Diálogos participativos sobre la gestión de la basura en Mérida

Eliana Arancibia Gutiérrez y María Antonieta Saldívar Chávez

Tal como informamos en nuestra columna del pasado 25 de febrero, apreciados lectores, el Observatorio Regional de Gobernanza y Políticas Públicas de la UNAM en Yucatán (ORGA), puso en marcha los Diálogos participativos sobre la gestión de la basura en Mérida. Mediante una convocatoria abierta a toda la ciudadanía, difundida en medios de comunicación y redes sociales, logramos integrar un panel de casi treinta ciudadanos de diversas edades, ocupaciones y saberes, motivados por intercambiar ideas, opiniones y propuestas en torno a este crítico problema ambiental. 

Los diálogos se desarrollaron los días 9, 16 y 23 de marzo de 2024 en la Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad Mérida de la UNAM. Al concluir se realizó un encuentro entre los ciudadanos participantes y un panel de expertos en el tema, conformado por Daniel Rosas Sánchez (UADY), Liliana Cedillo San Pedro (UADY), Emilio de los Ríos Ibarra (UNAM), Ingrith León Cabrera (Cero Basura Yucatán), Omar Rodríguez Gamboa (UADY) y Javier Guillén Mallette (CICY). 

Durante estos encuentros, se abordaron diferentes temas relacionados con el marco normativo-regulatorio de la gestión de residuos en Mérida, así como con asuntos de carácter técnico poco conocidos por la ciudadanía en general: cómo funciona el sistema de recolección, disposición y manejo de residuos; cuáles son los niveles de contaminación por mal manejo de residuos y sus afectaciones a la salud y al medio ambiente. Un tema de mucho interés resultó ser la situación del relleno sanitario de Mérida, ubicado en la comisaría de Chalmuch a pocos kilómetros de Caucel, dado los continuos incendios que se han registrado, y que hace un año obligaron a la evacuación de las poblaciones aledañas.

Los diálogos se inspiran en las llamadas Conferencias de consenso, mecanismo de participación pública que propicia el acercamiento de la ciudadanía a temas y problemas tecnocientíficos complejos, considerados normalmente como asuntos sólo de “expertos”. Con ello, se busca abrir espacios de deliberación donde los ciudadanos “no expertos” puedan expresar sus puntos de vista para llegar a conclusiones conjuntas, las cuales se expresan en un informe o “documento de consenso” que es presentado a las autoridades responsables. 

En este caso, los participantes elaboraron un planteamiento ciudadano donde plasmaron sus preocupaciones y demandas sobre la problemática, con el fin de presentarlo a los futuros tomadores de decisión estatales, municipales y legisladores locales. Algunos de los puntos más relevantes de este planteamiento son: rehabilitar o instalar una planta de clasificación de residuos; incentivar proyectos productivos para la reutilización de residuos sólidos urbanos; recolección diaria en todas las colonias; llevar todos los puntos verdes a cada hogar y generar e incentivar emprendimientos de economía circular en Mérida y otros municipios; promover la capacitación y educación ambiental en todo el estado y a todos los niveles; generar incentivos a empresas ecológicas; solicitar a empresas un informe anual sobre el impacto de sus actividades en el medio ambiente; solicitar al gobierno que se canalicen recursos a la investigación relacionada con la gestión de los residuos sólidos urbanos y su impacto en diversos ámbitos, considerando que los resultados sean públicos y sirvan para la toma de decisiones; que se forme una comisión donde participen expertos y sociedad para que exista un seguimiento y auditoría a las empresas recolectoras de basura y que los resultados sean vinculantes, para que realmente se haga una separación de residuos en orgánico e inorgánico, como lo establece la legislación. 

En el marco de la gobernanza, entendida como corresponsabilidad y coacción entre ciudadanía y gobierno, este tipo de ejercicios fomentan la participación y fortalecen el ejercicio democrático frente a temas complejos que demandan mayor comprensión e involucramiento de la ciudadanía. Que este tipo de ejercicios tengan como espacio de acción a la universidad pública, a la UNAM en Yucatán, también es significativo, en tanto democratiza el conocimiento y posibilita reducir las brechas que suelen existir entre la ciudadanía y los expertos.

Es muy temprano para hacer una valoración o evaluación del ejercicio, dado que falta una fase compleja: que la voz ciudadana sea escuchada, una vez que el documento sea entregado a los tomadores de decisiones. Pero lo más importantes es que se ha mostrado una ciudadanía con capacidad de agencia activa, ávida de participar, interesada y comprometida con un tema tecnocientífico tan complejo como es la gestión de la basura en Mérida. Como grupo de investigación sólo podemos expresar nuestro profundo agradecimiento a quienes han participado en esta iniciativa Diálogos participativos sobre la gestión de la basura en Mérida a sabiendas que es solo es el inicio de un largo camino por recorrer. 

Quedó demostrado que los ciudadanos, aun sin tener conocimientos previos sobre el tema tratado, logran alcanzar una comprensión adecuada de sus aristas más diversas y complejas y producir informes de gran valor que pueden contribuir a definir políticas y regulaciones. Se vislumbra que, ante un informe consensuado, los políticos tengan la oportunidad de oír, sin instancias mediadoras, las opiniones generadas en la sociedad. 

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Edición: Ana Ordaz