Paseo de las ánimas: Tradiciones y retos a mediano plazo

Es normal que toda sociedad evolucione en sus tradiciones más arraigadas. Las formas de reconocerse, generar identidad y construir tejido social pasa por el hecho de compartir instituciones socialmente creadas como son los festivales, las kermeses, los bailes, las fiestas, los paseos, etc. En 2015 una producción cinematográfica internacional hizo creer a millones de individuos a través del mundo que el día de muertos en México se celebraba mediante una caravana de carros alegóricos e individuos personificados en “catrinas” y “catrines”. La fuerza de la imagen fue de tal magnitud que para 2016 dicha idea se concretizó en un recorrido por las principales calles de la CDMX. Hoy, miles de habitantes de dicha ciudad y turistas de otros lares se dan cita el día del desfile, para participar en la verbena. 

La realidad es que lo más parecido a esa escena personificada en 2015 por James Bond es lo que se conoce como el Paseo de las Ánimas en Mérida. Constituido de manera “oficial” por la alcaldía de Mérida en 2008, responde a una tradición de larga data en la cual vecinos de varios barrios de la ciudad exponen sus ofrendas a las afueras de su vivienda para que sus “ánimas” o “pixanes” puedan reconocer lo que en vida fue su hogar. Desde ese 2008 se instauró el recorrido que va desde la Ermita hasta el Cementerio General. Con el paso de los años el paseo encontró otros puntos de enlace y/o arranque. Por ejemplo, en la prepandemia hubo recorridos que arrancaron desde la Plaza Grande.

El año 2022 se anunció como el anhelado regreso del paseo de las ánimas después de dos años en pandemia. Por lo cual las expectativas creadas fueron grandes, así como la organización del ayuntamiento. Se decidió mantener el recorrido “oficial y original” de 2008. El Paseo sin lugar a dudas fue un éxito rotundo; las autoridades hablaron de más de 50 mil asistentes en la noche del viernes 28 de octubre. Se trató de más de 3.5 kilómetros de recorrido y cientos de ofrendas, además de todo lo que va alrededor de una actividad de esta naturaleza. 

Desde el ORGA acudimos al ojo sociológico para observar cómo el Paseo de las Ánimas evoluciona y cambia, tanto en la ciudad, y la festividad misma, como en sus participantes, sus usos, costumbres, valores y tradiciones. Hay varios puntos a resaltar. Lo primero es la cada vez más clara presencia de “foráneos” en este tipo de eventos. Desde conciudadanos de otros estados del país hasta extranjeros de lugares tan distantes del mundo, como China. El reunir individuos tan distintos y variados permite conocer al otro y reconocerse en el mismo, diría Todorov. El hecho de conocer al otro durante una festividad otorga la oportunidad de generar tolerancia e intercambio; uno acude a las fiestas con la idea de divertirse y con apertura de espíritu. Por ello resultó relativamente normal y divertido ver que, además de “ánimas” uno podía encontrar “mariachis catrines” o a “Hellboy” recorriendo las calles.  

Otro asunto a resaltar es el número tan elevado de personas: 50 mil participantes en el Paseo de las Ánimas pareciesen un número bajo; en realidad fue histórico para la festividad. Al día siguiente del Paseo, las mismas autoridades municipales en entrevista radiofónica señalaron que existe ya un plan diseñado para solventar un número tan elevado de visitantes en próximos años, el plan busca implementar una mejor movilidad peatonal y motorizada para los asistentes, generando rutas alternas. Se habló de una reorganización espacial de los barrios de la Ermita y San Esteban a fin de volver algunas calles peatonales en días y horarios específicos. Ello iría acompañado de una restauración de los barrios para darles mayor “color”. 

Un tercer factor es justamente el de la movilidad. Los alrededores de la Ermita y el Cementerio General se vieron rebasados por la demanda de espacios para estacionar, y la oferta de transporte público brilló por su ausencia. Hace años el municipio decidió resolver este tipo de problemas exiliando el Carnaval a Xmatkuil, cosa simple y sencillamente imposible para el Paseo de la Ánimas. Las autoridades se han dado a la tarea de rediseñar gran parte del transporte público de la ciudad, pero ante este tipo de eventos queda aún la sensación de que falta algo. 

El Paseo de las Ánimas, junto con otro tipo de eventos, es un momento clave en la construcción de ciudadanía y cultura civil para los habitantes de Mérida, para los recién llegados y los de “toda la vida”. Es en esos momentos en que se construye y afirma el tejido social, es el momento en el que los meridenses pueden verse los unos a los otros para conocerse y reconocerse, en su igualdad y en sus diferencias. Es en estas fechas en las que se reconoce, que más allá de nuestras diferencias materiales y exteriores, todos somos igual ante la única certidumbre de esta vida: la muerte.  Síganos en: http://orga.enesmerida.unam.mx/; https://www.facebook.com/ORGACovid19/;  https://www.instagram.com/orgacovid19  y https://twitter.com/ORGA_COVID19/.

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Edición: Emilio Gómez