4T: La ruta marcada

El presidente Andrés Manuel López Obrador marcó, este sábado, la línea que deberá seguir quien resulte candidato por la alianza entre Movimiento Regeneración Nacional y los partidos Del Trabajo y Verde Ecologista de México. En el quinto aniversario de su triunfo en las urnas, el 2 de junio de 2018, el principal mensaje que se desprende de su alocución es que los ideales de la Cuarta Transformación (4T) son invencibles. 

El mensaje no deja de ser una indicación a los simpatizantes del presidente, cuyo poder de convocatoria quedó exhibido en el Zócalo de la Ciudad de México. Es un llamado a votar por los candidatos que resulten del proceso de selección recientemente abierto, tanto para la Presidencia como para el Poder Legislativo.

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Ahora, a cinco años de haber obtenido el triunfo en las urnas, López Obrador se atrevió a cuestionar la historia y animarse a decir que nunca se contará con el respaldo de las élites y “el no haberse hecho esta reflexión llevó al fracaso a Francisco I. Madero, un hombre bueno, el Apóstol de la Democracia, víctima de la traición de sus propios hermanos de clase y de una pandilla de rufianes”.

Por primera vez, cinco años después, el presidente repasa los puntos débiles de una de las que llama las tres transformaciones previas de México, y cabe destacar que éstas son en el orden político, más no en el económico. 

Está de más decir que las referencias de López Obrador son de historia patria elemental, de la que hasta hace una década solía enseñarse en las escuelas primarias públicas. Sin embargo, existe una diferencia entre lo que se dice para las más de 250 mil personas que asistieron al Zócalo que el mensaje dedicado a las “corcholatas”, que esperan suceder al presidente, y que se encontraban escuchándolo, en el templete levantado para la ocasión.

Independientemente de la dirección marcada en contra de los adversarios políticos de López Obrador, particularmente Claudio X. González, el presidente marcó una línea en cuanto a lo que consiguió en estos cinco años, pese a la oposición e intereses creados que tuvo que enfrentar, y que consiguió elevar a rango constitucional.

Aquí destacan las pensiones para adultos mayores y menores con discapacidad, las cuales tendrán un aumento en enero, según dio a conocer. Estos son dos de sus programas sociales estrella, y que difícilmente saldrán de la Constitución, ya que quien se atreva a intentar eliminarlas deberá pagar un costo político altísimo. Pero supongamos que en algún momento alguien pretenderá que estas pensiones sean de alcance limitado, para quienes en verdad tengan una necesidad económica mayor. Será sumamente difícil que las modificaciones reduzcan el alcance universal de estos programas, dado que legalmente implicaría una reducción de derechos adquiridos y sancionados por la Constitución.

López Obrador, hasta la fecha, es quien maneja los hilos de la sucesión presidencial. El hecho de que dos de las “corcholatas” se esfuercen en expresarse con las mismas inflexiones de voz que el presidente es señal que su voz, hasta ahora, no tiene más alcance que lo que diga López Obrador; no se atreverán a mover ni una coma al proyecto delineado por el hoy presidente.

Y la gran pregunta es si quien suceda a López Obrador en la Presidencia tendrá margen de operación dentro del proyecto de la Cuarta Transformación, si tendrá oportunidad de ponerle su sello a los seis años que tendrá para ejercer la Presidencia. Esta es la gran diferencia entre los proyectos de la tercera transformación, los de la Revolución Mexicana, y lo que resultará de la Cuarta. 

El gran misterio que ha dejado la ceremonia por el quinto aniversario del triunfo de López Obrador es si AMLO se comportará como Plutarco Elías Calles o si permitirá que quien se encuentre en la Presidencia tendrá oportunidad de encausar el proyecto de la Cuarta Transformación hacia donde considere pertinente. Esa será una gran diferencia entre una transformación y otra.

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Edición: Estefanía Cardeña