Una encuesta socialista

Todo grupo en el poder busca en algún momento ocupar espacios en la agenda, mostrarse compacto ante el público y especialmente enviar el mensaje de que comparten ideales en beneficio de la población en general. Algunos insisten en que son representantes de quienes hasta su llegada al poder habían sido relegados de la participación en la vida pública y se erigen paladines del proletariado, los más pobres, en fin: la causa justifica los medios.

Aunque se acepta que todos los periódicos tienen un papel en la arena política y que la prensa partidista ha existido desde que las imprentas comenzaron a publicarlos, el fenómeno se hizo mucho más visible después de la Primera Guerra Mundial, porque también comenzaron a surgir revistas de tinte político que ya no aparecían solamente para épocas de elecciones, sino que buscaban ser un vehículo para la consolidación de sus patrocinadores en el poder.

En agosto de 1921 apareció en Yucatán la revista Álbum Socialista, que, como su nombre indica, resultó vocero del Partido Socialista del Sureste, entonces bajo la dirección de Felipe Carrillo Puerto. El primer número del Álbum apareció el 1 de agosto, un año antes de que el Dragón de los ojos verdes asumiera la gubernatura del estado. Sin embargo, se trata de la única entrega que se conserva.

Consecuente con su título, Álbum Socialista es una colección de retratos de los líderes emanados del Partido Socialista del Sureste. Y entre ellos, hay uno que llama la atención. No se encuentra entre los principales, pero a su alrededor hay otras tres dos fotos que corresponden a sendos cabildos, de Acanceh y Tecoh, poblaciones que pertenecían al noveno distrito electoral, del cual este hombre flacucho, de cabello relamido y lentes oscuros era diputado.

Se trata de Miguel Cantón, un personaje cuya historia propia y contribución al Partido Socialista del Sureste no son del conocimiento del gran público. El Álbum tenía un propósito: que los socialistas fueran reconocidos, y este primer número tenía la intención de que los lectores identificaran a los nuevos líderes y de dónde venían, dándoles la palabra; esto, de manera simple, a través de una encuesta que aplicaron a varias personas, aunque cuando toca el turno a Cantón, la sección está cabeceada de la siguiente manera: “El Sr. Cantón contesta vibrantemente nuestro interrogatorio”.

La encuesta consistía en seis preguntas de las cuales la mitad pueden considerarse abiertas. La primera era por la fecha de afiliación al Partido Socialista, algo que sin duda indica la coherencia del individuo. Cantón respondió entonces que pertenecía al instituto “Desde la fundación, con el nombre de ‘Partido Obrero Socialista’, cuando entró por vez primera a contender en las elecciones municipales, que condujeron a la Presidencia del Ayuntamiento al inteligente filósofo y socialista José D. Sobrino Trejo”.

Las otras preguntas abiertas eran sus razones para “abrazar este credo redentivo [sic]”  y si había sufrido vicisitudes “en las alternativas de las luchas políticas”. Cantón contestaba que se lanzó a la lucha política “porque los nuevos derroteros trazados por la Revolución Social Mexicana, nos indicaban claramente que para lograr que la reformación ansiada por todos los que veníamos luchando, desde años atrás por las nobles ideas socialistas, en defensa del proletariado, por medio de organizaciones obreras, deberíamos llevar a los puestos de la administración pública, elementos surgidos dentro de la clase proletaria”. Luego agregaba que a lo largo de su vida había demostrado “mi amor a la causa de los humildes, para conquistarles sus derechos de seres humanos”. Sin duda, el diputado tenía muy buena oratoria.

En cuanto a las dificultades, admite haber sufrido muchas, pero esos no eran méritos, ni a él le correspondía relatarlos. Sobre las otras preguntas, más bien semi abiertas, reconocía como líder indiscutible del movimiento socialista en la República, al “compañero Felipe Carrillo Puerto”. También que había obtenido cargos, como el de regidor octavo propietario en el Ayuntamiento de Mérida en el período 1916-1917, y en ese momento diputado por el noveno distrito local. También sería director del diario El Popular y después diputado federal.

En 1924, tras el asesinato de Carrillo Puerto, la XXVII Legislatura nombró a Cantón gobernador interino, desatando una crisis política con el Centro, pero eso es materia de otras noticias.

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Edición: Emilio Gómez