México: grandeza y diversidad

José Luis Domínguez Castro

 Vivimos tiempos nacionales de un “cambio necesario” cuyas políticas públicas van destinadas “a sobrevivir en tiempos difíciles” apostando a dos elementos propios de nuestra identidad: la grandeza de nuestro territorio con los recursos naturales y humanos que contiene y con una gran reserva cultural que nos proporciona una de nuestras principales fortalezas: la diversidad.

Por eso, resulta atinado el título escogido para este hermoso volumen intitulado Grandeza y diversidad que, en ocasión de los 200 años de la consumación de nuestra independencia y de los 400 años de la caída de Tenochtitlán, edita el INAH/Sedeculta y que, al estar en nuestras manos, nos enorgullece como mexicanos.

Sin dejar de mencionar el cuidadoso formato en donde alternan el colorido de las gráficas con el documentado contenido de sus artículos, por este gran libro de colección desfilan diversos autores, expertos cada uno de ellos, con su carga de conocimientos y referencias bibliográficas y documentales, que nos van dando el panorama general de una nación que ha transitado al menos por tres grandes momentos. Se trata de un país que ha sufrido transformaciones a lo largo de su historia hasta llegar a los tiempos actuales y del que somos ya parte y somos, a la vez, activos protagonistas de su historia.

Respetando el orden y estructura de la obra, me parece que asoman con claridad cuatro grandes conjuntos, a saber:

En el primero de ellos lo conforman un “Paisaje en Transformación”, al que le sigue “Los primeros grupos humanos” y a partir de “Los Olmecas”, cultura madre de nuestras tierras tropicales, se pasa revista por los distintos pueblos originarios y sus respectivas variaciones lingüísticas. Estos capítulos dan en gran medida cuenta de la base de la diversidad cultural que nos caracteriza, misma que se enriquece con la variedad de especies vegetales y animales que, al interactuar con las anteriores, marcan las regiones geoculturales del México actual.

Estos cinco capítulos en donde aparecen Eduardo Corona, Francisco Sánchez Nava y Lucrecia Ledesma Gallegos, entre otros, conforman para mi gusto un primer bloque de contenidos.

El segundo grupo de artículos, parte del capítulo de la autoría del arqueólogo E. Matos Moctezuma dedicado a “Los Mexicas”. Este se continúa con la descripción y análisis de “sus alianzas y confrontaciones”, escenario que prepara y permite entender en gran medida la llegada de los españoles y “La reconfiguración territorial”, seguido del “Impacto de la conquista” en la construcción de las instituciones seculares de la Nueva España. En este bloque también participan destacados investigadores del Instituto.

La primera gran transformación generada a partir de las luchas de Independencia, analizada por E. Ortiz Escamilla, se hilvana con los acontecimientos que conforman el periodo de la Intervención Francesa, analizados por Pavel Navarro. Los subsiguientes capítulos referidos a “la Reforma Liberal” y a “la formación de las nuevas instituciones”, en los que participan Leticia Reina y Blanca Estela Grajeda, podrían considerarse como un tercer bloque de contenidos históricos.

Los siguientes capítulos: “Progreso, desigualdad y lucha por la democracia”, de Carlos San Juan Victoria; “Despertar del Poder”, de Felipe Ávila, podrían agruparse en un cuarto bloque que explica los cimientos de la nueva nación mexicana y sus primeros obstáculos como nación libre y soberana, así como la gestación de las nuevas contradicciones que caracterizaron la expansión de su tejido social, previos a la Revolución Mexicana, considerada la tercera gran transformación del país, capítulos que desarrollan el mencionado autor. Participan también en este conjunto Salvador Rueda y Antonio Saborit.

“Progreso, desigualdad y lucha por la democracia” es uno de los capítulos conclusivos que nos acerca de frente a los tiempos actuales y a los grandes retos que asume la Cuarta Transformación, en materia de “Ética y diversidad cultural”.

Es un hecho que casi todos los editores de libros históricos, tratan de evitar acercarse a los tiempos recientes, quizá por temor a verse involucrados, tanto autores como editores en alguna postura más comprometedora. Este libro, en cambio, en su último capítulo nos enfrenta a los hechos más recientes, sucedidos entre 1983 y 2018, y al asumir una postura crítica respecto a las políticas públicas y sus desenlaces que nos afectan a todos los mexicanos, su lectura, de alguna manera nos compromete a TODOS. Así, el repaso de nuestra historia nos lleva a cerrar filas en torno a la construcción nacional, en el difícil contexto internacional que nos ha tocado vivir.

De nuevo, son la riqueza de nuestro gran territorio, y su inagotable diversidad cultural los dos puntales en los que se fundamenta nuestra esperanza, a favor de los cuales abonan los capítulos de esta importante obra enciclopédica que viene a sumarse a la reciente edición del INAH en torno a los 80 años de su fundación. Felicidades a los autores, diseñadores, fotógrafos y editores y gracias a las instituciones que han hecho posible que la obra llegue a nuestras manos.

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Edición: Ana Ordaz