Yucatán a verde: ¿aún tiene sentido el semáforo epidemiológico?

Eliana Arancibia 

A partir de hoy, y por primera vez desde que se implementó el sistema en junio de 2020, el semáforo epidemiológico estatal sitúa en verde a Yucatán. Con esta medida, las restricciones para controlar la pandemia entran de lleno en declive, permitiéndose la operación de establecimientos con aforo del 75 por ciento hasta las 2 de la mañana y, desde enero de 2022, la realización de espectáculos y eventos masivos, entre las medidas más notables.

Pese a que en Yucatán las autoridades de salud no plegaron el semáforo estatal a las indicaciones del semáforo federal durante toda la pandemia, la necesidad apremiante de reactivar las actividades económicas y sociales motivó el cambio a luz verde, haciendo coincidir por fin ambas señalizaciones. En la práctica, las restricciones sanitarias se han venido relajando desde hace meses, obedeciendo sobre todo a presiones para la reapertura económica y turística y a negociaciones políticas con esos sectores. Sin ir más lejos, el reciente Tianguis Turístico implicó la llegada al estado de miles de visitantes y su congregación durante días, junto con participantes locales, en el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI y otros puntos de Mérida.

A estas alturas, otra vez, nos preguntamos si el semáforo epidemiológico sigue teniendo sentido como herramienta para regular el uso de los espacios públicos y gestionar los riesgos de contagio por Covid-19. Desde la perspectiva de la gobernanza de la pandemia, los procesos de mayor tensión y descoordinación entre el gobierno federal y los gobiernos estatales se han expresado precisamente en torno al manejo de esa herramienta, que en principio no consideraba la participación de las entidades federativas. Al momento de debutar, el semáforo epidemiológico pintó a todos los estados en rojo y sólo a Zacatecas en naranja, lo que generó desacuerdo y quejas por parte de los gobernadores, quienes exigieron que los resultados fueran examinados en conjunto antes de su publicación.

Desde es momento, la herramienta ha experimentado varios cambios en su metodología, supuestamente, para reflejar mejor la dinámica de la pandemia en el país. En realidad, las sucesivas adecuaciones han respondido más bien a criterios políticos y económicos y a negociaciones con los gobiernos estatales y sectores empresariales para minimizar la contingencia. Las últimas modificaciones vinieron a finales de julio de este año, con la introducción de parámetros de medición aún más laxos, que según un comunicado de la Secretaría de Salud “aportan mayor amplitud a la continuidad de actividades socioeconómicas, privilegia el número básico de reproducción o RT y las tasas en tendencias de hospitalización y mortalidad como indicadores de alerta temprana para tomar medidas de forma oportuna conforme se eleva el riesgo”. 

Hoy 31 estados están en verde, excepto Baja California que se encuentra en naranja. Con ello, el semáforo epidemiológico se apaga y la nueva normalidad sigue siendo vivir en pandemia, con la esperanza puesta en más vacunas y tratamientos efectivos para combatir esta enfermedad. Síganos en:

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Edición: Ana Ordaz