El político que puede triunfar en el presente es el que genera noticia, siempre y cuando esa noticia se transforme en algo interesante, impactante, espectacular. Comunicar el trabajo político y de gobierno hoy es una cosa muy diferente a las reglas escritas hace 20 años.
Hace décadas, Giovanni Sartori nos habló -y advirtió- sobre el Homo Videns, la sociedad teledirigida y elector preso de la imagen antes que el contenido; sin embargo, hay que decirlo, se quedó corto. Hoy el poder se ejerce desde la capacidad de generar audiencias y cautivarlas. El político debe ser capaz de entretener, divertirnos o inspirarnos en el sentido Marvel o DC Comics de la palabra. Mauricio Vila es un miembro de la nueva era y se nota.
La semana pasada en una sola imagen, Mauricio Vila nos mostró una de las razones por las cuales su gobierno rankea alto y su apuesta por la Presidencia tiene viento en las velas. En una fotografía -de portada- abordó los dilemas más importantes de la sociedad mexicana -con él al centro- como quien soluciona y salva. El gobernador caminando entre decenas de ambulancias perfecta y dramáticamente alineadas, mientras es flanqueado por el mejor secretario de Seguridad Pública del país. Salud, seguridad y liderazgo carismático -y hasta bien parecido- en una foto. “Do a dance”.
La noticia que encabeza el primer mandatario yucateco es importante y tiene contenido real, pero la entrega mediática es magistral; así se juega en el mundo del metaverso y TikTok. En el país donde el político más importante es también el más mediático, se juega por reglas que muchos políticos no quieren aprender o creen que pueden ignorar, el joven gobernador yucateco -en contraste con el pasado y las formas caducas- comprende bien el escenario.
Tristemente no podemos decir lo mismo de muchos políticos locales con aspiraciones, que se pierden en cifras y anuncios que parecen de otro siglo, hablan de inversiones sociales, inmobiliarias o en capital humano con cifras que aburren, nombres de programas que son todo menos sexy, en eventos con dinámicas acuñadas hace décadas.
Si no es entretenido no es noticia y si es noticia tiene que ser dramática, es la marca de los tiempos que no perdonan.
El Yucatán que irá a las urnas en 2024 será uno muy distinto al que hemos visto como promedio en las últimas elecciones. Más jóvenes, más gente de todos lados, más urbano, más conectado, con casi cada elector con un celular en la mano y por lo menos una cuenta de redes sociales. La política será más espectáculo y emoción. Las estructuras pesarán menos y el estado anímico y la conexión personal más. La campaña de quien gane será la más pegajosa, la que resuelva todo en una imagen.
Hubo una época en la que la política pedía a los candidatos virtudes privadas o profesionales que juntas ensamblan un carácter, ahora se les pide algo mucho más complejo: una personalidad, una actitud magnética. En el Yucatán que empieza a aparecer después de años de crecimiento, atracción de inversión y transformación social, las viejas formas de hacer política y proyectar imagen muy pronto serán obsoletas (si no es que ya lo empiezan a ser).
Una nota final: el gobernante yucateco que en una imagen solucionó la ecuación política, después de cuatro años al mando, sigue siendo más joven que cualquier de los que aspiran a sucederlo en 2024. Eso también dice mucho, en un solo dato.
Edición: Ana Ordaz
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