.

Ojalá la consulta popular sobre un posible  enjuiciamiento a los cinco últimos ex presidentes de México se convierta en verdad en un ejercicio democrático y también de valoración ética y moral en el sentido de que las acciones contra tu país y tus conciudadanos tienen consecuencias y castigo. El amor genuino a nuestra nación es un valor que no tiene caducidad, aún cuando sea un estorbo para las corporaciones transnacionales que pretenden eternizarse en el poder de facto del mundo.

Los políticos que no han tenido un desempeño honesto y eficiente deben alejarse o ser alejados de la política. Su obsesión enfermiza por mantener sus privilegios debe acabar ya. Cuánta razón tiene el escritor, periodista, filósofo y activista político y social húngaro-británico Arthur Koestler, autor de la excelente novela “El Cero y el Infinito”, cuando dice que “el deseo de meterse en política muchas veces indica algún tipo de trastorno de la personalidad, y aquellos que más desean el poder, son precisamente quienes deberían estar más alejados de él”. Salinas, Zedillo, Fox, Calderón, Peña Nieto, ya demasiado daño hicieron a los mexicanos. 

En lo local

Una revisión minuciosa de los documentos que validó e inscribió en el registro público de la propiedad y el comercio de Quintana Roo Carlos Alejandro Lima Carvajal en el tiempo que fungió como titular de esa dependencia del gobierno cuando era gobernador Roberto Borge Angulo podría aportar elementos fundamentales para evidenciar una red de despojos auspiciada desde el poder. No existe aberración mayor que un servidor público cuyo salario es pagado por la gente, tuerza la ley y dañe el patrimonio y la vida de la gente. ¿Cuántos títulos de propiedad apócrifos aparecerían registrados? ¿Cuánta infamia quedaría al descubierto?

Luego de su gestión gris en la Secretaría Estatal de Turismo, Marisol Vanegas fue premiada como nueva rectora de la Universidad del Caribe, lo cual es una clara muestra de desdén a lo que piense la gente. 

En fin, son cosas que pasan en nuestro país y en nuestro caribeño estado.

¡HASTA LA PRÓXIMA!

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Edición: Laura Espejo